/ lunes 7 de diciembre de 2020

San Luis mágico

No cabe duda que la clasificación de Santa María del Río como el Pueblo Mágico número cuatro para San Luis Potosí y segundo en la era del gobierno de Juan Manuel Carreras López, significa un fuerte impulso al turismo pero también evidencia una estrategia de desarrollo muy equilibrada en la que, como se trabajó en la educación, la salud y las inversiones, también se va a levantar al sector más golpeado por la pandemia del Covid 19.

Independientemente del camino que se tuvo que recorrer para que el municipio rebocero accediera a ser Pueblo Mágico, quedará en la línea de la certeza jurídica el fundo legal de 1,655.55 Km2, en disputa los últimos 30 años, cuando un grupo de comuneros pretendieron transformar la propiedad privada en ejidal y despojar a cientos de familias de lo que por derecho les corresponde desde hace siglos.

Ya con una certificación del Gobierno de la República, específicamente de la Secretaría de Turismo (SECTUR), con recursos extraordinarios de por medio para fortalecer su crecimiento y embellecimiento, difícilmente la propiedad privada entrará en un pleito por la tenencia de la tierra, en una desestabilización que aleje al turismo, en lo que puede considerarse otro punto a favor del actual gestión estatal.

Al paso de los años, a pesar de carecer de muchos servicios, Santa María del Río pasó de ser un “pueblo burrero” a una zona de descanso, en la que personas visionarias edificaron fincas en los alrededores para pasar fines de semana familiares o temporadas vacacionales y fueron los mejores consumidores de la prenda insignia que se fabrica ahí, el rebozo de seda elaborado a mano, pero no como cualquier souvenir, sino como un artículo de lujo, el más sentido de los obsequios.

Merecedor desde hace muchos años de ser considerado para ser un Pueblo Mágico, este municipio guarda mucho del misticismo de los pueblos más antiguos de México, sus tradiciones religiosas son muy profundas, tiene a los mejores moldeadores de todo tipo de maderas, hondas raíces indígenas guachichiles y otomíes, incluso, hasta un gobernador nos dio, Pascual M. Hernández.

Fundado en 1542 por 500 familias de estas etnias, el municipio de Santa María del Río vio perder en los últimos 50 años a los maestros y maestras tejedores y tejedoras del rebozo de seda, sin que nadie incrementará su número a través de la enseñanza, porque empezó a imponerse la emigración hacia los Estados Unidos y de la bonanza de los dólares, las facilidades para el estudio, surgieron los profesionistas y el pueblo empezó a vaciarse.

Con los datos en la mano, el Gobernador Carreras López integró el expediente y empezó el procedimiento que arrancó formalmente en octubre en la SECTUR; llevó a Miguel Torruco Marqués y al embajador de los Estados Unidos Christopher Landau a Santa María del Río para que conocieran la magia que encierra la elaboración a mano del rebozo de seda, desde el cultivo de la morera, hasta el impacto que causa en los escaparates, conocieron el centro histórico, que aunque pequeño, alberga monumentos que datan de la segunda mitad del siglo XV y, por supuesto, su gastronomía.

El rebozo de seda es la prenda femenina por excelencia, es la que dio identidad a las mujeres en México a través de los años, está declarado “Patrimonio Permanente Cultural” y es inconfundible, a pesar de la gran cantidad de imitaciones que hay en el territorio nacional, el de seda, que se elabora en Santa María es el mejor el país y, fundamentalmente, fue el punto de apoyo del Gobernador para que se le otorgará al municipio la denominación de Pueblo Mágico.

Es un sexenio importante en cuanto al turismo, tan solo en el 2018 recibió el reconocimiento del centro histórico capitalino como Patrimonio Histórico de la Humanidad de la UNESCO, y ahora alcanzó la distinción para Aquismón y Santa María del Río como Pueblos Mágicos que, en los tres casos, les representan financiamientos extraordinarios para la conservación de sus monumentos históricos, pero también significan empleos.

El miércoles inicia aquí el Tianguis Turístico de los Pueblos Mágicos en donde, por supuesto, van a participar los cuatro exponentes con que contamos, Xilitla, Real de Catorce, Aquismón y Santa María del Río, junto con 128 más que hay en el país, pero al igual que Real de Catorce, el municipio rebocero está llamado a ser uno de los que van a registrar progresos a pasos agigantados en poco tiempo, porque su atractivo no se circunscribe solamente al rebozo de seda.

Este lugar, a 40 minutos de esta capital, está rodeado de enormes extensiones territoriales con aguas termales medicinales subterráneas, excelentes para inversionistas nacionales y extranjeros asentados en Querétaro, en la Ciudad de México, y en el Estado de México, que con una buena promoción, los negocios podrían estar prácticamente garantizados.

Esta es la principal ventaja que tiene, que ya en un escaparate de alcance internacional y con una plataforma digital en operaciones un año, como la que ofrecerá el Tianguis Turístico de los Pueblos Mágicos, puede convertir a este nuevo Pueblo Mágico, en un emporio hotelero a largo plazo, en el que la mina de oro, pueden ser las aguas termales y esta es, precisamente, la intención de Carreras López.

