Yo no estoy de acuerdo
Cuando se trata de pedir votos, los aspirantes a cualquier cargo de elección popular sostienen, muy convencidos, que son el mejor candidato a quien podríamos confiar el futuro de un municipio, de un estado o de la nación entera. Obtenido el triunfo, todos, casi sin excepción, se expresan sorprendidos de los “cochineros”, de las irregularidades y de los desfalcos que encontraron en muchos de los ámbitos de la administración pública, y entonces comenzamos a oír una serie de pretextos por los cuales su trabajo no puede realizarse, habiéndonos prometido lo contrario.
El desgaste final de los partidos como instituciones que arropan a todo tipo de personajes, la mayoría de ellos seguros de que su vida personal y familiar depende de cuál sea el monto de sus ingresos. Y es aquí donde empiezan los problemas. Si la inmensa mayoría de los mexicanos que contribuyen con sus impuestos al gasto nacional, estatal o municipal, fuéramos “cuentachiles” estoy seguro de que seríamos más exigentes con la clase política entronizada. No para reducirles su sueldo ni andar con estratagemas dislocadas de la realidad, sino para exigir que cumplan sus promesas de campaña y dejen de echar la culpa a quienes les antecedieron en sus cargos porque en eso no habíamos quedado, ni fue un compromiso suyo revisar con lupa las cuentas del pasado para sacarle al bulto.
Verdaderamente estamos ante un fraude de los políticos en el gobierno. No fueron contratados mediante el voto para hacerle las cuentas al que se fue pues para eso hay órganos encargados de la revisión y de las sanciones. Ninguna ley en México establece que los gobernantes que salen deban dejar las arcas a reventar para que quien les suceda pueda desarrollar una actividad constante, sana y resolutiva. A partir del primer día de su acceso al poder debieron entrar recursos a las arcas municipales, estatales, nacionales, y con ellos empezar a trabajar. Si no son suficientes, como lo son, entonces deben solicitar a los ciudadanos una aportación que permita sufragar el costo de obras, servicios, salarios y todo lo demás que forma parte de la cuenta pública. Pero sus miedos se los impiden. Nadie quiere fastidiar al causante porque quienes pagan están convencidos de que no reciben a cambio lo que es lógico de esperar: obras, servicios y todo aquello que nos asegure una vida decorosa.
No hay que equivocarse. ¿Por qué el ayuntamiento capitalino publicita tanto el número de denuncias sobre movimientos irregulares en la hacienda municipal en vez de ponerse a trabajar? No hay, entre las funciones del ayuntamiento en actuación, alguna que exprese la obligación de revisar movimientos que no son de su periodo administrativo, pero lo hace con fines políticos que distraen el trabajo de los funcionarios por algo que todos los habitantes de la ciudad –menos ellos- ya sabíamos, ya había denuncias y revisiones. O dígame usted ¿qué gana Xavier Nava con ver a Ricardo Gallardo Juárez en la cárcel?, ¿eso nos devolverá mejores calles, tendremos mayor vigilancia y habrá suficiente agua en nuestras casas?
Gallardo Juárez fue un alcalde que hizo lo que está haciendo Xavier Nava, para juzgar a su antecesor Mario García Valdez, y Mario quiso quedar bien con el nefasto doctor Fernando Toranzo Fernández fastidiando a Victoria Labastida. El cuento no tiene fin si miramos el pasado. Creo que es hora de pensar en resolver los problemas en el área de las responsabilidades municipales. Al final, ¿cuánto dinero recibió Nava de Gallardo cuando le entregó el Ayuntamiento?, ¿qué obras y servicios estaban en proceso? Lo ignoramos, pero ya párenle y póngase a trabajar. Luego nos informa cuánto le costaron los abogados que contrató.
EL IR Y VENIR DE LA GENTE
Por qué si la población migrante que pasa por México rumbo a Estados Unidos proviene de Honduras, El Salvador y Guatemala, los gobiernos de estos países no son amenazados por el presidente norteamericano con imponerles aranceles especiales a sus exportaciones hacia el país del norte. No es una pregunta con la que uno manifieste ignorancia sino extrañeza. Por eso no pongo los signos de interrogación al escribirla.
Es obvio que Estados Unidos no tiene grandes negocios en operación en los países centroamericanos, pero sus gobiernos no expresan la menor preocupación por lo que su gente provoca en México ni se interesan por el destino de cientos de miles de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que pasan por acá, sorteando miles de dificultades y sufriendo ataques y carencias que nos demuestran su vulnerabilidad.
Pero nuestro gobierno se convenció de que una política consentidora de la población migrante, por mucho que estuviera apegada al respeto a los derechos de la población en esas condiciones, si el país de destino, Estados Unidos, no desea recibirlos por las razones que exponga, entonces nos expresa enfático algo así como: “pues si tanto los quieren, llévenselos a su casa”.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, fue más allá de decisiones improvisadas y coloca en el paquete acordado propiciar el desarrollo económico de los países de origen para que la migración tenga un freno real. Falta, ahora, que los gobiernos centroamericanos acepten las medidas acordadas por Estados Unidos y México y hagan valer su autoridad para garantizar la seguridad de sus nacionales.
Algunos expertos sostienen que los mexicanos no migran a Estados Unidos en el volumen que se registró en el pasado. Es una buena noticia. Si se reduce en el sur de México tal vez sea producto del acuerdo. Entonces va a quedar pendiente el segmento de árabes, orientales, africanos y cubanos que vieron la puerta de México abierta y se trasladaron en avalanchas incontrolables.
Entre tanto, los gobiernos estatales deben precaver la forma en que serán atendidas las personas, familias o grupos que deban permanecer en nuestro territorio mientras obtienen una respuesta del gobierno de los Estados Unidos. El número de centroamericanos, africanos, cubanos, árabes, etcétera, que decidan quedarse en México es imposible de precisar. Lo cierto es que nuestro gobierno ha aprendido muy pronto una elección valiosa: en boca cerrada no entra mosca.
A seis meses de iniciado el gobierno federal actual, ha tenido más experiencias que ningún otro. Y como ningún otro necesita resolver con tino los retos que se le presentan en todos los órdenes, pero especialmente en el migratorio y en el comercial, para no tener enfrente conflictos futuros.
En un segundo plano, no sería mala la idea de que los gobiernos de centro América y México se pusieran a dialogar para alcanzar acuerdos en el supuesto de que una gran mayoría de quienes salieron en peregrinación regresen sin contratiempos. El sueño para muchos habrá terminado, pero ojalá no se convierta en pesadilla.
EL COTARRO POLÍTICO
El Semáforo Delictivo Nacional es un organismo que analiza detenidamente la cantidad de delitos que se cometen en cada estado de la república y emite periódicamente sus resultados. San Luis está entre las entidades que no tienen señales rojas a pesar de que la sensación de inseguridad sea distinta. Es decir, objetivamente no hay de qué preocuparnos pero tampoco es bueno el exceso de confianza… Como los legisladores se terminaron el paquete de propuestas para llamar la atención, se decidieron por abrirle un juicio político al titular de Seguridad Pública, Jaime Pineda, pero ante quien solamente podrán usar balas de salva. La verdad son ganas de hacerle al tío Lolo… Pues el gobernador Juan Manuel Carreras fue ayer a Salinas para entregar 4.9 millones de pesos a 1,424 productores agropecuarios como parte del seguro catastrófico por el periodo 2018… Aprovechó para hacer entrega de obras educativas con valor de 48 millones de pesos… Desde ayer, Luis Miguel Torres Casillas es el oficial mayor del ayuntamiento de la capital en lugar del recién renunciado Oscar Valle Portilla… El alcalde Xavier Nava Palacios informa que ha recibido notificaciones de la Auditoría Superior del Estado y de la Auditoría Superior de la Federación para revisar las cuentas de 2018 y 2017, derivado de lo cual se podrían fincar responsabilidades a quienes resulten responsables… Otra buena noticia es que el ayuntamiento ha mejorado sus niveles de recaudación, especialmente en el impuesto predial… Bueno, aquí permítame disculparme con el diputado Héctor Mauricio Ramírez Konoshi porque le cambié su primer apellido en una intervención mía reciente… Por cierto, ayer envió una iniciativa para que se incorpore al plan de estudios de secundaria y bachillerato un programa de educación financiera. Una actualización importante para los niños y jóvenes de esta época… Por su parte, el diputado panista y presidente de la comisión de justicia del Congreso del Estado, Rubén Guajardo Barrera, dijo ayer que el Centro de Transferencia de Migrantes que se pretende instalar en la delegación municipal de La Pila, dijo que no hay presupuesto para eso y que podría quedar en el aire… Sus cálculos son de que 250 migrantes llegarían diariamente a ese centro, lo cual reclama más capacidad… Bueno, pues el terrible Manolo tiene calor y eso lo enfada, lo abruma y yo me despido… HASTA LA PRÓXIMA
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