/ sábado 21 de julio de 2018

Solárium

· FFrente a AMLO, gobiernos estatales dóciles

Lo peor que le puede ocurrir a un gobierno de cimientos democráticos es transitar entre gobiernos estatales dóciles. Si bien los acuerdos y las promesas iniciales se entienden en función de la necesaria etapa de reconciliación, los gobernadores sumisos ante el presidente solamente demostrarán su negativa a responsabilizarse de la parte del país que gobiernan por cualquiera de estas razones: por temor a ser reprendidos por las fallas de sus administraciones –enseguida lo explico- o porque no tienen ni han tenido el menor deseo de sacar adelante sus estados en esta nueva etapa de gobierno.

Las líneas gruesas que bosquejan su gobierno, nos presentan la imagen de una administración que considera innecesario someterse a las disposiciones todavía vigentes porque sabe que la próxima legislatura federal realizará los cambios constitucionales para que se concreten los proyectos que hoy, con las leyes actuales, no podrían ser. El criterio de AMLO se sustenta también en el hecho de que las legislaturas de los estados que fueron electas el 1 de julio anterior, tienen una representación sólida de su partido y que en cualquier momento las iniciativas de modificaciones constitucionales que proponga al Congreso de la Unión obtendrían el respaldo de las legislaturas locales en las proporciones que marca la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Igual que en el caso de San Luis Potosí, otras entidades del país no disponen de legislaturas que signifiquen un contrapeso para el Ejecutivo Federal.

Los gobernadores que provienen del PAN y del PRI o del PRD no están seguros de contrapesar al Ejecutivo Federal en busca de un equilibrio político indispensable para gobernar en equilibrio y con sentido común. Los rasgos de la nueva administración federal no corresponden a los de un gobierno negociador. Da la impresión de que las acciones correspondientes a las palabras “cambio” y “reorganización” no son sinónimas y que la resultante de ambas tiene un significado distinto al que suponen la mayoría de los mexicanos. Además, el marco de los supuestos todavía no alcanza sus proporciones definitivas pues las informaciones sobre lo que ocurrirá a partir del 1 de diciembre próximo apenas ha comenzado, pero ha generado una dinámica de confusiones y cuestionamientos que distorsionan el escenario en los meses previos al cambio de los poderes federales.

En ese contexto, cómo admitir y alabar las políticas anunciadas por AMLO como las que le darán carácter su gobierno si no son producto de los necesarios acuerdos nacionales que empiezan con los gobiernos estatales y debieran continuar con la aceptación popular para que se haga realidad el precepto democrático que nos induce el presidente electo. La discusión de los temas nacionales probablemente no sea la manera más práctica de alcanzar consensos, y tal vez tengamos que elevar nuestro nivel de tolerancia en espera de que el proceso de interacción entre gobierno y ciudadanía comience con mucha buena voluntad y confianza. En algunos casos, las agendas podrían manejarse como los ha manejado el presidente electo hasta ahora, pero no es deseable que la palabra presidencial –ahora y en la hora- se convierta en dogma y cualquier diferendo se satanice ipso facto.

Por ejemplo, si los gobernadores aceptaron la política federal de austeridad es porque carecen de elementos para la controversia. Pero, ¿sucederá lo mismo cuando la política federal sea obligar a los estados a declinar su cuestionamiento ante algo que no desean?

LOS AYUNTAMIENTOS, MÁS POLÍTICA QUE GOBIERNO

El caso más ilustrativo de la caída de los gobiernos municipales en un pozo de controversias que quitan tiempo y pervierten el uso del poder, es el de la capital de nuestro querido estado. Antes que preparar un plan de gobierno adaptable a las circunstancias ya intuidas por el nuevo alcalde, lo que escuchamos, leemos y vemos los habitantes de San Luis Potosí nada tiene que ver con la superación de los problemas urbanos y sí, en cambio, con la acción “justiciera” de exhibir a Ricardo Gallardo Juárez como el más perverso de los perversos y deshonesto entre deshonestos, lo que acepto y alabo en cualquier otra boca, menos en las del hombre –y su equipo- que prometió corregir, no castigar.

