/ domingo 23 de agosto de 2020

Un camino hacia Dios

«Por ser tan pequeño, Jesús me lleva en sus brazos siempre» P. Moisés Lira Serafín Art. 714

El padre Moisés Lira nos invita a vivir en intimidad con Dios: «La intimidad la tenemos con un amigo, con una madre, con un esposo, con un hermano, todo eso es nuestro Padre Dios y es más, por eso con Él caben y deben caber todas las intimidades. La intimidad que resume todo para nosotros, es la que pudiera o debiera tener un hijo pequeño, bueno, amoroso, confiado para con su Padre bueno, amante, cariñoso.

Somos hijos de Dios, Dios es nuestro Padre que nos ama a todos, a todos, y nosotros somos sus hijos muy pequeños pero amantes, así que debemos trabajar para que Dios, nuestro Amado Padre esté siempre con nosotros y nosotros con Él en todo.

Esta intimidad supone y exige la oración bien hecha... supone también la continua atención a Él hasta donde se pueda, supone más conocimiento de Él; en una palabra, esa intimidad supone la unión, procuremos vivir unidos a Él».

El padre Moisés nos abre su corazón: «Por ser tan pequeño. Jesús me lleva en sus brazos siempre sosteniéndome con infinito amor en las pruebas y sufrimientos, pidiéndome siempre que tenga la mirada de mi alma puesta en solo Dios, sin apartarme de Él; pero hay ocasiones en las que deteniéndome en mí mismo o en las criaturas pone un velo a mis ojos impidiéndome el darme cuenta de su incesante invitación, que esté en sus brazos y que en todo y siempre debo mirar sólo a Dios.

Me lleva en sus brazos sosteniéndome con infinito amor en las pruebas y sufrimientos y me pide que tenga la mirada de mi alma puesta en sólo Dios. Que no me detenga en criaturas ni en mí... Estoy en Él... en todo y siempre debo mirarlo sólo a Él.

Sólo en la eternidad sabré el amor de predilección con que me envía Jesús estas pruebas y humillaciones que tanto me hacen sufrir ¡y sólo entonces comprenderé el valor de mi vida...! “a gloria del Padre y el bien de las almas pequeñas ¿no son el mejor fruto de continua inmolación? ¿No debe ser esa misma inmolación la fuente de mis alegrías?”... Él me guarda en su corazón. Más atención... más silencio... más Jesús.

No dejemos nuestra oración muy íntima, ni dejemos de hacer el esfuerzo por vivir nuestra atención a Dios juntamente en una perfecta fidelidad, aún en medio de las mil atenciones y trabajos. Nuestra disposición interior habitual debe ser la de un hijo, un niño en las manos de Dios, por tanto, confiados, amantes, sin apuros y generosos. Ver todo en Jesús, y que nada lastime a Nuestro Señor».

Comunica los favores recibidos por intercesión del Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., Av. Venustiano Carranza 1665, Col. Tequisquiapan, C.P. 78250 San Luis Potosí, S.L.P.; tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.co

«Por ser tan pequeño, Jesús me lleva en sus brazos siempre» P. Moisés Lira Serafín Art. 714

El padre Moisés Lira nos invita a vivir en intimidad con Dios: «La intimidad la tenemos con un amigo, con una madre, con un esposo, con un hermano, todo eso es nuestro Padre Dios y es más, por eso con Él caben y deben caber todas las intimidades. La intimidad que resume todo para nosotros, es la que pudiera o debiera tener un hijo pequeño, bueno, amoroso, confiado para con su Padre bueno, amante, cariñoso.

Somos hijos de Dios, Dios es nuestro Padre que nos ama a todos, a todos, y nosotros somos sus hijos muy pequeños pero amantes, así que debemos trabajar para que Dios, nuestro Amado Padre esté siempre con nosotros y nosotros con Él en todo.

Esta intimidad supone y exige la oración bien hecha... supone también la continua atención a Él hasta donde se pueda, supone más conocimiento de Él; en una palabra, esa intimidad supone la unión, procuremos vivir unidos a Él».

El padre Moisés nos abre su corazón: «Por ser tan pequeño. Jesús me lleva en sus brazos siempre sosteniéndome con infinito amor en las pruebas y sufrimientos, pidiéndome siempre que tenga la mirada de mi alma puesta en solo Dios, sin apartarme de Él; pero hay ocasiones en las que deteniéndome en mí mismo o en las criaturas pone un velo a mis ojos impidiéndome el darme cuenta de su incesante invitación, que esté en sus brazos y que en todo y siempre debo mirar sólo a Dios.

Me lleva en sus brazos sosteniéndome con infinito amor en las pruebas y sufrimientos y me pide que tenga la mirada de mi alma puesta en sólo Dios. Que no me detenga en criaturas ni en mí... Estoy en Él... en todo y siempre debo mirarlo sólo a Él.

Sólo en la eternidad sabré el amor de predilección con que me envía Jesús estas pruebas y humillaciones que tanto me hacen sufrir ¡y sólo entonces comprenderé el valor de mi vida...! “a gloria del Padre y el bien de las almas pequeñas ¿no son el mejor fruto de continua inmolación? ¿No debe ser esa misma inmolación la fuente de mis alegrías?”... Él me guarda en su corazón. Más atención... más silencio... más Jesús.

No dejemos nuestra oración muy íntima, ni dejemos de hacer el esfuerzo por vivir nuestra atención a Dios juntamente en una perfecta fidelidad, aún en medio de las mil atenciones y trabajos. Nuestra disposición interior habitual debe ser la de un hijo, un niño en las manos de Dios, por tanto, confiados, amantes, sin apuros y generosos. Ver todo en Jesús, y que nada lastime a Nuestro Señor».

Comunica los favores recibidos por intercesión del Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., Av. Venustiano Carranza 1665, Col. Tequisquiapan, C.P. 78250 San Luis Potosí, S.L.P.; tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.co