/ sábado 23 de mayo de 2020

Solárium

El Gobierno del Estado se reactivará en julio

Si bien el programa de reactivación es desconocido para la población del estado, el gobierno de Juan Manuel Carreras López se dispone a reanudar sus labores cotidianas hasta el 1 de julio, cuando paulatinamente y en condiciones seguras se hayan normalizado las actividades en los ramos esenciales de la industria de la construcción, la minería y la industria automotriz, a fin de no agregar, en junio, un amplio sector de población cuya movilidad sería riesgosa.

Ha sido cauto Carreras López en un proceso que exige medidas bien pensadas. Acciones que prevengan contagios y procesos que permitan la reanudación de la economía estatal sin exponerse a la pérdida de vidas humanas y, por supuesto, de más pérdidas económicas que las que ya padecemos al momento.

Mientras tanto, quizá valga la pena recordar que, cuando hablamos de gobierno nos referimos a los tres poderes que lo forman y que son corresponsables del destino que tengamos en el corto y el mediano plazo. El quebranto financiero del gobierno es evidente y no precisamente por los malos manejos de la administración estatal. Creo que la administración gubernamental necesita definir su futuro ahora, con acierto y con decisión, sin titubeos.

La política, en el presente de México, debe cambiar de prácticas y planteamientos. Las conductas que aspiraban a quedar bien con todo mundo, a dejar satisfechas a las mayorías a través de concesiones y gracias, son, todas, cosa de la historia reciente. En este momento el gobierno del estado –los tres poderes pues- necesitan proyectar su carácter al plano de las realidades.

Ningún gobierno aspira a hacer las cosas bien si los encargados de hacerlas jalan cada quien para su lado. No es el destino personal ni el de sus partidos lo que está en juego sino el de todos los habitantes del territorio que tenemos por solar nativo. Convocar a todos los integrantes del gobierno a no apendejarse viendo moros con tranchetes, no es una sugerencia sino una orden de los habitantes de un estado al que todos los funcionarios dicen querer y defender. Pasen de las palabras a los hechos.

Sean devotos de quien quieran, pero en sus plegarias pidan inteligencia clara, capacidad de análisis y firmeza en sus decisiones para que el presente sirva de cimiento sólido al futuro. Ninguno de los tres poderes está por encima de los otros. Orienten sus voluntades en el mismo sentido y eviten los riesgos para que se garantice el éxito. Si algún pendejo la trae contraria, háganselo notar porque si no pueden convencer a uno, menos convencerán a todo un pueblo. ¿Así, o más claro?

Y HOY ¿TENEMOS QUE DECIDIR?

Casi es imposible pronunciar los nombres de los candidatos que contenderán por la gubernatura de San Luis dentro de unos meses más. El proceso previo a la elección se ha retrasado un mes por la pandemia que nos aqueja. Sin embargo, es un hecho que tenemos hoy más experiencia como electores. La información disponible a través de las redes es muy numerosa pero también poco confiable. El hecho es que la calidad ciudadana que elige gobernantes en el próximo proceso es distinta a la que participó en los procesos anteriores.

El porcentaje de ciudadanos conscientes de que su voto es indispensable para el desarrollo de su ciudad, de su municipio, de su estado y su país, va en proporción directa con los niveles educativos. Por eso los partidos se han visto recientemente superados por la ciudadanía que rechaza a los personajes que postulan, especialmente si son conocidos por sus desempeños anteriores, por los compromisos que tienen a la vista o los que quieren esconder sin lograrlo.

No pretendo un análisis por partidos sino una revisión de personajes que aspiran a gobernar San Luis con el respaldo de su experiencia política en sus partidos, o con el reconocimiento de una imagen que han confeccionado en base a sus actuaciones de gobierno o de representación.

En San Luis nos urgen caras nuevas y prometedoras. Las generaciones de los 50 años recientes hemos visto pasar a individuos con capacidades demasiado cortas para gobernar el estado. Promesas vinieron y se fueron y seguimos en las mismas. Pleitos aquí, pleitos allá, negocios por todos lados, y solamente dos potosinos han dado resultados alentadores tras sus mandatos.

No es cosa de confrontar el pasado, ni de repartir acusaciones a diestra y siniestra. Es cosa de acusar recibo de las experiencias tenidas en medio siglo para tratar de encontrar al sujeto que tenga el perfil que necesita San Luis Potosí para recolocarse en el lugar que tenía a mediados del Siglo XX. Creo que en la segunda mitad del siglo pasado han crecido generaciones de potosinos que –dentro y fuera de nuestro estado- han acumulado una imagen y construido un prestigio que podemos tomar en cuenta, tanto como el que los residentes permanentes de la entidad han podido acumular en esos años.