Nadie puede negar en esta ciudad los excesos cometidos por Gallardo y su gente durante su administración. Pero la cadena de censuras y condenas de un presidente municipal al que le sigue no va a terminar si nadie pone un hasta aquí. No está establecido en ninguna ley que un alcalde sea quien coloque el cadalso para sacrificar a su antecesor. Sí, en cambio, es posible exigir a los miembros del cabildo que acompañan el trabajo del alcalde en turno, que demuestren que cumplieron su obligación de sancionar los errores del presidente municipal o que expliquen cómo fueron tan tontos de firmar lo que hoy se menciona como un “cochinero”.

Gallardo no es santo de mi devoción, pero no por eso me voy con las ideas de sus contrarios. Primero, la responsabilidad del nuevo alcalde comienza en el momento en que reciba el poder municipal. No está obligado a explicar, ni a responder por lo que Gallardo haya hecho mal. La revisión de las cuentas municipales corresponde a la Auditoría Superior del Estado y su calificación a la próxima Legislatura Local. Mal empezaría Xavier Nava al justificar su impotencia porque encontró una administración deficiente. Debió saberlo con antelación y estar preparado para resolver los problemas. Los castigos a Gallardo estarán en otras manos, no en las suyas.

Seguramente usted se preguntará: “Bueno, ¿y este cabrón por qué se expresa así?” Porque ya no dejemos que las marranadas de los políticos sirvan a otros políticos para lavarse las manos. No es mi deseo –y tengo derecho a expresarlo- que la cadena de pretextos se alargue a infinito y cada vez que haya un cambio de alcalde nos salga con la novedad de que su antecesor cometió errores y que debe exhibirlo para que todo salga bien. Que no nos quieran ver la cara de babosos. Van a buscar la presidencia ¿y no saben en qué se meten?

Todavía no inicia la entrega recepción y desconocemos la mayoría de sus detalles. Pero ya quieren linchar a Gallardo. No jodan. Ese juego es, de entrada, muy poco serio en un personaje que supongo es acompañado por una colección de experiencias y conocimientos dignos de mucho mejor suerte. Espero que haya quedado claro que no tengo obligaciones con Gallardo y tampoco las quiero con Nava.

Y más claro debe quedar que alguien debe encarar los problemas de la ciudad por encima de pleitos y desacuerdos políticos, que entiendan que San Luis ya no es el de hace 25 años y no quisiera que nuestros hijos y nietos nos señalen algún día por irresponsables, cobardes y mensos.

EL COTARRO POLÍTICO

El gobernador Juan Manuel Carreras López presentó la edición número 38 del Festival Internacional de Danza Contemporánea “Lila López” en el Patio del Gallo del Museo Leonora Carrington, que contará con una programación extensa y equilibrada en presentaciones de compañías internacionales de danza y actividades académicas del 26 de julio al 3 de agosto. La mestra Lila López es una potosina por adopción cuya memoria perdura entre nosotros por siempre… El actual ayuntamiento de la capital respetará los tiempos y lineamientos marcados para el proceso de entrega-recepción, para no violentar las disposiciones de ley, declaró el secretario general Jesús Ernesto Barajas Ábrego, quien afirmó que todo está en orden en la presente administración. Antes, sostuvo una reunión con representantes del Presidente Municipal electo a quienes dijo: “no nos podemos adelantar, debemos seguir lo que indica (la norma) como la conformación de una comisión de ambas partes, en las que estarán incluidos tanto regidores entrantes como salientes”. En ese aspecto, dijo tener conocimiento de impugnaciones en la conformación del Cabildo para el próximo trienio, de ahí que se debe esperar para no violentar los derechos de quienes pudieran incorporarse a la referida comisión del ayuntamiento que gobernará a partir de octubre… La organización de la Feria Nacional Potosina camina como es debido. Revisa los protocolos de seguridad y seguramente se le dará mayor realce al evento que ya figura entre los más importantes del país… Si la garantía de que todos los mexicanos tendremos derecho a ser preparados profesionalmente en las instituciones de educación superior se cumple a partir de 2019, entonces no os preocupéis señores padres de familia. Se acabaron los exámenes de admisión… En materia de seguridad pública cada quien maneja sus cifras a su antojo. Lo mejor es que cada quien esté alerta y no contribuya a que la situación empeore… El terrible Manolo llegó de guarache, morral y lente oscuro. ¡Órale!... HASTA LA PRÓXIMA.


