/ domingo 13 de septiembre de 2020

Síntomas del 2021

La salida de los diez mandatarios de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) esconde una lectura más profunda que una simple desestabilización interna, es ya una pelea descarnada de lo que será el año electoral 2021, que arrancó en el país el pasado lunes 7 de septiembre.

El mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador un tiempo después de lo que ocurrió en el palacio de Gobierno de Chihuahua ese día, no tiene desperdicio: En la CONAGO se me salieron 10 gobernadores del huacal. Todavía quedan 22 que nos seguirán apoyando, México sigue avanzando.

Es el interés de los partidos políticos que están detrás de los gobernadores que abandonaron la CONAGO apoderarse del Congreso de la Unión, arrebatarle la abrumadora mayoría que López Obrador tiene, enviar el mensaje a la Nación y al mundo que el país se le escurre entre los dedos, que no hay gobernabilidad, aunque se agredió a una organización que no tiene sustento legal para sobrevivir, es de buena voluntad, por lo tanto, ante un ataque político, no tiene defensa.

Todo estaba cocinado, los gobernadores, -ya instalados-, primero se persignaron con su presidente Juan Manuel Carreras López, para “confesarle” sus inconformidades que no eran nuevas porque durante semanas las hicieron públicas, solamente le suavizaron que no era un movimiento contra él ni sus compañeros, es más, le reconocieron ampliamente.

Casualmente la CONAGO tiene en su agenda de pendientes los temas que los gobernadores de la Alianza Federalista traen como bandera de batalla, el principal, la modificación del Pacto Fiscal Federal, que está programado para abordarse, -nuevamente-, pasado mañana con el secretario de Hacienda Arturo Herrera Gutiérrez, en busca de cambiar la fórmula de distribución de los presupuestos a los estados y participaciones a municipios, Carreras López encabezará.

Hay que hacer la precisión que, de los mandatarios en fuga, tres se sienten presidenciables, el anfitrión del lunes 7 de septiembre en Chihuahua, el panista Javier Corral Jurado, el de Jalisco Enrique Alfaro, único que tiene el Movimiento Ciudadano (MC), y también como principal exponente por el casi extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), Silvano Aureoles Conejo.

Otro de los que figuró como punta de lanza, pero harto sospechoso, es el gobernador de Nuevo León, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, a quien esta columna lo mantendría “quinceado” porque su agresividad da lugar a malos entendidos, ofensivo en grado superlativo, hizo evocar que en 2018, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le comprobó que utilizó en su campaña presidencial como aspirante independiente el presupuesto del estado que gobierna, lo iban a meter a la cárcel y fue precisamente la ahora secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, quien le puso a su alcance las herramientas para que quedara a salvo.

El hecho es que como resultado de toda esa canallada, que intentó manchar con política un organismo de tintes más bien ciudadanos como la CONAGO, el resto, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum, la gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich y 19 gobernadores más tuvieron una reunión virtual con el gabinete federal encabezado por la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, apenas el jueves pasado, en la que le dieron un cálido saludo a su presidente y Gobernador de este Estado, Juan Manuel Carreras López, por una impecable trayectoria en apenas dos meses de asumir el encargo.

La agenda de trabajo sigue, gobernadoras y gobernadores cerraron filas, pero con un extraño retorno, “El Pony” de Nuevo León Jaime Rodríguez Calderón, y el gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca, ya extintos en la CONAGO, enviaron representantes personales.

El primer caso está más o menos documentado párrafos arriba, y el segundo, trae graves problemas con la justicia en los Estados Unidos de Norteamérica por “traviesos” negocios.

A lo mejor en los meses que le quedan en la presidencia de la CONAGO, Carreras López deja su mejor legado, el que se necesita, sentar las bases legales para que hechos como el que ocurrió en Chihuahua el 7 de septiembre no se repitan, se puede y se requiere, porque el paso de los años arroja evidencias de que a través de este organismo, las familias mexicanas tienen satisfactores adicionales a los que pueden alcanzar presupuestalmente.

La presidencia de Carreras López respira ahora aires frescos, de cambio, se acabaron las discordancias, en el entendido de que dentro de la unidad y del respeto, de la concertación y del diálogo, los retos grandes se pueden alcanzar, como los inmediatos, la pandemia Covid 19 y las modificaciones al Pacto Fiscal Federal, podrán ser letra muerta en unos meses.

Para resolver ambos, hay fariseos, en los cambios de la fórmula para distribuir los presupuestos de los estados, a ver si a los aliancistas les abren las puertas del Palacio Nacional, el mensaje de López Obrador, el 7 de septiembre, es muy elocuente, y para la pandemia del Covid 19, ya hablaron seis ex secretarios de Salud, emisarios del pasado, responsables del paupérrimo sistema hospitalario que tenemos, con el que se atiende la contingencia sanitaria, a ver quién les hace caso.

twitter:

@lozano_ray

Twitter @lozano_ray

La salida de los diez mandatarios de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) esconde una lectura más profunda que una simple desestabilización interna, es ya una pelea descarnada de lo que será el año electoral 2021, que arrancó en el país el pasado lunes 7 de septiembre.

El mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador un tiempo después de lo que ocurrió en el palacio de Gobierno de Chihuahua ese día, no tiene desperdicio: En la CONAGO se me salieron 10 gobernadores del huacal. Todavía quedan 22 que nos seguirán apoyando, México sigue avanzando.

Es el interés de los partidos políticos que están detrás de los gobernadores que abandonaron la CONAGO apoderarse del Congreso de la Unión, arrebatarle la abrumadora mayoría que López Obrador tiene, enviar el mensaje a la Nación y al mundo que el país se le escurre entre los dedos, que no hay gobernabilidad, aunque se agredió a una organización que no tiene sustento legal para sobrevivir, es de buena voluntad, por lo tanto, ante un ataque político, no tiene defensa.

Todo estaba cocinado, los gobernadores, -ya instalados-, primero se persignaron con su presidente Juan Manuel Carreras López, para “confesarle” sus inconformidades que no eran nuevas porque durante semanas las hicieron públicas, solamente le suavizaron que no era un movimiento contra él ni sus compañeros, es más, le reconocieron ampliamente.

Casualmente la CONAGO tiene en su agenda de pendientes los temas que los gobernadores de la Alianza Federalista traen como bandera de batalla, el principal, la modificación del Pacto Fiscal Federal, que está programado para abordarse, -nuevamente-, pasado mañana con el secretario de Hacienda Arturo Herrera Gutiérrez, en busca de cambiar la fórmula de distribución de los presupuestos a los estados y participaciones a municipios, Carreras López encabezará.

Hay que hacer la precisión que, de los mandatarios en fuga, tres se sienten presidenciables, el anfitrión del lunes 7 de septiembre en Chihuahua, el panista Javier Corral Jurado, el de Jalisco Enrique Alfaro, único que tiene el Movimiento Ciudadano (MC), y también como principal exponente por el casi extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), Silvano Aureoles Conejo.

Otro de los que figuró como punta de lanza, pero harto sospechoso, es el gobernador de Nuevo León, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, a quien esta columna lo mantendría “quinceado” porque su agresividad da lugar a malos entendidos, ofensivo en grado superlativo, hizo evocar que en 2018, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le comprobó que utilizó en su campaña presidencial como aspirante independiente el presupuesto del estado que gobierna, lo iban a meter a la cárcel y fue precisamente la ahora secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, quien le puso a su alcance las herramientas para que quedara a salvo.

El hecho es que como resultado de toda esa canallada, que intentó manchar con política un organismo de tintes más bien ciudadanos como la CONAGO, el resto, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum, la gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich y 19 gobernadores más tuvieron una reunión virtual con el gabinete federal encabezado por la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, apenas el jueves pasado, en la que le dieron un cálido saludo a su presidente y Gobernador de este Estado, Juan Manuel Carreras López, por una impecable trayectoria en apenas dos meses de asumir el encargo.

La agenda de trabajo sigue, gobernadoras y gobernadores cerraron filas, pero con un extraño retorno, “El Pony” de Nuevo León Jaime Rodríguez Calderón, y el gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca, ya extintos en la CONAGO, enviaron representantes personales.

El primer caso está más o menos documentado párrafos arriba, y el segundo, trae graves problemas con la justicia en los Estados Unidos de Norteamérica por “traviesos” negocios.

A lo mejor en los meses que le quedan en la presidencia de la CONAGO, Carreras López deja su mejor legado, el que se necesita, sentar las bases legales para que hechos como el que ocurrió en Chihuahua el 7 de septiembre no se repitan, se puede y se requiere, porque el paso de los años arroja evidencias de que a través de este organismo, las familias mexicanas tienen satisfactores adicionales a los que pueden alcanzar presupuestalmente.

La presidencia de Carreras López respira ahora aires frescos, de cambio, se acabaron las discordancias, en el entendido de que dentro de la unidad y del respeto, de la concertación y del diálogo, los retos grandes se pueden alcanzar, como los inmediatos, la pandemia Covid 19 y las modificaciones al Pacto Fiscal Federal, podrán ser letra muerta en unos meses.

Para resolver ambos, hay fariseos, en los cambios de la fórmula para distribuir los presupuestos de los estados, a ver si a los aliancistas les abren las puertas del Palacio Nacional, el mensaje de López Obrador, el 7 de septiembre, es muy elocuente, y para la pandemia del Covid 19, ya hablaron seis ex secretarios de Salud, emisarios del pasado, responsables del paupérrimo sistema hospitalario que tenemos, con el que se atiende la contingencia sanitaria, a ver quién les hace caso.

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