/ domingo 17 de febrero de 2019

Un camino

Desbordaba alegría, infundía optimismo”. Moisés Lira Serafín

Art. 635

No he venido a ser servido sino a servir (Mt 20,28). Las palabras dichas por Jesús a sus discípulos, ponen de manifiesto muy claramente la razón fundamental en el cumplimiento de su misión terrenal.

Estas palabras también se pueden aplicar a la vida del padre Moisés Lira Serafín, que en todo dio perfecto sentido a su ministerio sacerdotal, entregado por completo a la atención de todos los que le solicitaban sus servicios, sin hacer distinción de sexo, de posición social o económica o edad.

Las personas seglares que lo conocieron daban ampliamente sus testimonios, en una forma clara y positiva, en relación a las cualidades que constataban en él. Lo mismo sucedió con la experiencia del padre Federico Garibay, Misionero del Espíritu Santo, quien lo trató y su exclamación fue llena de entusiasmo, al decir: “tuve el gusto y el honor inapreciable de conocer al padre Moisés Lira Serafín”. “Su alegría se desborda en grandes y emotivas palabras relacionadas con la forma tan caritativa de trato en cualquier circunstancia”.

El padre Federico Garibay continúa diciendo, en relación a favores recibidos por el padre Moisés en momentos significativos:

“Después tuve oportunidad de estar con él en la ciudad de Celaya y él fue quien me ayudó mucho porque, por circunstancias muy personales, yo no me sentía bien y no me hallaba”.“El trato del padre Moisés me infundía optimismo, me apoyaba en los ministerios que iba yo teniendo, haciendo “pininos” sacerdotales, porque era mi primer año de ministerio”.“Siempre lo vi edificante, muy apegado a la dirección espiritual”. “Todos los días parecía que eran víspera de viernes primeros de mes, especialmente en el ejercicio de la confesión”.

El padre Félix de Jesús Rougier, fundador de los Misioneros del Espíritu Santo, les recomendaba a sus novicios y después a sus profesos, “ante todo contemplativos y después hombres de acción”. El padre Moisés lo entendió muy bien y adquirió el buen hábito de la oración ante Jesús Eucaristía. Los fieles reconocían esta hermosa práctica en el padre Moisés.

En relación al sacramento de la Reconciliación, era una práctica muy propia de los Misioneros del Espíritu Santo y el padre Moisés la hizo muy suya, al grado que las personas buscaban la forma de ser atendidas por él, aunque tuvieran que pagarle a alguien para que cuidara los lugares y así no perder el turno que les correspondía.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín se encuentra en proceso de ser reconocido por la iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 Ciudad de México, Tel. 01(55)55 47 3139

apostoldelabondad@gmail.com

Desbordaba alegría, infundía optimismo”. Moisés Lira Serafín

Art. 635

No he venido a ser servido sino a servir (Mt 20,28). Las palabras dichas por Jesús a sus discípulos, ponen de manifiesto muy claramente la razón fundamental en el cumplimiento de su misión terrenal.

Estas palabras también se pueden aplicar a la vida del padre Moisés Lira Serafín, que en todo dio perfecto sentido a su ministerio sacerdotal, entregado por completo a la atención de todos los que le solicitaban sus servicios, sin hacer distinción de sexo, de posición social o económica o edad.

Las personas seglares que lo conocieron daban ampliamente sus testimonios, en una forma clara y positiva, en relación a las cualidades que constataban en él. Lo mismo sucedió con la experiencia del padre Federico Garibay, Misionero del Espíritu Santo, quien lo trató y su exclamación fue llena de entusiasmo, al decir: “tuve el gusto y el honor inapreciable de conocer al padre Moisés Lira Serafín”. “Su alegría se desborda en grandes y emotivas palabras relacionadas con la forma tan caritativa de trato en cualquier circunstancia”.

El padre Federico Garibay continúa diciendo, en relación a favores recibidos por el padre Moisés en momentos significativos:

“Después tuve oportunidad de estar con él en la ciudad de Celaya y él fue quien me ayudó mucho porque, por circunstancias muy personales, yo no me sentía bien y no me hallaba”.“El trato del padre Moisés me infundía optimismo, me apoyaba en los ministerios que iba yo teniendo, haciendo “pininos” sacerdotales, porque era mi primer año de ministerio”.“Siempre lo vi edificante, muy apegado a la dirección espiritual”. “Todos los días parecía que eran víspera de viernes primeros de mes, especialmente en el ejercicio de la confesión”.

El padre Félix de Jesús Rougier, fundador de los Misioneros del Espíritu Santo, les recomendaba a sus novicios y después a sus profesos, “ante todo contemplativos y después hombres de acción”. El padre Moisés lo entendió muy bien y adquirió el buen hábito de la oración ante Jesús Eucaristía. Los fieles reconocían esta hermosa práctica en el padre Moisés.

En relación al sacramento de la Reconciliación, era una práctica muy propia de los Misioneros del Espíritu Santo y el padre Moisés la hizo muy suya, al grado que las personas buscaban la forma de ser atendidas por él, aunque tuvieran que pagarle a alguien para que cuidara los lugares y así no perder el turno que les correspondía.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín se encuentra en proceso de ser reconocido por la iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión y comunica tus testimonios a Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Naranjo 157, Col. Sta. María la Ribera, 06400 Ciudad de México, Tel. 01(55)55 47 3139

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