/ domingo 24 de junio de 2018

¡Sálvense quien pueda!

Se supone que en un país democrático quienes deben elegir a sus gobernantes son los ciudadanos, no los grupos de poder, no los empresarios, no los medios de comunicación, no la delincuencia, no las encuestas. Y ahora, parece que todo eso es más importante que los votos.

Y todos le sacan la vuelta al tema, se echan la pelota unos a otros, mientras los candidatos siguen cayendo en todo el país, otros son amenazados de muerte, sus equipos se encuentran en la mira, los grupos de poder usan a los medios para acabar con sus rivales y también utilizan a sus candidatos que representen sus intereses.

Estas son las elecciones de ¡sálvense quien pueda!

Por primera vez estamos viendo candidatos que están trabajando por su propia cuenta y para su propio proyecto en todos los partidos, a excepción del PRD donde la directriz es muy clara y todos jalan para un mismo lado, perfectamente coordinados con la maquinaria bien aceitada.

De ahí en fuera todo es un verdadero desorden porque cada quien está buscando su propia supervivencia, por eso vemos reuniones dizque “secretas” entre panistas y priístas en la capital, alianzas peligrosas en municipios huastecos, acuerdos indecentes en Matehuala y traiciones en la mayor parte de los municipios.

Y hay quienes insisten en hacer creer a los ciudadanos que ya ganaron la elección presidencial porque “así lo dicen las encuestas” y no están dispuestos a aceptar una cosa distinta, porque entonces lo llamaría fraude.

Nadie respeta a los ciudadanos y su derechos a elegir a sus autoridades mediante el voto y a como de lugar tratan de incidir, incluyendo las asociaciones “ciudadanas” que pretenden convertirse en jueces de consciencia, en dueños de la verdad, en vigilantes de la moral y creen que la única verdad es la suya.

Es decir, todos quienes tienen algún tipo de interés tratan de influir en los ciudadanos, generalmente con situaciones manipuladas o de plano, a través de la violencia, para que lleguen al poder quienes ellos desean de acuerdo a sus intereses.

En estas condiciones es donde los ciudadanos deben hacerse más fuertes y demostrar que solamente ellos tienen la capacidad de decidir y nadie más. No las amenazas, no las encuestas, no las mentiras, porque de lo contrario se estaría comprometiendo la libertad que nos queda de elegir.

Falta tan solo una semana para que se lleve a cabo el proceso electoral más competido de la historia y aunque se empeñen en asegurar lo contrario, la verdad es que no hay nada definido en ninguna elección, siempre y cuando realmente los ciudadanos tengan la voluntad de mantener la decisión en sus manos.

Si se dejan manipular entonces no hay nada qué hacer y serán los poderes fácticos los que decidan, por eso es importante tomar la decisión, sea cual sea, en plena libertad y sin presiones de nadie.

Twitter @lozano_ray



Se supone que en un país democrático quienes deben elegir a sus gobernantes son los ciudadanos, no los grupos de poder, no los empresarios, no los medios de comunicación, no la delincuencia, no las encuestas. Y ahora, parece que todo eso es más importante que los votos.

Y todos le sacan la vuelta al tema, se echan la pelota unos a otros, mientras los candidatos siguen cayendo en todo el país, otros son amenazados de muerte, sus equipos se encuentran en la mira, los grupos de poder usan a los medios para acabar con sus rivales y también utilizan a sus candidatos que representen sus intereses.

Estas son las elecciones de ¡sálvense quien pueda!

Por primera vez estamos viendo candidatos que están trabajando por su propia cuenta y para su propio proyecto en todos los partidos, a excepción del PRD donde la directriz es muy clara y todos jalan para un mismo lado, perfectamente coordinados con la maquinaria bien aceitada.

De ahí en fuera todo es un verdadero desorden porque cada quien está buscando su propia supervivencia, por eso vemos reuniones dizque “secretas” entre panistas y priístas en la capital, alianzas peligrosas en municipios huastecos, acuerdos indecentes en Matehuala y traiciones en la mayor parte de los municipios.

Y hay quienes insisten en hacer creer a los ciudadanos que ya ganaron la elección presidencial porque “así lo dicen las encuestas” y no están dispuestos a aceptar una cosa distinta, porque entonces lo llamaría fraude.

Nadie respeta a los ciudadanos y su derechos a elegir a sus autoridades mediante el voto y a como de lugar tratan de incidir, incluyendo las asociaciones “ciudadanas” que pretenden convertirse en jueces de consciencia, en dueños de la verdad, en vigilantes de la moral y creen que la única verdad es la suya.

Es decir, todos quienes tienen algún tipo de interés tratan de influir en los ciudadanos, generalmente con situaciones manipuladas o de plano, a través de la violencia, para que lleguen al poder quienes ellos desean de acuerdo a sus intereses.

En estas condiciones es donde los ciudadanos deben hacerse más fuertes y demostrar que solamente ellos tienen la capacidad de decidir y nadie más. No las amenazas, no las encuestas, no las mentiras, porque de lo contrario se estaría comprometiendo la libertad que nos queda de elegir.

Falta tan solo una semana para que se lleve a cabo el proceso electoral más competido de la historia y aunque se empeñen en asegurar lo contrario, la verdad es que no hay nada definido en ninguna elección, siempre y cuando realmente los ciudadanos tengan la voluntad de mantener la decisión en sus manos.

Si se dejan manipular entonces no hay nada qué hacer y serán los poderes fácticos los que decidan, por eso es importante tomar la decisión, sea cual sea, en plena libertad y sin presiones de nadie.

Twitter @lozano_ray