/ domingo 6 de mayo de 2018

Un Camino Hacia Dios

Moisés Lira Serafín, primer novicio en la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo y Fundador de las religiosas Misioneras de la Caridad de María Inmaculada. Nació en Zacatlán, Puebla, el 16 de septiembre de 1893. Desdetemprana edad manifestó su amor a Dios como Padre y el gusto por servirlo. A partir del día que hizo su primera comunión sirvió al altar como acólito y pasaba largas horas ante el Sagrario. En esos años no faltaron dificultades y sufrimientos: la muerte de su mamá cuando estaba por cumplir cinco años, traslados frecuentes del papá quien colaboraba con el párroco, comenzando para Moisés una vida itinerante; años después, vuelve a casarse su padre dejando a Moisés en el curato. A pesar de estos acontecimientos, era un niño de carácter alegre, juguetón y hasta travieso. Le gustaba recitar y cantar.

Para poder continuar con sus estudios fue necesaria la ayuda de una benefactora, quien puso como condición que el papá renunciara a la patria potestad. En sus primeros ejercicios espirituales decidió consagrarse a Dios como sacerdote y religioso como la mayor donación de sí mismo. Decidió entrar a la Congregación que fundaría el padre Félix de Jesús Rougier, pero, a causa de la persecución religiosa de ese tiempo, Moisés tuvo que huir. Fue aprendido, sufrió frío, hambre, malos tratos y la zozobra de ser fusilado. Después, fue liberado y regresó a Puebla, en dónde volvió a encontrarse con el padre Félix partiendo con él para México dos días antes de la fundación de los Misioneros del Espíritu Santo, que sería el 25 de diciembre de 1914.

Moisés fue la primera semilla, el « primogénito ». En los inicios, él y el padre Félix, vivieron de una gran fe, en extrema pobreza; sin embargo, Moisés recibió una grande riqueza, un fuerte influjo espiritual de su Fundador. Profesó sus primeros votos el 4 de febrero de 1917. Continuó sus estudios eclesiásticos en la ciudad de México, y más tarde, en la ciudad de Morelia, en donde fue ordenado sacerdote el 14 de mayo de 1922, escribió: « No tengo otra cosa que hacer sino darme, decirte Dios mío que hagas de mí lo que quieras, ser Santo Sacerdote. Aquí estoy, dispón de mí ». Inmediatamente después, se dedicó al ministerio sacerdotal con gran entusiasmo y entrega, de modo especial en el confesionario, teniendo presente la consigna de ser otro Cristo salvador a favor de las personas. El 25 de diciembre de 1922, pronunció sus Votos Perpetuos. Un mes después, acuñó la frase de lo que vendría a ser su itinerario de santificación: « Es necesario ser muy pequeño, para ser un gran santo ».


El Venerable Siervo de Dios, padre Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido como santo. Comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 México, D.F. Tel 01(55)5547 3139 Fax: 01(55)5541 3199 e-mail: cgeneralmcmi@prodigy.net.mx



Moisés Lira Serafín, primer novicio en la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo y Fundador de las religiosas Misioneras de la Caridad de María Inmaculada. Nació en Zacatlán, Puebla, el 16 de septiembre de 1893. Desdetemprana edad manifestó su amor a Dios como Padre y el gusto por servirlo. A partir del día que hizo su primera comunión sirvió al altar como acólito y pasaba largas horas ante el Sagrario. En esos años no faltaron dificultades y sufrimientos: la muerte de su mamá cuando estaba por cumplir cinco años, traslados frecuentes del papá quien colaboraba con el párroco, comenzando para Moisés una vida itinerante; años después, vuelve a casarse su padre dejando a Moisés en el curato. A pesar de estos acontecimientos, era un niño de carácter alegre, juguetón y hasta travieso. Le gustaba recitar y cantar.

Para poder continuar con sus estudios fue necesaria la ayuda de una benefactora, quien puso como condición que el papá renunciara a la patria potestad. En sus primeros ejercicios espirituales decidió consagrarse a Dios como sacerdote y religioso como la mayor donación de sí mismo. Decidió entrar a la Congregación que fundaría el padre Félix de Jesús Rougier, pero, a causa de la persecución religiosa de ese tiempo, Moisés tuvo que huir. Fue aprendido, sufrió frío, hambre, malos tratos y la zozobra de ser fusilado. Después, fue liberado y regresó a Puebla, en dónde volvió a encontrarse con el padre Félix partiendo con él para México dos días antes de la fundación de los Misioneros del Espíritu Santo, que sería el 25 de diciembre de 1914.

Moisés fue la primera semilla, el « primogénito ». En los inicios, él y el padre Félix, vivieron de una gran fe, en extrema pobreza; sin embargo, Moisés recibió una grande riqueza, un fuerte influjo espiritual de su Fundador. Profesó sus primeros votos el 4 de febrero de 1917. Continuó sus estudios eclesiásticos en la ciudad de México, y más tarde, en la ciudad de Morelia, en donde fue ordenado sacerdote el 14 de mayo de 1922, escribió: « No tengo otra cosa que hacer sino darme, decirte Dios mío que hagas de mí lo que quieras, ser Santo Sacerdote. Aquí estoy, dispón de mí ». Inmediatamente después, se dedicó al ministerio sacerdotal con gran entusiasmo y entrega, de modo especial en el confesionario, teniendo presente la consigna de ser otro Cristo salvador a favor de las personas. El 25 de diciembre de 1922, pronunció sus Votos Perpetuos. Un mes después, acuñó la frase de lo que vendría a ser su itinerario de santificación: « Es necesario ser muy pequeño, para ser un gran santo ».


El Venerable Siervo de Dios, padre Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de ser reconocido como santo. Comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 México, D.F. Tel 01(55)5547 3139 Fax: 01(55)5541 3199 e-mail: cgeneralmcmi@prodigy.net.mx