pedrocervantesroque@yahoo.com.mx




· FFrente a AMLO, gobiernos estatales dóciles

Lo peor que le puede ocurrir a un gobierno de cimientos democráticos es transitar entre gobiernos estatales dóciles. Si bien los acuerdos y las promesas iniciales se entienden en función de la necesaria etapa de reconciliación, los gobernadores sumisos ante el presidente solamente demostrarán su negativa a responsabilizarse de la parte del país que gobiernan por cualquiera de estas razones: por temor a ser reprendidos por las fallas de sus administraciones –enseguida lo explico- o porque no tienen ni han tenido el menor deseo de sacar adelante sus estados en esta nueva etapa de gobierno.

Las líneas gruesas que bosquejan su gobierno, nos presentan la imagen de una administración que considera innecesario someterse a las disposiciones todavía vigentes porque sabe que la próxima legislatura federal realizará los cambios constitucionales para que se concreten los proyectos que hoy, con las leyes actuales, no podrían ser. El criterio de AMLO se sustenta también en el hecho de que las legislaturas de los estados que fueron electas el 1 de julio anterior, tienen una representación sólida de su partido y que en cualquier momento las iniciativas de modificaciones constitucionales que proponga al Congreso de la Unión obtendrían el respaldo de las legislaturas locales en las proporciones que marca la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Igual que en el caso de San Luis Potosí, otras entidades del país no disponen de legislaturas que signifiquen un contrapeso para el Ejecutivo Federal.

Los gobernadores que provienen del PAN y del PRI o del PRD no están seguros de contrapesar al Ejecutivo Federal en busca de un equilibrio político indispensable para gobernar en equilibrio y con sentido común. Los rasgos de la nueva administración federal no corresponden a los de un gobierno negociador. Da la impresión de que las acciones correspondientes a las palabras “cambio” y “reorganización” no son sinónimas y que la resultante de ambas tiene un significado distinto al que suponen la mayoría de los mexicanos. Además, el marco de los supuestos todavía no alcanza sus proporciones definitivas pues las informaciones sobre lo que ocurrirá a partir del 1 de diciembre próximo apenas ha comenzado, pero ha generado una dinámica de confusiones y cuestionamientos que distorsionan el escenario en los meses previos al cambio de los poderes federales.

En ese contexto, cómo admitir y alabar las políticas anunciadas por AMLO como las que le darán carácter su gobierno si no son producto de los necesarios acuerdos nacionales que empiezan con los gobiernos estatales y debieran continuar con la aceptación popular para que se haga realidad el precepto democrático que nos induce el presidente electo. La discusión de los temas nacionales probablemente no sea la manera más práctica de alcanzar consensos, y tal vez tengamos que elevar nuestro nivel de tolerancia en espera de que el proceso de interacción entre gobierno y ciudadanía comience con mucha buena voluntad y confianza. En algunos casos, las agendas podrían manejarse como los ha manejado el presidente electo hasta ahora, pero no es deseable que la palabra presidencial –ahora y en la hora- se convierta en dogma y cualquier diferendo se satanice ipso facto.

Por ejemplo, si los gobernadores aceptaron la política federal de austeridad es porque carecen de elementos para la controversia. Pero, ¿sucederá lo mismo cuando la política federal sea obligar a los estados a declinar su cuestionamiento ante algo que no desean?

LOS AYUNTAMIENTOS, MÁS POLÍTICA QUE GOBIERNO

El caso más ilustrativo de la caída de los gobiernos municipales en un pozo de controversias que quitan tiempo y pervierten el uso del poder, es el de la capital de nuestro querido estado. Antes que preparar un plan de gobierno adaptable a las circunstancias ya intuidas por el nuevo alcalde, lo que escuchamos, leemos y vemos los habitantes de San Luis Potosí nada tiene que ver con la superación de los problemas urbanos y sí, en cambio, con la acción “justiciera” de exhibir a Ricardo Gallardo Juárez como el más perverso de los perversos y deshonesto entre deshonestos, lo que acepto y alabo en cualquier otra boca, menos en las del hombre –y su equipo- que prometió corregir, no castigar.

