/ domingo 27 de enero de 2019

Un Camino hacia Dios

“Las almas las amo con un amor inmenso porque Jesús se apasionó por ellas”

El padre Moisés recibió un carisma especial para la dirección espiritual personal, misma que podía ser en el locutorio o recibidor; pero se sabe que en 1924 ejerce este ministerio en el confesionario, tal como se lo sugirió el padre Félix. “No dirijo por cartas a nadie porque ni me gusta, ni tengo tiempo, pero creo que por urbanidad podré contestar las cartas que reciba, claro que cuando sea útil. No doy dirección en el locutorio, como me indicó”.

Ejerció con gusto la direccion espiritual, un esmerado acompañamiento espiritual en el confesionario, pero su ministerio fue más amplio, así lo expresan las señorita María Luisa y Beatriz Gazano.

Comentó la Srta. María Luisa: “Conocimos al padre Moisés porque era el director de las Hijas de María, en el colegio ‘García Conde’ de las Pasionistas, en Tacubaya, en donde todavía estábamos de alumnas”, puntualizando la Srta. Beatriz, “el padre Moisés atendía la asociación de las Hijas de María. No eran niñas del colegio quienes pertenecían a ellas, sino señoritas mayores de fuera del colegio, que se reunían ahí y él les daba su retiro en la capillita de la Inmaculada, anexa al templo de San Felipe” en México, en donde fue muy fecundo su ministerio como director espiritual, gestando allí su obra, la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, y ahora descansan allí sus restos motales.

Continúa la Srta. Beatriz: “En la novena al Espíritu Santo nos enseñó la Misa de Angelis para que la cantáramos en Pentecostés. Íbamos todos los días a San Felipe a ensayar en la noche. Nos enseñó también misterios para cantarlos en el ofrecimiento” de flores en el mes de mayo, cada domingo. Además, dice la Srta. María Luisa: “nos reunía el primer domingo de mes, ibamos a Misa a San Felipe y comulgábamos. En la tarde, el padre nos daba una conferencia y se hacía una reunión en la que tomábamos nieve. Al padre le gustaba mucho esas reuniones.

El padre Dominguito, quien era el superior en ese tiempo, para una fiesta que le hicimos al padre Moisés por motivo de su santo, nos compuso esto: ‘Aquí están tus chicuelillas, nuestro buen padre Moisés, aquí están tus guerrocillas, en sazón de rica mies. Mira si son de tu agrado, las pequeñas de Jesús, pero si les falta un poco de color del Buen Amado, hoy te ofrecen de regalo, no bajar ya de la cruz’. También, antes de que se fuera a Celaya, le hicimos una fiesta de teatro, de unos enanitos, con el objeto de que pasara un buen rato y se riera”.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesón y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 México, D.F. Tel 01(55)5547 3139

“Las almas las amo con un amor inmenso porque Jesús se apasionó por ellas”

El padre Moisés recibió un carisma especial para la dirección espiritual personal, misma que podía ser en el locutorio o recibidor; pero se sabe que en 1924 ejerce este ministerio en el confesionario, tal como se lo sugirió el padre Félix. “No dirijo por cartas a nadie porque ni me gusta, ni tengo tiempo, pero creo que por urbanidad podré contestar las cartas que reciba, claro que cuando sea útil. No doy dirección en el locutorio, como me indicó”.

Ejerció con gusto la direccion espiritual, un esmerado acompañamiento espiritual en el confesionario, pero su ministerio fue más amplio, así lo expresan las señorita María Luisa y Beatriz Gazano.

Comentó la Srta. María Luisa: “Conocimos al padre Moisés porque era el director de las Hijas de María, en el colegio ‘García Conde’ de las Pasionistas, en Tacubaya, en donde todavía estábamos de alumnas”, puntualizando la Srta. Beatriz, “el padre Moisés atendía la asociación de las Hijas de María. No eran niñas del colegio quienes pertenecían a ellas, sino señoritas mayores de fuera del colegio, que se reunían ahí y él les daba su retiro en la capillita de la Inmaculada, anexa al templo de San Felipe” en México, en donde fue muy fecundo su ministerio como director espiritual, gestando allí su obra, la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, y ahora descansan allí sus restos motales.

Continúa la Srta. Beatriz: “En la novena al Espíritu Santo nos enseñó la Misa de Angelis para que la cantáramos en Pentecostés. Íbamos todos los días a San Felipe a ensayar en la noche. Nos enseñó también misterios para cantarlos en el ofrecimiento” de flores en el mes de mayo, cada domingo. Además, dice la Srta. María Luisa: “nos reunía el primer domingo de mes, ibamos a Misa a San Felipe y comulgábamos. En la tarde, el padre nos daba una conferencia y se hacía una reunión en la que tomábamos nieve. Al padre le gustaba mucho esas reuniones.

El padre Dominguito, quien era el superior en ese tiempo, para una fiesta que le hicimos al padre Moisés por motivo de su santo, nos compuso esto: ‘Aquí están tus chicuelillas, nuestro buen padre Moisés, aquí están tus guerrocillas, en sazón de rica mies. Mira si son de tu agrado, las pequeñas de Jesús, pero si les falta un poco de color del Buen Amado, hoy te ofrecen de regalo, no bajar ya de la cruz’. También, antes de que se fuera a Celaya, le hicimos una fiesta de teatro, de unos enanitos, con el objeto de que pasara un buen rato y se riera”.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín se encuentra en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesón y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 México, D.F. Tel 01(55)5547 3139