/ sábado 14 de septiembre de 2019

Solarium

Las dinastías económicas y el poder público son opacos

Las dinastías potosinas del poder económico y los funcionarios de los llamados “entes auditables” comparten opacidad, pero se exigen transparencia. Unas y otros tutelan mercenarios de la información, para extorsionar unas, y para defenderse los otros.

Convertir el derecho a la información en su principal instrumento de ataque, permite a las dinastías “pagar” a investigadores que, bajo el disfraz de entelequias como “ciudadanos observando”, concretan sus afanes de venganza por la pérdida de 4 millones de pesos que la “ecuación corrupta” les desapareció cuando se vio impedida de aprobar un negocio multimillonario relacionado con luminarias para la ciudad.

El campo de las libertades y los derechos es el ágora para la libre expresión de las ideas y para el inevitable derecho al acceso a la información de las cuitas del poder público. Sin duda un avance para la sociedad.

No obstante, la perversión en el uso del derecho a ser informado y la libertad de expresar, desnuda al poder público y lo hace vulnerable, temeroso, a veces sometido, pero también cínico e importamadrista.

Si el “investigador” se olvida de su derecho de proponer, de opinar, de ofrecer opciones distintas, entonces su quehacer se limita al descrédito y, quizá, a la ofensa de quien es recipiente de sus afanes, mientras se oculta en la oscuridad para no dar respuesta a la pregunta: ¿de qué vives?

LA INSEGURIDAD NOS ROBA LA LIBERTAD

Alumnos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí taparon el paso de vehículos en torno de la zona universitaria oriente inmediatamente después de que una alumna de la licenciatura en psicología escapó de sus fallidos secuestradores.

El sentimiento de inseguridad nos roba la libertad de transitar pacíficamente por la vía pública. Nos lleva a la estresante alerta de descubrir en la mirada de los otros la intención de dañarnos o de quitarnos.

A veces ni los grupos estudiantiles son suficientes para transitar sin temores por calles, avenidas y parques de la ciudad. El peligro de ser agredido circula en sentido contrario de nuestros desplazamientos. Nadie está confiado mientras está en la calle.

Las compensaciones que aminoren el sentimiento de inseguridad no aparecen por ningún lado, ni siquiera cuando al paso aparece una patrulla porque sus ocupantes atemorizan lo mismo que el potencial delincuente.

Pero más allá de la impotencia del gobierno para disolver la inseguridad, está la decisión de revertir los ataques del hampa cuando aparecen en casi todos los rumbos advertencias de que los vecinos del sector están vigilando, alertas, para cobrar inmediata venganza, es decir, impartir justicia por mano propia, con todo lo que eso significa.

EL COTARRO POLÍTICO

Un número cada vez mayor de jóvenes aficionados al ciclismo han convertido las vialidades del parque Tangamanga 1 en pistas de entrenamiento. Superan la velocidad que se impone a los automovilistas, son irrespetuosos de la vida de quienes caminan o corren, elevan los riesgos de accidentes y nadie dice nada. ¡Increíble!... La diputada Sonia Mendoza concluyó su presidencia del Congreso del Estado con un desayuno ofrecido a los reporteros de la fuente. Buena ocasión para pedir que la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo sea ejercida por una mujer panista, o sea, la diputada Vianey Montes Colunga y no por el estirado Rolando Hervert Lara… Si las dependencias del gobierno siguen recurriendo a las estadísticas para contrarrestar la crítica, los resultados serán pobres… Por cierto, Gabriel Rosillo tiene un serio problema en su indefinida área de comunicación… O la encargada le baja diez rayitas o quítenla, no da para más… Ayer, Eduardo Marceleño oyó pasos en la azotea y se puso serio… Entre tanto, el terrible Manolo da por hecho que hoy si alcanza menudo en “la patas peludas”… HASTA LA PRÓXIMA.

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

Las dinastías económicas y el poder público son opacos

Las dinastías potosinas del poder económico y los funcionarios de los llamados “entes auditables” comparten opacidad, pero se exigen transparencia. Unas y otros tutelan mercenarios de la información, para extorsionar unas, y para defenderse los otros.

Convertir el derecho a la información en su principal instrumento de ataque, permite a las dinastías “pagar” a investigadores que, bajo el disfraz de entelequias como “ciudadanos observando”, concretan sus afanes de venganza por la pérdida de 4 millones de pesos que la “ecuación corrupta” les desapareció cuando se vio impedida de aprobar un negocio multimillonario relacionado con luminarias para la ciudad.

El campo de las libertades y los derechos es el ágora para la libre expresión de las ideas y para el inevitable derecho al acceso a la información de las cuitas del poder público. Sin duda un avance para la sociedad.

No obstante, la perversión en el uso del derecho a ser informado y la libertad de expresar, desnuda al poder público y lo hace vulnerable, temeroso, a veces sometido, pero también cínico e importamadrista.

Si el “investigador” se olvida de su derecho de proponer, de opinar, de ofrecer opciones distintas, entonces su quehacer se limita al descrédito y, quizá, a la ofensa de quien es recipiente de sus afanes, mientras se oculta en la oscuridad para no dar respuesta a la pregunta: ¿de qué vives?

LA INSEGURIDAD NOS ROBA LA LIBERTAD

Alumnos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí taparon el paso de vehículos en torno de la zona universitaria oriente inmediatamente después de que una alumna de la licenciatura en psicología escapó de sus fallidos secuestradores.

El sentimiento de inseguridad nos roba la libertad de transitar pacíficamente por la vía pública. Nos lleva a la estresante alerta de descubrir en la mirada de los otros la intención de dañarnos o de quitarnos.

A veces ni los grupos estudiantiles son suficientes para transitar sin temores por calles, avenidas y parques de la ciudad. El peligro de ser agredido circula en sentido contrario de nuestros desplazamientos. Nadie está confiado mientras está en la calle.

Las compensaciones que aminoren el sentimiento de inseguridad no aparecen por ningún lado, ni siquiera cuando al paso aparece una patrulla porque sus ocupantes atemorizan lo mismo que el potencial delincuente.

Pero más allá de la impotencia del gobierno para disolver la inseguridad, está la decisión de revertir los ataques del hampa cuando aparecen en casi todos los rumbos advertencias de que los vecinos del sector están vigilando, alertas, para cobrar inmediata venganza, es decir, impartir justicia por mano propia, con todo lo que eso significa.

EL COTARRO POLÍTICO

Un número cada vez mayor de jóvenes aficionados al ciclismo han convertido las vialidades del parque Tangamanga 1 en pistas de entrenamiento. Superan la velocidad que se impone a los automovilistas, son irrespetuosos de la vida de quienes caminan o corren, elevan los riesgos de accidentes y nadie dice nada. ¡Increíble!... La diputada Sonia Mendoza concluyó su presidencia del Congreso del Estado con un desayuno ofrecido a los reporteros de la fuente. Buena ocasión para pedir que la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo sea ejercida por una mujer panista, o sea, la diputada Vianey Montes Colunga y no por el estirado Rolando Hervert Lara… Si las dependencias del gobierno siguen recurriendo a las estadísticas para contrarrestar la crítica, los resultados serán pobres… Por cierto, Gabriel Rosillo tiene un serio problema en su indefinida área de comunicación… O la encargada le baja diez rayitas o quítenla, no da para más… Ayer, Eduardo Marceleño oyó pasos en la azotea y se puso serio… Entre tanto, el terrible Manolo da por hecho que hoy si alcanza menudo en “la patas peludas”… HASTA LA PRÓXIMA.

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx