/ domingo 4 de agosto de 2019

Un camino hacia Dios


«El Principio fundamental: Ser como Jesús ». Moisés Lira Serafín.

Ahí tienes a tu hijo, ahí tienes a tu madre (Jn 19, 26-27). El evangelista Juan narra al detalle este hecho sin igual. Jesús, antes de expirar, quiso dejarnos su último regalo: a su madre como madre nuestra.

Y desde entonces María y Juan se reunieron a meditar los sucesos tan crueles que habían visto. Con este momento tan sublime el género humano empezó a participar en un nivel diferente la filiación. “Ya no soy esclavo, sino hijo, heredero del honor y la gloria alcanzados en Cristo Jesús”.

El espíritu de pequeñez enseñado por el mismo Jesús durante su vida, nos lo ha venido a recordar Teresita del Niño Jesús, que lo vivió a la perfección y en él se santificó, al grado que ofreciendo por amor, todo lo que hacía en profundo silencio, por las misiones, aunque nunca salió de su convento y menos anduvo en los campos de misiones, mereció ser llamada patrona de las misiones de la iglesia universal.

Por su parte, el evangelista Mateo nos hace ver cómo Jesús nos enseñó como máxima oración, el Padre nuestro(Mt 6,9), una unión maravillosa con el Padre de Jesús y Padre nuestro, en el cual nos hermanamos con Jesús y con todos los hombres.

¿Qué se puede hacer con nuestra impotencia y nuestra carga de debilidades e imperfecciones? Nos dice el padre Moisés Lira: “Arrojarse en los brazos de nuestro Padre, que perdona, que nos ama a pesar de todo”. Para lo cual nos indica que nuestro ideal es ser una imagen viva de Jesús. Él estuvo siempre buscando lo que agradaba a su Padre, no su agrado propio, decía no busco mi gloria, sino la de mi Padre que está en los cielos (Jn 7,18). Esto nos lleva a que, en todas nuestras acciones, en todos los detalles de nuestra vida, no veamos más que a Dios. El principio fundamental, enseña el padre Moisés, es: “saber llenarse de Dios como Jesús, ser hijos de Dios como Jesús, complacer a Dios como Jesús”. Un elemento esencial, es un total olvido de sí mismos, para buscar sólo a Dios. En estos aspectos el Venerable Moisés Lira, era un ejemplo vivo, pues en todo supo descubrir la voluntad de Dios, y siempre lleno de una apacible alegría, cifra sus verdaderas complacencias en acompañar amorosamente a Jesús Sacramentado, y ser como Él, oculto, callado, puro y sacrificado.

apostoldelabondad@gmail.com


«El Principio fundamental: Ser como Jesús ». Moisés Lira Serafín.

Ahí tienes a tu hijo, ahí tienes a tu madre (Jn 19, 26-27). El evangelista Juan narra al detalle este hecho sin igual. Jesús, antes de expirar, quiso dejarnos su último regalo: a su madre como madre nuestra.

Y desde entonces María y Juan se reunieron a meditar los sucesos tan crueles que habían visto. Con este momento tan sublime el género humano empezó a participar en un nivel diferente la filiación. “Ya no soy esclavo, sino hijo, heredero del honor y la gloria alcanzados en Cristo Jesús”.

El espíritu de pequeñez enseñado por el mismo Jesús durante su vida, nos lo ha venido a recordar Teresita del Niño Jesús, que lo vivió a la perfección y en él se santificó, al grado que ofreciendo por amor, todo lo que hacía en profundo silencio, por las misiones, aunque nunca salió de su convento y menos anduvo en los campos de misiones, mereció ser llamada patrona de las misiones de la iglesia universal.

Por su parte, el evangelista Mateo nos hace ver cómo Jesús nos enseñó como máxima oración, el Padre nuestro(Mt 6,9), una unión maravillosa con el Padre de Jesús y Padre nuestro, en el cual nos hermanamos con Jesús y con todos los hombres.

¿Qué se puede hacer con nuestra impotencia y nuestra carga de debilidades e imperfecciones? Nos dice el padre Moisés Lira: “Arrojarse en los brazos de nuestro Padre, que perdona, que nos ama a pesar de todo”. Para lo cual nos indica que nuestro ideal es ser una imagen viva de Jesús. Él estuvo siempre buscando lo que agradaba a su Padre, no su agrado propio, decía no busco mi gloria, sino la de mi Padre que está en los cielos (Jn 7,18). Esto nos lleva a que, en todas nuestras acciones, en todos los detalles de nuestra vida, no veamos más que a Dios. El principio fundamental, enseña el padre Moisés, es: “saber llenarse de Dios como Jesús, ser hijos de Dios como Jesús, complacer a Dios como Jesús”. Un elemento esencial, es un total olvido de sí mismos, para buscar sólo a Dios. En estos aspectos el Venerable Moisés Lira, era un ejemplo vivo, pues en todo supo descubrir la voluntad de Dios, y siempre lleno de una apacible alegría, cifra sus verdaderas complacencias en acompañar amorosamente a Jesús Sacramentado, y ser como Él, oculto, callado, puro y sacrificado.

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