/ domingo 15 de septiembre de 2019

Un Camino


“Debemos distinguirnos por ser un pueblo con Paz”. Moisés Lira Serafín. Art. 656

Con un mundo lleno de sorpresas de problemática social, a veces aguda, donde el trajín de la vida nos envuelve.


El trabajo cotidiano absorbe gran parte de nuestro tiempo y las decisiones cupulares en muchos momentos nos atropellan o simplemente no es coincidente, nos queda ser fuertes como siempre lo hemos demostrado en las distintas batallas, somos herencia de una raza sólida, que puede caer muchas veces, pero siempre se levanta con la frente en alto, porque su corazón está abierto a las buenas obras y a Dios.El padre Moisés nos comparte como podemos ser modelo de paz, enseñar a las almas, el espíritu de pequeñez, libre enteramente el corazón de criaturas, sólo para Jesús, más atento, más fiel, es propio de los pequeños hijos de Dios.

Ir de la mano del Señor nos va a hacer la vida más dulce, los problemas se resolverán con la ayuda de Él. “Él está contento de mí cuanto más palpo mi pequeñez y mi impotencia. Mi impotencia y mi pequeñez será mi mayor triunfo”. “Dios me pide estar menos preocupado de las cosas de la tierra con el corazón enteramente libre de las criaturas, sólo para Dios”, Subraya el apóstol de la bondad.

Con sencillez de espíritu, mostraremos ser hijos de Dios, “para llegar a las alturas del amor es imposible lograrlo por nuestras fuerzas, por nuestros propios pies de barro, con nuestros grandes esfuerzos o ciencia vana, sino llevados en brazos de la omnipotencia divina y para esto: ¡Felizmente, no necesitamos crecer, sino empequeñecernos más y más!”, a ser y actuar con humildad nos invita el padre Moisés.

“Mi paz les dejo, mi paz les doy”, dice Jesús. Debemos tener este distintivo, la plena tranquilidad, la paz perfecta, jamás inquietos, jamás turbados, y cuando notemos que perdemos un tanto esa paz y tranquilidad, deberíamos hacer lo posible y todo lo posible por vivir en esa paz, expresa el padre Moisés. Y eso es lo que hoy más anhelamos vivir en paz, en una ciudad tranquila, en un México donde volvamos a transitar por las calles sin esperar algún acontecimiento, sin sentirnos vulnerables.

México y su gente es una amalgama rica en muchos virtudes, y hoy el reto es luchar por preservar los valores, por buscar ser cada día mejores personas, por luchar por nuestras familias y nuestros proyectos. El padre Moisés Lira nos dice cómo podemos llegar a este modelo: “siendo más de Dios, Dios es más nuestro, así qué nos puede turbar”.

“La intranquilidad jamás debemos tenerla ni aun en los momentos de maldad, es decir aun cuando hayamos cometido los más grandes pecados. Porque los pequeños debemos tener necesariamente la paz y tranquilidad, esa paz es uno de los frutos más sabrosos de la vida de niños, de la vida de hijos de Dios, Él será el grande y fuerte, quien está convencido de su nada, todo lo espera de Dios”, confía sólo en Él, a ello nos invita un hombre del pasado que está hoy presente, el Padre Moisés Lira Serafín.


“Debemos distinguirnos por ser un pueblo con Paz”. Moisés Lira Serafín. Art. 656

Con un mundo lleno de sorpresas de problemática social, a veces aguda, donde el trajín de la vida nos envuelve.


El trabajo cotidiano absorbe gran parte de nuestro tiempo y las decisiones cupulares en muchos momentos nos atropellan o simplemente no es coincidente, nos queda ser fuertes como siempre lo hemos demostrado en las distintas batallas, somos herencia de una raza sólida, que puede caer muchas veces, pero siempre se levanta con la frente en alto, porque su corazón está abierto a las buenas obras y a Dios.El padre Moisés nos comparte como podemos ser modelo de paz, enseñar a las almas, el espíritu de pequeñez, libre enteramente el corazón de criaturas, sólo para Jesús, más atento, más fiel, es propio de los pequeños hijos de Dios.

Ir de la mano del Señor nos va a hacer la vida más dulce, los problemas se resolverán con la ayuda de Él. “Él está contento de mí cuanto más palpo mi pequeñez y mi impotencia. Mi impotencia y mi pequeñez será mi mayor triunfo”. “Dios me pide estar menos preocupado de las cosas de la tierra con el corazón enteramente libre de las criaturas, sólo para Dios”, Subraya el apóstol de la bondad.

Con sencillez de espíritu, mostraremos ser hijos de Dios, “para llegar a las alturas del amor es imposible lograrlo por nuestras fuerzas, por nuestros propios pies de barro, con nuestros grandes esfuerzos o ciencia vana, sino llevados en brazos de la omnipotencia divina y para esto: ¡Felizmente, no necesitamos crecer, sino empequeñecernos más y más!”, a ser y actuar con humildad nos invita el padre Moisés.

“Mi paz les dejo, mi paz les doy”, dice Jesús. Debemos tener este distintivo, la plena tranquilidad, la paz perfecta, jamás inquietos, jamás turbados, y cuando notemos que perdemos un tanto esa paz y tranquilidad, deberíamos hacer lo posible y todo lo posible por vivir en esa paz, expresa el padre Moisés. Y eso es lo que hoy más anhelamos vivir en paz, en una ciudad tranquila, en un México donde volvamos a transitar por las calles sin esperar algún acontecimiento, sin sentirnos vulnerables.

México y su gente es una amalgama rica en muchos virtudes, y hoy el reto es luchar por preservar los valores, por buscar ser cada día mejores personas, por luchar por nuestras familias y nuestros proyectos. El padre Moisés Lira nos dice cómo podemos llegar a este modelo: “siendo más de Dios, Dios es más nuestro, así qué nos puede turbar”.

“La intranquilidad jamás debemos tenerla ni aun en los momentos de maldad, es decir aun cuando hayamos cometido los más grandes pecados. Porque los pequeños debemos tener necesariamente la paz y tranquilidad, esa paz es uno de los frutos más sabrosos de la vida de niños, de la vida de hijos de Dios, Él será el grande y fuerte, quien está convencido de su nada, todo lo espera de Dios”, confía sólo en Él, a ello nos invita un hombre del pasado que está hoy presente, el Padre Moisés Lira Serafín.