/ sábado 23 de abril de 2022

Solárium

Ricardo Gallardo Cardona reorganiza el gobierno

Disminuir la pobreza que, en sus diversos grados, aqueja a más de la mitad de la población de San Luis Potosí ha sido la firme decisión del gobierno que encabeza Ricardo Gallardo Cardona. Los primeros seis meses le han permitido priorizar y ordenar las necesidades que tiene la administración estatal para atender lo urgente y preparar las acciones a desarrollar en su primer año de mandato. Los resultados deberán estar a la vista lo antes posible, en la medida que el gobernante logre agilidad en los procesos indispensables para concretar todos los programas.

Enfocar el análisis desde la perspectiva gubernamental reclama una abstracción del observador porque no forma parte de esa estructura burocrática con la que el gobierno suele lidiar para alcanzar acuerdos y aceitar la maquinaria que opera los planes y programas.

La preocupación del gobernador es la misma que tiene cualquier ciudadano por el futuro colectivo de los habitantes de 58 municipios que suelen disponer de escasos recursos para satisfacer grandes carencias.

No se trata de confrontar sino de coincidir en las formas de disolver la mal llamada -por difusa- herencia maldita. Tampoco de instrumentar políticamente la pobreza con aspiraciones futuras, aunque en esencia quien atienda y resuelva los grandes problemas del estado obtendría genio y figura reconocibles en la insipiente historia de nuestras grandezas.

Bien, pues el gobernador debe lidiar con dos grandes compromisos contraídos en su corta pero exitosa carrera política. Uno es con los habitantes del estado y otro resultante de sus relaciones políticas fincadas en el pasado reciente.

Obtener resultados positivos en ambos casos parece difícil pero no imposible, siempre y cuando sea la inteligencia para atinar la que presida sus decisiones.

Ha comenzado por diseñar un equipo que todavía no construye propuestas inmediatas y, sin embargo, ha sido el propio gobernador quien dispone acciones que comienzan a tener registros de cambio en las cuatro regiones de San Luis Potosí. La vertiente inmediata de acciones tiene que ver con la atención directa a la pobreza.

Llevar alimentos, medicinas, atención a la seguridad, buscar soluciones a la falta de agua, etcétera, exigen agilidad en los trámites, romper ese cinturón cargado de candados de virginidad que se colocan ante el riesgo de desvíos y trapacerías, de tal suerte que la administración pública camina lentamente ahora.

Cosas tan sencillas, pero tan significativas, como llevar un par de lentes a los niños con deficiencia visual que viven en comunidades apartadas del estado y que no están en condiciones de revisiones optometristas, revelan el sentido que tiene el gobierno para ordenarse y reorganizarse frente a las realidades más elementales. Es imposible imaginar que detrás de una acción de esa naturaleza haya más que un gesto humano de reconocimiento muy merecido.

Desde luego también existen las grandes necesidades. Equilibrar el desarrollo y fortalecer la creación de empleos para ofrecer una variedad de opciones a los jóvenes que se incorporan al mercado del trabajo, garantizar la seguridad de todos los habitantes de San Luis Potosí. Crecer la infraestructura económica al tiempo que se perfeccionan los mecanismos para la aplicación de normas y leyes, forman un conjunto de pendientes que el gobernador ordena mientras reclama resultados de sus colaboradores. El tiempo apremia y las soluciones urgen.

CUANDO DE CAMBIOS SE TRATA

San Luis Potosí cumplirá un año, en julio próximo, de haber iniciado una nueva etapa política, distante de los esquemas que caracterizaron la etapa anterior, pero conservando una dinámica de conflicto difícil de resolver. El arribo de una nueva generación de políticos cuyo éxito electoral se construyó en los valores personales y en una oferta de solución posible a los problemas comunes, ha roto con 64 años de una historia de conflictos que produjeron atrasos en todos los órdenes de la vida en común. Dos son sus protagonistas: Enrique Galindo Ceballos y Ricardo Gallardo Cardona.

A partir de la elección de 2021, el resultado a su favor significó el término categórico del navismo, cuyo final no produjo estertor alguno. Hace casi un año que San Luis no fue sensible al cambio ni registró consecuencias mayores.

Debo suponer que sobre el escritorio del alcalde Enrique Galindo Ceballos existe un enorme volumen de problemas que aquejan a la capital del estado, y que en su entorno debe existir igual número de ideas para intentar su solución. El legajo contiene los elementos que mantienen a distancia toda posibilidad de quebranto de la paz política que la ciudad y el municipio necesitan.

