/ domingo 26 de septiembre de 2021

Un camino hacia Dios

«Cristo en el centro del corazón y la vida» Moisés Lira Serafín

Es hermoso encontrarse con personas enamoradas de Cristo. Entonces el camino se ilumina y las fuerzas se recobran para continuar, sintiendo a nuestro lado al mismo Cristo que comparte con nosotros y nos acompaña en la aventura de la santidad y de la misión.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín, el “Apóstol de la bondad”, se supo llamado a vivir en Cristo y como Él confiado y abandonado en Dios su Padre. Ya siendo sacerdote comentaba:

«Una vez que mis hermanas me llevaron a la parroquia a misa, recé un Padre nuestro con mucho fervor y confianza. Mi oración fue recompensada, pues yo relaciono el hecho de haber recogido tan fácilmente un conejito que vi en el campo cuando llevé a pastar una chivita que me regaló mi padre. ¡Me sentía tan contento en esa paz inalterable del campo!

¿Aprendería ya desde entonces Moisés a contemplar a Dios como Padre? Sin duda alguna que sí por experimentar en su papá, su tierna y amorosa imagen. La vida itinerante de Moisés comienza en al año de 1900, cuando el señor cura Francisco Javier Hernández recibió su cambio para Amozoc y se llevó consigo a don Pedro el hombre de sus confianzas y papá de Moisés, para que se hiciera cargo de la Escuela Parroquial, ya que siempre procuró llamarlo a donde lo destinaban como párroco.

Moisés para entonces ya había cumplido siete años e ingresó a la escuela que dirigía su padre y empezó a ir al catecismo para prepararse a la primera comunión. El mismo Moisés relata: “Hice mi primera comunión en la parroquia de Amozoc yo solo, por no haberla hecho con mis compañeros del grupo de catecismo, pues interrumpí el ayuno eucarístico”. El día en que haría su primera comunión», la sirvienta que trabajaba en la Parroquia le dio un café y no pudo hacer la primera comunión con el grupo, por eso la hizo solo.

Pero lo que podría parecer una cosa desagradable para un niño, con este detalle, «se ve cómo Dios Padre bueno, expresa su amor de predilección por Moisés, al reservarlo para que su primer encuentro con Jesús fuera a solas con Él.

Ya desde esta temprana edad la piedad de Moisés era muy notoria; muy temprano se le veía acolitar la misa y comulgar diariamente con gran fervor», quedándose después de la celebración en adoración ante el Santísimo. Más tarde él mismo recomendará: «Estad con Dios con una atención amorosa en cada detalle de nuestra vida», a solas con el Sólo.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, el Apóstol de la Bondad, se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

«Cristo en el centro del corazón y la vida» Moisés Lira Serafín

Es hermoso encontrarse con personas enamoradas de Cristo. Entonces el camino se ilumina y las fuerzas se recobran para continuar, sintiendo a nuestro lado al mismo Cristo que comparte con nosotros y nos acompaña en la aventura de la santidad y de la misión.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín, el “Apóstol de la bondad”, se supo llamado a vivir en Cristo y como Él confiado y abandonado en Dios su Padre. Ya siendo sacerdote comentaba:

«Una vez que mis hermanas me llevaron a la parroquia a misa, recé un Padre nuestro con mucho fervor y confianza. Mi oración fue recompensada, pues yo relaciono el hecho de haber recogido tan fácilmente un conejito que vi en el campo cuando llevé a pastar una chivita que me regaló mi padre. ¡Me sentía tan contento en esa paz inalterable del campo!

¿Aprendería ya desde entonces Moisés a contemplar a Dios como Padre? Sin duda alguna que sí por experimentar en su papá, su tierna y amorosa imagen. La vida itinerante de Moisés comienza en al año de 1900, cuando el señor cura Francisco Javier Hernández recibió su cambio para Amozoc y se llevó consigo a don Pedro el hombre de sus confianzas y papá de Moisés, para que se hiciera cargo de la Escuela Parroquial, ya que siempre procuró llamarlo a donde lo destinaban como párroco.

Moisés para entonces ya había cumplido siete años e ingresó a la escuela que dirigía su padre y empezó a ir al catecismo para prepararse a la primera comunión. El mismo Moisés relata: “Hice mi primera comunión en la parroquia de Amozoc yo solo, por no haberla hecho con mis compañeros del grupo de catecismo, pues interrumpí el ayuno eucarístico”. El día en que haría su primera comunión», la sirvienta que trabajaba en la Parroquia le dio un café y no pudo hacer la primera comunión con el grupo, por eso la hizo solo.

Pero lo que podría parecer una cosa desagradable para un niño, con este detalle, «se ve cómo Dios Padre bueno, expresa su amor de predilección por Moisés, al reservarlo para que su primer encuentro con Jesús fuera a solas con Él.

Ya desde esta temprana edad la piedad de Moisés era muy notoria; muy temprano se le veía acolitar la misa y comulgar diariamente con gran fervor», quedándose después de la celebración en adoración ante el Santísimo. Más tarde él mismo recomendará: «Estad con Dios con una atención amorosa en cada detalle de nuestra vida», a solas con el Sólo.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, el Apóstol de la Bondad, se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com