Nadie puede negar en esta ciudad los excesos cometidos por Gallardo y su gente durante su administración. Pero la cadena de censuras y condenas de un presidente municipal al que le sigue no va a terminar si nadie pone un hasta aquí. No está establecido en ninguna ley que un alcalde sea quien coloque el cadalso para sacrificar a su antecesor. Sí, en cambio, es posible exigir a los miembros del cabildo que acompañan el trabajo del alcalde en turno, que demuestren que cumplieron su obligación de sancionar los errores del presidente municipal o que expliquen cómo fueron tan tontos de firmar lo que hoy se menciona como un “cochinero”.

Gallardo no es santo de mi devoción, pero no por eso me voy con las ideas de sus contrarios. Primero, la responsabilidad del nuevo alcalde comienza en el momento en que reciba el poder municipal. No está obligado a explicar, ni a responder por lo que Gallardo haya hecho mal. La revisión de las cuentas municipales corresponde a la Auditoría Superior del Estado y su calificación a la próxima Legislatura Local. Mal empezaría Xavier Nava al justificar su impotencia porque encontró una administración deficiente. Debió saberlo con antelación y estar preparado para resolver los problemas. Los castigos a Gallardo estarán en otras manos, no en las suyas.

Seguramente usted se preguntará: “Bueno, ¿y este cabrón por qué se expresa así?” Porque ya no dejemos que las marranadas de los políticos sirvan a otros políticos para lavarse las manos. No es mi deseo –y tengo derecho a expresarlo- que la cadena de pretextos se alargue a infinito y cada vez que haya un cambio de alcalde nos salga con la novedad de que su antecesor cometió errores y que debe exhibirlo para que todo salga bien. Que no nos quieran ver la cara de babosos. Van a buscar la presidencia ¿y no saben en qué se meten?

Todavía no inicia la entrega recepción y desconocemos la mayoría de sus detalles. Pero ya quieren linchar a Gallardo. No jodan. Ese juego es, de entrada, muy poco serio en un personaje que supongo es acompañado por una colección de experiencias y conocimientos dignos de mucho mejor suerte. Espero que haya quedado claro que no tengo obligaciones con Gallardo y tampoco las quiero con Nava.

Y más claro debe quedar que alguien debe encarar los problemas de la ciudad por encima de pleitos y desacuerdos políticos, que entiendan que San Luis ya no es el de hace 25 años y no quisiera que nuestros hijos y nietos nos señalen algún día por irresponsables, cobardes y mensos.

EL COTARRO POLÍTICO

El gobernador Juan Manuel Carreras López presentó la edición número 38 del Festival Internacional de Danza Contemporánea “Lila López” en el Patio del Gallo del Museo Leonora Carrington, que contará con una programación extensa y equilibrada en presentaciones de compañías internacionales de danza y actividades académicas del 26 de julio al 3 de agosto. La mestra Lila López es una potosina por adopción cuya memoria perdura entre nosotros por siempre… El actual ayuntamiento de la capital respetará los tiempos y lineamientos marcados para el proceso de entrega-recepción, para no violentar las disposiciones de ley, declaró el secretario general Jesús Ernesto Barajas Ábrego, quien afirmó que todo está en orden en la presente administración. Antes, sostuvo una reunión con representantes del Presidente Municipal electo a quienes dijo: “no nos podemos adelantar, debemos seguir lo que indica (la norma) como la conformación de una comisión de ambas partes, en las que estarán incluidos tanto regidores entrantes como salientes”. En ese aspecto, dijo tener conocimiento de impugnaciones en la conformación del Cabildo para el próximo trienio, de ahí que se debe esperar para no violentar los derechos de quienes pudieran incorporarse a la referida comisión del ayuntamiento que gobernará a partir de octubre… La organización de la Feria Nacional Potosina camina como es debido. Revisa los protocolos de seguridad y seguramente se le dará mayor realce al evento que ya figura entre los más importantes del país… Si la garantía de que todos los mexicanos tendremos derecho a ser preparados profesionalmente en las instituciones de educación superior se cumple a partir de 2019, entonces no os preocupéis señores padres de familia. Se acabaron los exámenes de admisión… En materia de seguridad pública cada quien maneja sus cifras a su antojo. Lo mejor es que cada quien esté alerta y no contribuya a que la situación empeore… El terrible Manolo llegó de guarache, morral y lente oscuro. ¡Órale!... HASTA LA PRÓXIMA.


pedrocervantesroque@yahoo.com.mx