Galindo encabeza el gobierno municipal más importante del estado, pero, además, influye política y administrativamente en la zona metropolitana más poblada de San Luis. Opera y decide las formas de gestionar los recursos federales destinados a las grandes zonas conurbadas del país, en tanto todo ello depende de las habilidades de su equipo de colaboradores para atraer presupuestos anuales importantes.

Hasta aquí la proporción teórica de lo que es el ejercicio del poder en nuestra capital. El alcalde de San Luis capital se levanta como una figura política de largo aliento. Esto quiere decir que esa parte fundamental de ejercer el poder para resolver cuanto hay pendiente en la ciudad y en todo el territorio conurbado, le sirve de plataforma de lanzamiento para un futuro no muy distante.

La estructura política del alcalde de San Luis es consistente y fuerte. Forma parte del renuevo político generacional que esperábamos después de la vertiginosa desaparición de figuras jóvenes ante el desgaste que produjo la última etapa del conflicto en que se vio inmerso el estado en el último decenio del Siglo XX. Tiene, además, la capacidad de liderar acciones de relevancia.

Sin embargo, no me he explicado suficientemente para que el lector tenga clara la intención de este tema. Estamos viendo un resurgimiento político y gubernamental en San Luis que nos va a colocar en un escenario totalmente distinto al que presenciamos en el último medio siglo. Los valores, hoy día, brillan por separado y reflejan poco de las organizaciones políticas de las que proceden. Es el caso del gobernador Gallardo Cardona y del alcalde Galindo Ceballos. Si de su entorno emergen nuevos valores potosinos, evidentemente es ahora cuando debemos registrar su despunte en la escena política.

Agregaría a estos considerandos, que en San Luis surgen nuevas reglas políticas que se separan de los caducos catecismos que rigieron la vida pública del estado. Es evidente que la pléyade de jóvenes aspirantes a encabezar nuestro destino común debe reunir capacidades y características personales que les determinen un valor reconocido por las nuevas generaciones de ciudadanos. Las exigencias de nuestra ciudadanía que arriba a la escena pública, tienen un matiz que refleja un grado superior de conocimientos académicos, de una mayor conciencia de lo que queremos y podemos ser en el presente.

La generación anterior, de la que formamos parte un número importante de potosinos, debe reconocer que los papeles protagónicos se trasladan a esa nueva generación mejor preparada, quizá mejor informada que merece respeto y que no espera interferencias en su quehacer presente y futuro. La única aportación posible por ahora es la de una experiencia que pudiera tener valor relativo en la orientación de las acciones de quienes comienzan a hacerse cargo del destino común. Sea pues.

EL COTARRO POLÍTICO

La calificación de la actividad legislativa en el Congreso del Estado es tan relativa como lo es la calidad de la representación ciudadana que se deposita en sus miembros.

Divididos en bancadas, hay legisladores para quienes la representación popular es solamente una referencia sin sentido. Sometidos a la voluntad del Ejecutivo a veces no sirven ni para servir… Para demostrarlo, estoy convencido de que no podrían saber cuántas de las 136 leyes, 12 códigos, 6 reglamentos y 2 aranceles tienen vigencia real. Qué partes de ellas son letra muerta y si responden y corresponden a la realidad que vivimos. Una tercera parte de la legislatura podría salvarse a duras penas… ¿Qué hacer?... En la capital potosina la renta de inmuebles sigue siendo un negocio productivo, que se presta a chanchullos. Casas que sirven de oficinas, edificios céntricos que sirven de bodegas, robo de áreas verdes que luego aparecen como locales en renta, en fin, un caos. Si los alcaldes de la zona metropolitana se ponen listos, el tema les puede resolver muchos problemas nomás con los permisos de cambio de uso de suelos. Tienen para divertirse… La presidente estatal del PAN, Verónica Rodríguez, condenó la campaña de odio y violencia del partido Morena contra el PAN en San Luis Potosí y los responsabiliza de los daños que conciba esa campaña en la integridad física de sus funcionarios y al edificio del partido, después de que ayer militantes y funcionarios de Morena lanzaron en redes sociales una convocatoria a manifestarse en la sede de su partido… Caída de árboles y daños menores en la propiedad de algunos vecinos, provocaron los vientos de hasta 70 kilómetros por hora y la lluvia que se precipitó sobre el municipio de Villa de Reyes durante la noche del jueves y la madrugada del viernes… Aquí, no está de más checar nuestros jardines y parques para evitar desgracias… El terrible Manolo llegó sin hacer ruido. Eso quiere decir que algo trae. Les platico luego…

HASTA LA PRÓXIMA

correo:

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

Estamos viendo un resurgimiento político y gubernamental en San Luis Potosí que nos va a colocar en un escenario totalmente distinto al que presenciamos en el último medio siglo


Ricardo Gallardo Cardona reorganiza el gobierno

Disminuir la pobreza que, en sus diversos grados, aqueja a más de la mitad de la población de San Luis Potosí ha sido la firme decisión del gobierno que encabeza Ricardo Gallardo Cardona. Los primeros seis meses le han permitido priorizar y ordenar las necesidades que tiene la administración estatal para atender lo urgente y preparar las acciones a desarrollar en su primer año de mandato. Los resultados deberán estar a la vista lo antes posible, en la medida que el gobernante logre agilidad en los procesos indispensables para concretar todos los programas.

