/ domingo 30 de junio de 2019

Un Camino hacia Dios

«Ideal altísimo»

Moisés Lira Serafín

Cuánta alegría saber que somos capaces de grandes cosas, pero, en ocasiones esto nos lleva a despreciar a quienes consideramos que pueden o saben menos. Dice el padre Moisés Lira: «¡Qué felicidad sería que muriéramos a nosotros mismos y resucitáramos en Cristo (Ef 1,20; 2,6), en otras palabras, la muerte del “yo” y de nuestros vicios».

Deseamos ser felices, el padre Moisés nos muestra el camino, preguntarle a nuestro Señor, «lo que le disgusta, qué es lo que le agrada de nosotros y cueste lo que cueste, se lo daremos. Es preferible que nos preocupemos por ser lo que debemos delante de Dios y no por ser gente de talento y llenos de sí mismos, comodinos y de un amor propio refinado».

Vivir de esta manera, afirma el padre Moisés, nos lleva a no tener «dificultades ni con Dios ni con el prójimo, ni con nosotros mismos, porque esto demostraría que vivíamos de Dios! Seamos otros Jesús por nuestra obediencia, por nuestra bondad, por nuestra caridad, pero sobre todo por la humildad», he aquí el camino para ser felices.

Aún más, «el apóstol de la bondad», nos invita a ser totalmente de Dios como lo fue Jesús. Es un ideal altísimo el buscar a Dios únicamente. No centrarnos en nosotros mismos para dejar que Dios haga grandes cosas, que sea él quien lleve nuestra «barquita», afirma el padre Moisés: «Un alma de Dios, es un alma que tiene a Dios, que vive de Dios, no de sus propios caprichos y quereres.

Imágenes vivientes de Jesús. Alguien puede decir: Jesús dijo: Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón (Mt 1, 29). Y ¿Qué cosa es la humildad y la mansedumbre? No es otra cosa más que la floración de la negación y del olvido completo de nosotros mismos, y si hay negación de nosotros, tenemos a Dios, porque Él llenará el vacío. Dejemos penetrar esta verdad en lo más profundo de nuestra alma. Comprendemos perfectamente qué elevado es. Así como suena, así lo debemos tomar, no son exageraciones. Dios nos quiere todos de Él, nos quiere perfectamente y completamente de Él; por consiguiente, hay que trabajar en esto. Digámosle a Jesús: “Señor, que yo vea y que me dé cuenta, que me convenza yo de que quieres que realmente sea todo tuyo”. “Graba esta verdad profundamente en mi corazón y, por tanto, puesto que me quieres olvidado de mí mismo, que yo lo vea y lo comprenda, y que me convenza de esta verdad: de que quieres que realmente sea todo tuyo.

Señor, enséñame a olvidarme, a negarme, a verte únicamente a ti y olvidar todo lo que no seas tú”. “Señor, haz que sea todo tuyo”», para ser plenamente feliz.

Moisés Lira Serafín, está en proceso de ser reconocido como santo.

e-mail:

apostoldelabondad@gmail.com

«Ideal altísimo»

Moisés Lira Serafín

Cuánta alegría saber que somos capaces de grandes cosas, pero, en ocasiones esto nos lleva a despreciar a quienes consideramos que pueden o saben menos. Dice el padre Moisés Lira: «¡Qué felicidad sería que muriéramos a nosotros mismos y resucitáramos en Cristo (Ef 1,20; 2,6), en otras palabras, la muerte del “yo” y de nuestros vicios».

Deseamos ser felices, el padre Moisés nos muestra el camino, preguntarle a nuestro Señor, «lo que le disgusta, qué es lo que le agrada de nosotros y cueste lo que cueste, se lo daremos. Es preferible que nos preocupemos por ser lo que debemos delante de Dios y no por ser gente de talento y llenos de sí mismos, comodinos y de un amor propio refinado».

Vivir de esta manera, afirma el padre Moisés, nos lleva a no tener «dificultades ni con Dios ni con el prójimo, ni con nosotros mismos, porque esto demostraría que vivíamos de Dios! Seamos otros Jesús por nuestra obediencia, por nuestra bondad, por nuestra caridad, pero sobre todo por la humildad», he aquí el camino para ser felices.

Aún más, «el apóstol de la bondad», nos invita a ser totalmente de Dios como lo fue Jesús. Es un ideal altísimo el buscar a Dios únicamente. No centrarnos en nosotros mismos para dejar que Dios haga grandes cosas, que sea él quien lleve nuestra «barquita», afirma el padre Moisés: «Un alma de Dios, es un alma que tiene a Dios, que vive de Dios, no de sus propios caprichos y quereres.

Imágenes vivientes de Jesús. Alguien puede decir: Jesús dijo: Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón (Mt 1, 29). Y ¿Qué cosa es la humildad y la mansedumbre? No es otra cosa más que la floración de la negación y del olvido completo de nosotros mismos, y si hay negación de nosotros, tenemos a Dios, porque Él llenará el vacío. Dejemos penetrar esta verdad en lo más profundo de nuestra alma. Comprendemos perfectamente qué elevado es. Así como suena, así lo debemos tomar, no son exageraciones. Dios nos quiere todos de Él, nos quiere perfectamente y completamente de Él; por consiguiente, hay que trabajar en esto. Digámosle a Jesús: “Señor, que yo vea y que me dé cuenta, que me convenza yo de que quieres que realmente sea todo tuyo”. “Graba esta verdad profundamente en mi corazón y, por tanto, puesto que me quieres olvidado de mí mismo, que yo lo vea y lo comprenda, y que me convenza de esta verdad: de que quieres que realmente sea todo tuyo.

Señor, enséñame a olvidarme, a negarme, a verte únicamente a ti y olvidar todo lo que no seas tú”. “Señor, haz que sea todo tuyo”», para ser plenamente feliz.

Moisés Lira Serafín, está en proceso de ser reconocido como santo.

e-mail:

apostoldelabondad@gmail.com

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