Es el momento de abrir la baraja para ver qué juego tenemos y apostar en busca de un cambio eficaz. El cambio será eficiente sólo si es suficiente. Eso es lo que debemos determinar como ciudadanos. El desarrollo del estado no puede ser resultado de una fórmula mágica que podamos realizar con palabras y conjuros sino a partir de una revisión puntual de lo que tenemos en la mesa de nuestro juego político, para saber cuántos son los aspirantes y dónde están, y luego ver su desempeño en la campaña para saber a cuál queremos.

No me parece justo descalificar a nadie por sus aspiraciones. Pero quien quiera ser debe aceptar la revisión minuciosa de una ciudadanía que es, hoy, un conjunto de mujeres y hombres, de jóvenes, maduros y mayores, todavía dispuesto a dar la batalla por todo lo que no pudimos hacer en medio siglo por circunstancias que nos han servido de experiencias, para no repetir los mismos errores.

Los malos gobiernos no han sido solamente culpa de quienes los encabezaron sino del desatino ciudadano por confiar en ellos y en gente como ellos que desviaron el camino con fines cuyo perjuicio está a la vista. No podemos errar otra vez porque si nunca estuvimos jugando, ora menos nos la vamos a jugar, pero la semana próxima le presento jugadores.

EL COTARRO POLÍTICO

El alcalde Xavier Nava informó ayer que va a continuar con la conservación del Centro Histórico y de zonas emblemáticas de la ciudad. Destacó el más de medio centenar de fachadas ya rehabilitadas en el pasaje de Zaragoza, así como el cambio de equipamiento e infraestructura en distintas calles de la zona centro, lo que se ampliará a avenida Carranza. Afirmó que se continuará con la eliminación de anuncios que no cumplen con las disposiciones municipales, federales e incluso internacionales, lo cual es digno de mencionar porque sus inspectores de comercio bien que se ganan propinas de rotulistas que perjudican impunemente la ciudad y todos como si nada… Y no soy perverso al mencionarlos juntos, pero el diputado Ricardo Gallardo Cardona nos demuestra que como se la toquen baila… Y no lo hace mal… Prudente, precavido, sin pleitos ni escándalos, Rolando Hervert hace su trabajo y espera resultados… El terrible Manolo soltó la carcajada al enterarse que un alcalde peruano se echó de clavado en siniestro ataúd para no ser detenido por violar la cuarentena. Y todo por andar de catarrín… HASTA LA PRÓXIMA

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

El Gobierno del Estado se reactivará en julio

Si bien el programa de reactivación es desconocido para la población del estado, el gobierno de Juan Manuel Carreras López se dispone a reanudar sus labores cotidianas hasta el 1 de julio, cuando paulatinamente y en condiciones seguras se hayan normalizado las actividades en los ramos esenciales de la industria de la construcción, la minería y la industria automotriz, a fin de no agregar, en junio, un amplio sector de población cuya movilidad sería riesgosa.

Ha sido cauto Carreras López en un proceso que exige medidas bien pensadas. Acciones que prevengan contagios y procesos que permitan la reanudación de la economía estatal sin exponerse a la pérdida de vidas humanas y, por supuesto, de más pérdidas económicas que las que ya padecemos al momento.

Mientras tanto, quizá valga la pena recordar que, cuando hablamos de gobierno nos referimos a los tres poderes que lo forman y que son corresponsables del destino que tengamos en el corto y el mediano plazo. El quebranto financiero del gobierno es evidente y no precisamente por los malos manejos de la administración estatal. Creo que la administración gubernamental necesita definir su futuro ahora, con acierto y con decisión, sin titubeos.

La política, en el presente de México, debe cambiar de prácticas y planteamientos. Las conductas que aspiraban a quedar bien con todo mundo, a dejar satisfechas a las mayorías a través de concesiones y gracias, son, todas, cosa de la historia reciente. En este momento el gobierno del estado –los tres poderes pues- necesitan proyectar su carácter al plano de las realidades.

Ningún gobierno aspira a hacer las cosas bien si los encargados de hacerlas jalan cada quien para su lado. No es el destino personal ni el de sus partidos lo que está en juego sino el de todos los habitantes del territorio que tenemos por solar nativo. Convocar a todos los integrantes del gobierno a no apendejarse viendo moros con tranchetes, no es una sugerencia sino una orden de los habitantes de un estado al que todos los funcionarios dicen querer y defender. Pasen de las palabras a los hechos.

Sean devotos de quien quieran, pero en sus plegarias pidan inteligencia clara, capacidad de análisis y firmeza en sus decisiones para que el presente sirva de cimiento sólido al futuro. Ninguno de los tres poderes está por encima de los otros. Orienten sus voluntades en el mismo sentido y eviten los riesgos para que se garantice el éxito. Si algún pendejo la trae contraria, háganselo notar porque si no pueden convencer a uno, menos convencerán a todo un pueblo. ¿Así, o más claro?