Enfocar el análisis desde la perspectiva gubernamental reclama una abstracción del observador porque no forma parte de esa estructura burocrática con la que el gobierno suele lidiar para alcanzar acuerdos y aceitar la maquinaria que opera los planes y programas.

La preocupación del gobernador es la misma que tiene cualquier ciudadano por el futuro colectivo de los habitantes de 58 municipios que suelen disponer de escasos recursos para satisfacer grandes carencias.

No se trata de confrontar sino de coincidir en las formas de disolver la mal llamada -por difusa- herencia maldita. Tampoco de instrumentar políticamente la pobreza con aspiraciones futuras, aunque en esencia quien atienda y resuelva los grandes problemas del estado obtendría genio y figura reconocibles en la insipiente historia de nuestras grandezas.

Bien, pues el gobernador debe lidiar con dos grandes compromisos contraídos en su corta pero exitosa carrera política. Uno es con los habitantes del estado y otro resultante de sus relaciones políticas fincadas en el pasado reciente.

Obtener resultados positivos en ambos casos parece difícil pero no imposible, siempre y cuando sea la inteligencia para atinar la que presida sus decisiones.

Ha comenzado por diseñar un equipo que todavía no construye propuestas inmediatas y, sin embargo, ha sido el propio gobernador quien dispone acciones que comienzan a tener registros de cambio en las cuatro regiones de San Luis Potosí. La vertiente inmediata de acciones tiene que ver con la atención directa a la pobreza.

Llevar alimentos, medicinas, atención a la seguridad, buscar soluciones a la falta de agua, etcétera, exigen agilidad en los trámites, romper ese cinturón cargado de candados de virginidad que se colocan ante el riesgo de desvíos y trapacerías, de tal suerte que la administración pública camina lentamente ahora.

Cosas tan sencillas, pero tan significativas, como llevar un par de lentes a los niños con deficiencia visual que viven en comunidades apartadas del estado y que no están en condiciones de revisiones optometristas, revelan el sentido que tiene el gobierno para ordenarse y reorganizarse frente a las realidades más elementales. Es imposible imaginar que detrás de una acción de esa naturaleza haya más que un gesto humano de reconocimiento muy merecido.

Desde luego también existen las grandes necesidades. Equilibrar el desarrollo y fortalecer la creación de empleos para ofrecer una variedad de opciones a los jóvenes que se incorporan al mercado del trabajo, garantizar la seguridad de todos los habitantes de San Luis Potosí. Crecer la infraestructura económica al tiempo que se perfeccionan los mecanismos para la aplicación de normas y leyes, forman un conjunto de pendientes que el gobernador ordena mientras reclama resultados de sus colaboradores. El tiempo apremia y las soluciones urgen.

CUANDO DE CAMBIOS SE TRATA

San Luis Potosí cumplirá un año, en julio próximo, de haber iniciado una nueva etapa política, distante de los esquemas que caracterizaron la etapa anterior, pero conservando una dinámica de conflicto difícil de resolver. El arribo de una nueva generación de políticos cuyo éxito electoral se construyó en los valores personales y en una oferta de solución posible a los problemas comunes, ha roto con 64 años de una historia de conflictos que produjeron atrasos en todos los órdenes de la vida en común. Dos son sus protagonistas: Enrique Galindo Ceballos y Ricardo Gallardo Cardona.

A partir de la elección de 2021, el resultado a su favor significó el término categórico del navismo, cuyo final no produjo estertor alguno. Hace casi un año que San Luis no fue sensible al cambio ni registró consecuencias mayores.

Debo suponer que sobre el escritorio del alcalde Enrique Galindo Ceballos existe un enorme volumen de problemas que aquejan a la capital del estado, y que en su entorno debe existir igual número de ideas para intentar su solución. El legajo contiene los elementos que mantienen a distancia toda posibilidad de quebranto de la paz política que la ciudad y el municipio necesitan.

Galindo encabeza el gobierno municipal más importante del estado, pero, además, influye política y administrativamente en la zona metropolitana más poblada de San Luis. Opera y decide las formas de gestionar los recursos federales destinados a las grandes zonas conurbadas del país, en tanto todo ello depende de las habilidades de su equipo de colaboradores para atraer presupuestos anuales importantes.

Hasta aquí la proporción teórica de lo que es el ejercicio del poder en nuestra capital. El alcalde de San Luis capital se levanta como una figura política de largo aliento. Esto quiere decir que esa parte fundamental de ejercer el poder para resolver cuanto hay pendiente en la ciudad y en todo el territorio conurbado, le sirve de plataforma de lanzamiento para un futuro no muy distante.

La estructura política del alcalde de San Luis es consistente y fuerte. Forma parte del renuevo político generacional que esperábamos después de la vertiginosa desaparición de figuras jóvenes ante el desgaste que produjo la última etapa del conflicto en que se vio inmerso el estado en el último decenio del Siglo XX. Tiene, además, la capacidad de liderar acciones de relevancia.

Sin embargo, no me he explicado suficientemente para que el lector tenga clara la intención de este tema. Estamos viendo un resurgimiento político y gubernamental en San Luis que nos va a colocar en un escenario totalmente distinto al que presenciamos en el último medio siglo. Los valores, hoy día, brillan por separado y reflejan poco de las organizaciones políticas de las que proceden. Es el caso del gobernador Gallardo Cardona y del alcalde Galindo Ceballos. Si de su entorno emergen nuevos valores potosinos, evidentemente es ahora cuando debemos registrar su despunte en la escena política.

Agregaría a estos considerandos, que en San Luis surgen nuevas reglas políticas que se separan de los caducos catecismos que rigieron la vida pública del estado. Es evidente que la pléyade de jóvenes aspirantes a encabezar nuestro destino común debe reunir capacidades y características personales que les determinen un valor reconocido por las nuevas generaciones de ciudadanos. Las exigencias de nuestra ciudadanía que arriba a la escena pública, tienen un matiz que refleja un grado superior de conocimientos académicos, de una mayor conciencia de lo que queremos y podemos ser en el presente.

La generación anterior, de la que formamos parte un número importante de potosinos, debe reconocer que los papeles protagónicos se trasladan a esa nueva generación mejor preparada, quizá mejor informada que merece respeto y que no espera interferencias en su quehacer presente y futuro. La única aportación posible por ahora es la de una experiencia que pudiera tener valor relativo en la orientación de las acciones de quienes comienzan a hacerse cargo del destino común. Sea pues.

EL COTARRO POLÍTICO

La calificación de la actividad legislativa en el Congreso del Estado es tan relativa como lo es la calidad de la representación ciudadana que se deposita en sus miembros.

Divididos en bancadas, hay legisladores para quienes la representación popular es solamente una referencia sin sentido. Sometidos a la voluntad del Ejecutivo a veces no sirven ni para servir… Para demostrarlo, estoy convencido de que no podrían saber cuántas de las 136 leyes, 12 códigos, 6 reglamentos y 2 aranceles tienen vigencia real. Qué partes de ellas son letra muerta y si responden y corresponden a la realidad que vivimos. Una tercera parte de la legislatura podría salvarse a duras penas… ¿Qué hacer?... En la capital potosina la renta de inmuebles sigue siendo un negocio productivo, que se presta a chanchullos. Casas que sirven de oficinas, edificios céntricos que sirven de bodegas, robo de áreas verdes que luego aparecen como locales en renta, en fin, un caos. Si los alcaldes de la zona metropolitana se ponen listos, el tema les puede resolver muchos problemas nomás con los permisos de cambio de uso de suelos. Tienen para divertirse… La presidente estatal del PAN, Verónica Rodríguez, condenó la campaña de odio y violencia del partido Morena contra el PAN en San Luis Potosí y los responsabiliza de los daños que conciba esa campaña en la integridad física de sus funcionarios y al edificio del partido, después de que ayer militantes y funcionarios de Morena lanzaron en redes sociales una convocatoria a manifestarse en la sede de su partido… Caída de árboles y daños menores en la propiedad de algunos vecinos, provocaron los vientos de hasta 70 kilómetros por hora y la lluvia que se precipitó sobre el municipio de Villa de Reyes durante la noche del jueves y la madrugada del viernes… Aquí, no está de más checar nuestros jardines y parques para evitar desgracias… El terrible Manolo llegó sin hacer ruido. Eso quiere decir que algo trae. Les platico luego…

HASTA LA PRÓXIMA

correo:

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

Estamos viendo un resurgimiento político y gubernamental en San Luis Potosí que nos va a colocar en un escenario totalmente distinto al que presenciamos en el último medio siglo