/ domingo 7 de julio de 2019

Un Camino hacia Dios

«Sin Mí nada podéis hacer». Moisés Lira Serafín

Art. 655

Miguel Bañuelos Díaz

Con una claridad sorprendente, que dejó sin duda alguna, Jesús se dirige a sus apóstoles para que capten claramente que sólo unidos a Él podrán realizar su voluntad: Sin mí no podéis hacer nada.Estas palabras fueron precedidas por la figura de Jesús, como la vid, y los discípulos como los sarmientos, existiendo una indisoluble unión entre sí para que hubiera existencia y producción.

Este pensamiento tuvo un gran significado y penetró profundamente en el interior del Venerable Moisés Lira Serafín, al grado que para él todo tenía su principio y su fin en Él, por eso su constante práctica de oración porque entendía que no podía hacer nada sino por la fuerza de Jesús a través de su contacto con Él; su ministerio sacerdotal gozaba de gran fecundidad, la gente lo procuraba muy a menudo, especialmente en el sacramento de la reconciliación.

Unido a este contexto, de todo lograrlo sólo con la gracia de lo alto, está el sentimiento de humildad, conforme lo expresaba Teresa de Ávila, que era la verdad, “caminar en humildad es andar en verdad”, porque surge de una actitud, fundamentada en las palabras de Pablo de Tarso, “todo lo puedo en aquel que me conforta”.La humildad es la respuesta íntima que surge del reconocimiento de la realidad personal, transformada en debilidad de cada ser humano, al grado de que no es capaz de hacer algo por méritos propios, sino mediante la fortaleza divina.

Esta humildad se puede tergiversar, adoptando una actitud de conveniencia, para ver qué se obtiene con un fingimiento, y, sin embargo, esta postura falsa no se acepta porque se convierte en un chantaje y a Dios no se le puede chantajear, dado que el mismo Jesús se autodefinió como: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, por eso el Venerable Moisés Lira Serafín, afirma que “vivir esa verdad es la pequeñez”, dado que nada se hace por méritos propios sino por el auxilio venido del Señor Jesús.

De aquí se desprende una grandísima confianza en Dios, una gran intimidad con Él, y el abandono, porque estamos bien compenetrados que para nada servimos por nosotros mismos. Por eso decía, el padre Moisés,“el principio del espíritu de pequeñez es la filiación”. Este pensamiento se convirtió en el núcleo central de la espiritualidad propia de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, religiosas fundadas por él. Esta pequeñez, es la auténtica humildad, no de nombre o con ruido, sin ostentación, dando su lugar a Dios, al prójimo y a sí mismos.

El Venerable Siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la iglesia como santo. Encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 Ciudad de México, Tel. 01(55)55 47 31 39

e-mail: apostoldelabondad@gmail.com

«Sin Mí nada podéis hacer». Moisés Lira Serafín

Art. 655

Miguel Bañuelos Díaz

Con una claridad sorprendente, que dejó sin duda alguna, Jesús se dirige a sus apóstoles para que capten claramente que sólo unidos a Él podrán realizar su voluntad: Sin mí no podéis hacer nada.Estas palabras fueron precedidas por la figura de Jesús, como la vid, y los discípulos como los sarmientos, existiendo una indisoluble unión entre sí para que hubiera existencia y producción.

Este pensamiento tuvo un gran significado y penetró profundamente en el interior del Venerable Moisés Lira Serafín, al grado que para él todo tenía su principio y su fin en Él, por eso su constante práctica de oración porque entendía que no podía hacer nada sino por la fuerza de Jesús a través de su contacto con Él; su ministerio sacerdotal gozaba de gran fecundidad, la gente lo procuraba muy a menudo, especialmente en el sacramento de la reconciliación.

Unido a este contexto, de todo lograrlo sólo con la gracia de lo alto, está el sentimiento de humildad, conforme lo expresaba Teresa de Ávila, que era la verdad, “caminar en humildad es andar en verdad”, porque surge de una actitud, fundamentada en las palabras de Pablo de Tarso, “todo lo puedo en aquel que me conforta”.La humildad es la respuesta íntima que surge del reconocimiento de la realidad personal, transformada en debilidad de cada ser humano, al grado de que no es capaz de hacer algo por méritos propios, sino mediante la fortaleza divina.

Esta humildad se puede tergiversar, adoptando una actitud de conveniencia, para ver qué se obtiene con un fingimiento, y, sin embargo, esta postura falsa no se acepta porque se convierte en un chantaje y a Dios no se le puede chantajear, dado que el mismo Jesús se autodefinió como: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, por eso el Venerable Moisés Lira Serafín, afirma que “vivir esa verdad es la pequeñez”, dado que nada se hace por méritos propios sino por el auxilio venido del Señor Jesús.

De aquí se desprende una grandísima confianza en Dios, una gran intimidad con Él, y el abandono, porque estamos bien compenetrados que para nada servimos por nosotros mismos. Por eso decía, el padre Moisés,“el principio del espíritu de pequeñez es la filiación”. Este pensamiento se convirtió en el núcleo central de la espiritualidad propia de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, religiosas fundadas por él. Esta pequeñez, es la auténtica humildad, no de nombre o con ruido, sin ostentación, dando su lugar a Dios, al prójimo y a sí mismos.

El Venerable Siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido por la iglesia como santo. Encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 Ciudad de México, Tel. 01(55)55 47 31 39

e-mail: apostoldelabondad@gmail.com