No cabe duda que la clasificación de Santa María del Río como el Pueblo Mágico número cuatro para San Luis Potosí y segundo en la era del gobierno de Juan Manuel Carreras López, significa un fuerte impulso al turismo pero también evidencia una estrategia de desarrollo muy equilibrada en la que, como se trabajó en la educación, la salud y las inversiones, también se va a levantar al sector más golpeado por la pandemia del Covid 19.

Independientemente del camino que se tuvo que recorrer para que el municipio rebocero accediera a ser Pueblo Mágico, quedará en la línea de la certeza jurídica el fundo legal de 1,655.55 Km2, en disputa los últimos 30 años, cuando un grupo de comuneros pretendieron transformar la propiedad privada en ejidal y despojar a cientos de familias de lo que por derecho les corresponde desde hace siglos.

Ya con una certificación del Gobierno de la República, específicamente de la Secretaría de Turismo (SECTUR), con recursos extraordinarios de por medio para fortalecer su crecimiento y embellecimiento, difícilmente la propiedad privada entrará en un pleito por la tenencia de la tierra, en una desestabilización que aleje al turismo, en lo que puede considerarse otro punto a favor del actual gestión estatal.

Al paso de los años, a pesar de carecer de muchos servicios, Santa María del Río pasó de ser un “pueblo burrero” a una zona de descanso, en la que personas visionarias edificaron fincas en los alrededores para pasar fines de semana familiares o temporadas vacacionales y fueron los mejores consumidores de la prenda insignia que se fabrica ahí, el rebozo de seda elaborado a mano, pero no como cualquier souvenir, sino como un artículo de lujo, el más sentido de los obsequios.

Merecedor desde hace muchos años de ser considerado para ser un Pueblo Mágico, este municipio guarda mucho del misticismo de los pueblos más antiguos de México, sus tradiciones religiosas son muy profundas, tiene a los mejores moldeadores de todo tipo de maderas, hondas raíces indígenas guachichiles y otomíes, incluso, hasta un gobernador nos dio, Pascual M. Hernández.

Fundado en 1542 por 500 familias de estas etnias, el municipio de Santa María del Río vio perder en los últimos 50 años a los maestros y maestras tejedores y tejedoras del rebozo de seda, sin que nadie incrementará su número a través de la enseñanza, porque empezó a imponerse la emigración hacia los Estados Unidos y de la bonanza de los dólares, las facilidades para el estudio, surgieron los profesionistas y el pueblo empezó a vaciarse.

Con los datos en la mano, el Gobernador Carreras López integró el expediente y empezó el procedimiento que arrancó formalmente en octubre en la SECTUR; llevó a Miguel Torruco Marqués y al embajador de los Estados Unidos Christopher Landau a Santa María del Río para que conocieran la magia que encierra la elaboración a mano del rebozo de seda, desde el cultivo de la morera, hasta el impacto que causa en los escaparates, conocieron el centro histórico, que aunque pequeño, alberga monumentos que datan de la segunda mitad del siglo XV y, por supuesto, su gastronomía.

El rebozo de seda es la prenda femenina por excelencia, es la que dio identidad a las mujeres en México a través de los años, está declarado “Patrimonio Permanente Cultural” y es inconfundible, a pesar de la gran cantidad de imitaciones que hay en el territorio nacional, el de seda, que se elabora en Santa María es el mejor el país y, fundamentalmente, fue el punto de apoyo del Gobernador para que se le otorgará al municipio la denominación de Pueblo Mágico.

Es un sexenio importante en cuanto al turismo, tan solo en el 2018 recibió el reconocimiento del centro histórico capitalino como Patrimonio Histórico de la Humanidad de la UNESCO, y ahora alcanzó la distinción para Aquismón y Santa María del Río como Pueblos Mágicos que, en los tres casos, les representan financiamientos extraordinarios para la conservación de sus monumentos históricos, pero también significan empleos.

El miércoles inicia aquí el Tianguis Turístico de los Pueblos Mágicos en donde, por supuesto, van a participar los cuatro exponentes con que contamos, Xilitla, Real de Catorce, Aquismón y Santa María del Río, junto con 128 más que hay en el país, pero al igual que Real de Catorce, el municipio rebocero está llamado a ser uno de los que van a registrar progresos a pasos agigantados en poco tiempo, porque su atractivo no se circunscribe solamente al rebozo de seda.

Este lugar, a 40 minutos de esta capital, está rodeado de enormes extensiones territoriales con aguas termales medicinales subterráneas, excelentes para inversionistas nacionales y extranjeros asentados en Querétaro, en la Ciudad de México, y en el Estado de México, que con una buena promoción, los negocios podrían estar prácticamente garantizados.

Esta es la principal ventaja que tiene, que ya en un escaparate de alcance internacional y con una plataforma digital en operaciones un año, como la que ofrecerá el Tianguis Turístico de los Pueblos Mágicos, puede convertir a este nuevo Pueblo Mágico, en un emporio hotelero a largo plazo, en el que la mina de oro, pueden ser las aguas termales y esta es, precisamente, la intención de Carreras López.