Y HOY ¿TENEMOS QUE DECIDIR?

Casi es imposible pronunciar los nombres de los candidatos que contenderán por la gubernatura de San Luis dentro de unos meses más. El proceso previo a la elección se ha retrasado un mes por la pandemia que nos aqueja. Sin embargo, es un hecho que tenemos hoy más experiencia como electores. La información disponible a través de las redes es muy numerosa pero también poco confiable. El hecho es que la calidad ciudadana que elige gobernantes en el próximo proceso es distinta a la que participó en los procesos anteriores.

El porcentaje de ciudadanos conscientes de que su voto es indispensable para el desarrollo de su ciudad, de su municipio, de su estado y su país, va en proporción directa con los niveles educativos. Por eso los partidos se han visto recientemente superados por la ciudadanía que rechaza a los personajes que postulan, especialmente si son conocidos por sus desempeños anteriores, por los compromisos que tienen a la vista o los que quieren esconder sin lograrlo.

No pretendo un análisis por partidos sino una revisión de personajes que aspiran a gobernar San Luis con el respaldo de su experiencia política en sus partidos, o con el reconocimiento de una imagen que han confeccionado en base a sus actuaciones de gobierno o de representación.

En San Luis nos urgen caras nuevas y prometedoras. Las generaciones de los 50 años recientes hemos visto pasar a individuos con capacidades demasiado cortas para gobernar el estado. Promesas vinieron y se fueron y seguimos en las mismas. Pleitos aquí, pleitos allá, negocios por todos lados, y solamente dos potosinos han dado resultados alentadores tras sus mandatos.

No es cosa de confrontar el pasado, ni de repartir acusaciones a diestra y siniestra. Es cosa de acusar recibo de las experiencias tenidas en medio siglo para tratar de encontrar al sujeto que tenga el perfil que necesita San Luis Potosí para recolocarse en el lugar que tenía a mediados del Siglo XX. Creo que en la segunda mitad del siglo pasado han crecido generaciones de potosinos que –dentro y fuera de nuestro estado- han acumulado una imagen y construido un prestigio que podemos tomar en cuenta, tanto como el que los residentes permanentes de la entidad han podido acumular en esos años.

Es el momento de abrir la baraja para ver qué juego tenemos y apostar en busca de un cambio eficaz. El cambio será eficiente sólo si es suficiente. Eso es lo que debemos determinar como ciudadanos. El desarrollo del estado no puede ser resultado de una fórmula mágica que podamos realizar con palabras y conjuros sino a partir de una revisión puntual de lo que tenemos en la mesa de nuestro juego político, para saber cuántos son los aspirantes y dónde están, y luego ver su desempeño en la campaña para saber a cuál queremos.

No me parece justo descalificar a nadie por sus aspiraciones. Pero quien quiera ser debe aceptar la revisión minuciosa de una ciudadanía que es, hoy, un conjunto de mujeres y hombres, de jóvenes, maduros y mayores, todavía dispuesto a dar la batalla por todo lo que no pudimos hacer en medio siglo por circunstancias que nos han servido de experiencias, para no repetir los mismos errores.

Los malos gobiernos no han sido solamente culpa de quienes los encabezaron sino del desatino ciudadano por confiar en ellos y en gente como ellos que desviaron el camino con fines cuyo perjuicio está a la vista. No podemos errar otra vez porque si nunca estuvimos jugando, ora menos nos la vamos a jugar, pero la semana próxima le presento jugadores.

EL COTARRO POLÍTICO

El alcalde Xavier Nava informó ayer que va a continuar con la conservación del Centro Histórico y de zonas emblemáticas de la ciudad. Destacó el más de medio centenar de fachadas ya rehabilitadas en el pasaje de Zaragoza, así como el cambio de equipamiento e infraestructura en distintas calles de la zona centro, lo que se ampliará a avenida Carranza. Afirmó que se continuará con la eliminación de anuncios que no cumplen con las disposiciones municipales, federales e incluso internacionales, lo cual es digno de mencionar porque sus inspectores de comercio bien que se ganan propinas de rotulistas que perjudican impunemente la ciudad y todos como si nada… Y no soy perverso al mencionarlos juntos, pero el diputado Ricardo Gallardo Cardona nos demuestra que como se la toquen baila… Y no lo hace mal… Prudente, precavido, sin pleitos ni escándalos, Rolando Hervert hace su trabajo y espera resultados… El terrible Manolo soltó la carcajada al enterarse que un alcalde peruano se echó de clavado en siniestro ataúd para no ser detenido por violar la cuarentena. Y todo por andar de catarrín… HASTA LA PRÓXIMA

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx