/ domingo 17 de abril de 2022

Salud espiritual


Nuestro espíritu no es visible, ni reproduce lo visible y aún asi, hace visible lo que es invisible en nuestro interior, por eso, el espíritu de la Semana Santa y Pascua llegó, recordándonos la importancia de nuestra parte espiritual, recordándonos lo que verdaderamente significan estas celebraciones, sabiendo que los humanos estamos auto diseñados para cumplir con rituales que nos levanten el espíritu y nos recuerden la fragilidad de nuestro ser, evocando que venimos a esta vida para vivirla sin tener que llegar primero o ser siempre el primero, vivir sin prejuicios ni miedo, pues la vida es demasiado corta.

Si Cristo murió por nosotros, no fue para que nosotros vivamos sufriendo o peleando, o para vivir en conflictos permanentes, murió para fortalecernos en la gracia de Dios, sin importar el mensajero, pues, según cada religión, ¿tal vez? el mensajero cambie de nombre, mas no, de mensaje.

El espíritu es quien nos da la Fe para vivir en paz y armonía con esperanza y amor, siempre estamos en el lugar correcto, en el tiempo correcto, haciendo lo que corresponde en el momento correcto, por eso cuando nuestros pensamientos rebasan el espíritu nos encontramos en bancarrota espiritual y viene la depresión o las enfermedades del mal estar y mal ser que nos llevan a depresión, enojos, frustraciones y enfermedades del alma que repercuten en nuestra salud mental y física, por eso, vive en y con el espíritu superior cercano a ese Dios llamado Poder Universal, reconociendo que en el infinito de la vida es donde nos encontramos, y aquí, todo es perfecto, somos nosotros quienes creamos nuestra propia imperfección, somos nosotros quienes creamos nuestras limitaciones pues el infinito no tiene límites y en el centro de nuestro ser se encuentra el amor infinito, son nuestros pensamientos quienes limitan nuestro espíritu. Por eso, debemos crear con ellos paz y armonía para vivir, pensamientos positivos de amor y armonía hacen que nuestro espíritu se edifique, estamos formados para vivir en sociedad, sabemos que nacemos y aunque no desconocemos que tenemos un final, parte de nuestra vida tratamos de ignorarlo sin comprender que el final puede ser hoy, por eso bueno es, no desperdiciar cada día pues el final llega sin avisar y en ocasiones, sin lograr una salud espiritual que nos permita reír, llorar y reconocer nuestros sentimientos sin negarlos o convertirlos en emociones que nos dañen, si vivimos en el presente comprendemos que el pasado debemos abandonarlo aceptando que cada experiencia es una situación vivida y si la vivimos con fe y espíritu agradecido, obviamente podremos superar cualquier circunstancia y vivir felices, no pasemos la vida sin llevar esa vida espiritual o nos perderemos desconociendo que la verdad nos rodea y es en ella y por ella que existimos.

Así como el pez vive en el océano nosotros existimos en la verdad espiritual. Dios no es una meta para alcanzar, Dios es lo que es, aquí y ahora, lo vemos en los árboles, en el viento, en las nubes que se mueven en el sol y la luna que alegran días y noches, en el cielo, en nuestros hijos y nietos, Dios soy yo y eres tú, es la vida espiritual la que nos permite ver lo invisible, sentir lo invisible, hablar con lo invisible y creer que eso invisible para los ojos es visible para el alma y el corazón, nos acompaña, arropa, soluciona y encamina nuestra vida, por eso, busquemos la luz interior, la vida espiritual para retomar el camino de Fe y Esperanza en estos días donde por momentos creemos no hay salida, busquemos esa luz interior y hagámosla visible para encontrar en lo invisible, paz y amor, mientras yo busco ese reencuentro espero ustedes pasen un maravilloso domingo lleno de amor dentro de su corazón esperando sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx Gracias


Nuestro espíritu no es visible, ni reproduce lo visible y aún asi, hace visible lo que es invisible en nuestro interior, por eso, el espíritu de la Semana Santa y Pascua llegó, recordándonos la importancia de nuestra parte espiritual, recordándonos lo que verdaderamente significan estas celebraciones, sabiendo que los humanos estamos auto diseñados para cumplir con rituales que nos levanten el espíritu y nos recuerden la fragilidad de nuestro ser, evocando que venimos a esta vida para vivirla sin tener que llegar primero o ser siempre el primero, vivir sin prejuicios ni miedo, pues la vida es demasiado corta.

Si Cristo murió por nosotros, no fue para que nosotros vivamos sufriendo o peleando, o para vivir en conflictos permanentes, murió para fortalecernos en la gracia de Dios, sin importar el mensajero, pues, según cada religión, ¿tal vez? el mensajero cambie de nombre, mas no, de mensaje.

El espíritu es quien nos da la Fe para vivir en paz y armonía con esperanza y amor, siempre estamos en el lugar correcto, en el tiempo correcto, haciendo lo que corresponde en el momento correcto, por eso cuando nuestros pensamientos rebasan el espíritu nos encontramos en bancarrota espiritual y viene la depresión o las enfermedades del mal estar y mal ser que nos llevan a depresión, enojos, frustraciones y enfermedades del alma que repercuten en nuestra salud mental y física, por eso, vive en y con el espíritu superior cercano a ese Dios llamado Poder Universal, reconociendo que en el infinito de la vida es donde nos encontramos, y aquí, todo es perfecto, somos nosotros quienes creamos nuestra propia imperfección, somos nosotros quienes creamos nuestras limitaciones pues el infinito no tiene límites y en el centro de nuestro ser se encuentra el amor infinito, son nuestros pensamientos quienes limitan nuestro espíritu. Por eso, debemos crear con ellos paz y armonía para vivir, pensamientos positivos de amor y armonía hacen que nuestro espíritu se edifique, estamos formados para vivir en sociedad, sabemos que nacemos y aunque no desconocemos que tenemos un final, parte de nuestra vida tratamos de ignorarlo sin comprender que el final puede ser hoy, por eso bueno es, no desperdiciar cada día pues el final llega sin avisar y en ocasiones, sin lograr una salud espiritual que nos permita reír, llorar y reconocer nuestros sentimientos sin negarlos o convertirlos en emociones que nos dañen, si vivimos en el presente comprendemos que el pasado debemos abandonarlo aceptando que cada experiencia es una situación vivida y si la vivimos con fe y espíritu agradecido, obviamente podremos superar cualquier circunstancia y vivir felices, no pasemos la vida sin llevar esa vida espiritual o nos perderemos desconociendo que la verdad nos rodea y es en ella y por ella que existimos.

Así como el pez vive en el océano nosotros existimos en la verdad espiritual. Dios no es una meta para alcanzar, Dios es lo que es, aquí y ahora, lo vemos en los árboles, en el viento, en las nubes que se mueven en el sol y la luna que alegran días y noches, en el cielo, en nuestros hijos y nietos, Dios soy yo y eres tú, es la vida espiritual la que nos permite ver lo invisible, sentir lo invisible, hablar con lo invisible y creer que eso invisible para los ojos es visible para el alma y el corazón, nos acompaña, arropa, soluciona y encamina nuestra vida, por eso, busquemos la luz interior, la vida espiritual para retomar el camino de Fe y Esperanza en estos días donde por momentos creemos no hay salida, busquemos esa luz interior y hagámosla visible para encontrar en lo invisible, paz y amor, mientras yo busco ese reencuentro espero ustedes pasen un maravilloso domingo lleno de amor dentro de su corazón esperando sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx Gracias