/ domingo 24 de febrero de 2019

Un Camino hacia Dios

“Obras con sentido humano y espiritual: legado del padre Moisés Lira Serafín Art. 636

Las grandes obras que trascienden se realizan en equipo, donde participan distintas ideas, intereses, metodologías, pero al final, hay momento de coincidencia y acuerdos. Nuestro país ha necesitado por décadas que impulsemos proyectos productivos, sociales, de bienestar y participemos en ellos como equipo con un sentido de trabajo viendo siempre adelante, dejando atrás cualquier sentimiento derrotista.

El padre Moisés así se condujo, sumando esfuerzos e involucrando a gente con visión como la de él, sobre todo con actitudes buenas. Siempre encontró a su paso personas que se sumaron para ir de la mano,logrando objetivos que han trascendido y siguen existiendo, como fue con el Dr. Manuel Falcón, quien nos comparte su experiencia con el “Apóstol de la Bondad”:

“Un buen día lo encontré en San Felipe y le dije: ‘Padre que ha hecho usted con sus madrecitas’ y me dijo: ‘están estudiando, trabajando y progresando’. ‘Súbase al coche, le voy a enseñar una cosa”. Entonces me lo traje a ver el edificio que estaba prácticamente por concluirse. En ese momento se veía como un hongo nacido en una colonia desértica, estaba rodeado de milpas, aquí en la colonia Florida. Vino el padre Moisés y se quedó impresionado del nuevo edificio.

Nacía el hospital Florida en la ciudad de México, donde las monjitas más tarde entrarían a hacer su trabajo humanitario y espiritual hasta nuestros días. Labor que les propuso el ‘Apóstol de la Bondad’ siendo respetuoso de su decisión de consejo y de la votación para su aprobación. Y 48 horas después me notificó que todo había salido bien”.

Nuestro contexto social después de ser vapuleado, lacerado, engañado, hoy pide a gritos obras que trasciendan en lo profundo y en el sentir del ser humano, que den respuesta a las necesidades apremiantes y básicas que tiene un niño, una mujer, una persona adulta mayor, una familia. Que tengan congruencia con el quehacer social como son los temas de salud. De la nada y solo con voluntad y mucho trabajo el Dr. Falcón y el padre Moisés aportarían hasta nuestros días una gran obra, con cimientos serios y fuertes. Hoy muchas obras se derrumban porque sólo son respuestas a compromisos.

El P. Moisés en su obra, con un verdadero sentido de vocación, alimentado siempre por el amor a Dios y lleno su corazón de espiritualidad, derramó amor por los enfermos, alternaba con ellos en las horas que visitaba el hospital, comía con ellos y convivía, aparte de la oración y la meditación, se mostraba interesado en platicar, lo hacía con gusto, ternura, alegría y les daba siempre consuelo, una palabra afectuosa, comprendía sus problemas.

La sociedad mexicana requiere de esas obras, no huecas. Hoy un hombre del pasado vivo en el presente, el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, nos invita a trabajar en equipo para que las obras perdureny tengan un gran sentido humano.

“Obras con sentido humano y espiritual: legado del padre Moisés Lira Serafín Art. 636

Las grandes obras que trascienden se realizan en equipo, donde participan distintas ideas, intereses, metodologías, pero al final, hay momento de coincidencia y acuerdos. Nuestro país ha necesitado por décadas que impulsemos proyectos productivos, sociales, de bienestar y participemos en ellos como equipo con un sentido de trabajo viendo siempre adelante, dejando atrás cualquier sentimiento derrotista.

El padre Moisés así se condujo, sumando esfuerzos e involucrando a gente con visión como la de él, sobre todo con actitudes buenas. Siempre encontró a su paso personas que se sumaron para ir de la mano,logrando objetivos que han trascendido y siguen existiendo, como fue con el Dr. Manuel Falcón, quien nos comparte su experiencia con el “Apóstol de la Bondad”:

“Un buen día lo encontré en San Felipe y le dije: ‘Padre que ha hecho usted con sus madrecitas’ y me dijo: ‘están estudiando, trabajando y progresando’. ‘Súbase al coche, le voy a enseñar una cosa”. Entonces me lo traje a ver el edificio que estaba prácticamente por concluirse. En ese momento se veía como un hongo nacido en una colonia desértica, estaba rodeado de milpas, aquí en la colonia Florida. Vino el padre Moisés y se quedó impresionado del nuevo edificio.

Nacía el hospital Florida en la ciudad de México, donde las monjitas más tarde entrarían a hacer su trabajo humanitario y espiritual hasta nuestros días. Labor que les propuso el ‘Apóstol de la Bondad’ siendo respetuoso de su decisión de consejo y de la votación para su aprobación. Y 48 horas después me notificó que todo había salido bien”.

Nuestro contexto social después de ser vapuleado, lacerado, engañado, hoy pide a gritos obras que trasciendan en lo profundo y en el sentir del ser humano, que den respuesta a las necesidades apremiantes y básicas que tiene un niño, una mujer, una persona adulta mayor, una familia. Que tengan congruencia con el quehacer social como son los temas de salud. De la nada y solo con voluntad y mucho trabajo el Dr. Falcón y el padre Moisés aportarían hasta nuestros días una gran obra, con cimientos serios y fuertes. Hoy muchas obras se derrumban porque sólo son respuestas a compromisos.

El P. Moisés en su obra, con un verdadero sentido de vocación, alimentado siempre por el amor a Dios y lleno su corazón de espiritualidad, derramó amor por los enfermos, alternaba con ellos en las horas que visitaba el hospital, comía con ellos y convivía, aparte de la oración y la meditación, se mostraba interesado en platicar, lo hacía con gusto, ternura, alegría y les daba siempre consuelo, una palabra afectuosa, comprendía sus problemas.

La sociedad mexicana requiere de esas obras, no huecas. Hoy un hombre del pasado vivo en el presente, el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, nos invita a trabajar en equipo para que las obras perdureny tengan un gran sentido humano.