/ domingo 14 de agosto de 2022

Un camino hacia Dios | « Era muy humanitario »

Moisés Lira Serafín Art. 816

La formación de los grupos de acólitos en Celaya, Morelia y Puebla, para el padre Moisés fue motivo de gran actividad apostólica, ya que hacía toda una pastoral pre-vocacional o vocacio nal prácticamente.

El padre Ángel Mota, Misionero del Espíritu Santo, señaló que se puede decir de ese tiempo que, fue la forma como se fomentaron las vocaciones para la Con gregación, de los Misioneros del Espíritu Santo y para la Iglesia en general.

El padre Mota que perteneció al grupo de acólitos en Morelia, comenta:

«Yo pienso que uno de los primeros auténticos promotores vocacionales de la Congregación, fue el padre Moisés y no lo hizo en formas muy técnicas, ni lo hizo tampoco en una forma tan concreta y especial que nos hablara mucho de esos temas, más bien eran todas esas cosas que él fomentaba en una forma así tan natural, tan humana era yo creo, lo que nos atraía mucho. Pues para mí el padre Moisés fue un ejemplo so bre todo de un aspecto humano, era muy hu manita rio. El estimaba mucho a los niños, a los mucha chos. Yo tuve la oportunidad de pertene cer al grupo de acólitos del Templo de la Cruz en Morelia que fue un grupo muy numeroso.

El padre Moisés, daba una educación inte gral a los acólitos en coordinación con los padres de familia, basada en sus propios Estatutos, den tro de los cuales se especificaban los días de Re tiro mensual y todo lo referente a la organización y disciplina, como si fuera una escuela. Los días de paseo no podían faltar dentro de su programa, pues servían de estímulo para continuar el servicio alegre de su apostolado.

Lo que caracterizó notoriamente este apos to lado del padre Moisés, fue el dar solemni dad a las fiestas litúrgicas de la Iglesia y no úni camente donde se encontraba él y sus grupos de acólitos, sino que también lo hacían en otros Templos.

El padre Rafael López, Misionero del Espíritu Santo que fue del grupo de acólitos en Morelia expresa:

«Me impresionaba mucho el rezo del Trisagio, porque se hacía a una hora muy difícil para nosotros los acólitos. Era en domingo, a las tres de la tarde. - El padre Moi sés - después del Tri sagio nos llevaba a jugar fut-bol. Más tarde a las seis, estábamos todos en el santo rosario y en la adoración, pero antes ya habíamos participado en la misa de las doce. Varios padres de familia de la ciudad de Morelia salie ron de ese grupo; otros fueron sacerdotes en di ferentes Congregaciones, en una palabra, sí se puede de cir que fue un semillero de vocaciones el grupo de acólitos del Templo de la Cruz».

La preocupación de la formación cristiana de los niños, infundir el amor a la Eucaristía y a la liturgia, y fomentar las vocaciones sacerdotales, fueron los móviles que hicieron del Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín un gran apóstol de la niñez y un gran promotor vocacional. Hoy se encuentra en proceso de canonización, encomiéndate a su intercesión. causamoisesliraserafin@gmail.com

Moisés Lira Serafín Art. 816

La formación de los grupos de acólitos en Celaya, Morelia y Puebla, para el padre Moisés fue motivo de gran actividad apostólica, ya que hacía toda una pastoral pre-vocacional o vocacio nal prácticamente.

El padre Ángel Mota, Misionero del Espíritu Santo, señaló que se puede decir de ese tiempo que, fue la forma como se fomentaron las vocaciones para la Con gregación, de los Misioneros del Espíritu Santo y para la Iglesia en general.

El padre Mota que perteneció al grupo de acólitos en Morelia, comenta:

«Yo pienso que uno de los primeros auténticos promotores vocacionales de la Congregación, fue el padre Moisés y no lo hizo en formas muy técnicas, ni lo hizo tampoco en una forma tan concreta y especial que nos hablara mucho de esos temas, más bien eran todas esas cosas que él fomentaba en una forma así tan natural, tan humana era yo creo, lo que nos atraía mucho. Pues para mí el padre Moisés fue un ejemplo so bre todo de un aspecto humano, era muy hu manita rio. El estimaba mucho a los niños, a los mucha chos. Yo tuve la oportunidad de pertene cer al grupo de acólitos del Templo de la Cruz en Morelia que fue un grupo muy numeroso.

El padre Moisés, daba una educación inte gral a los acólitos en coordinación con los padres de familia, basada en sus propios Estatutos, den tro de los cuales se especificaban los días de Re tiro mensual y todo lo referente a la organización y disciplina, como si fuera una escuela. Los días de paseo no podían faltar dentro de su programa, pues servían de estímulo para continuar el servicio alegre de su apostolado.

Lo que caracterizó notoriamente este apos to lado del padre Moisés, fue el dar solemni dad a las fiestas litúrgicas de la Iglesia y no úni camente donde se encontraba él y sus grupos de acólitos, sino que también lo hacían en otros Templos.

El padre Rafael López, Misionero del Espíritu Santo que fue del grupo de acólitos en Morelia expresa:

«Me impresionaba mucho el rezo del Trisagio, porque se hacía a una hora muy difícil para nosotros los acólitos. Era en domingo, a las tres de la tarde. - El padre Moi sés - después del Tri sagio nos llevaba a jugar fut-bol. Más tarde a las seis, estábamos todos en el santo rosario y en la adoración, pero antes ya habíamos participado en la misa de las doce. Varios padres de familia de la ciudad de Morelia salie ron de ese grupo; otros fueron sacerdotes en di ferentes Congregaciones, en una palabra, sí se puede de cir que fue un semillero de vocaciones el grupo de acólitos del Templo de la Cruz».

La preocupación de la formación cristiana de los niños, infundir el amor a la Eucaristía y a la liturgia, y fomentar las vocaciones sacerdotales, fueron los móviles que hicieron del Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín un gran apóstol de la niñez y un gran promotor vocacional. Hoy se encuentra en proceso de canonización, encomiéndate a su intercesión. causamoisesliraserafin@gmail.com