/ viernes 14 de septiembre de 2018

Robles: la historia se vuelve añeja

Baste decir que si uno busca en internet “corrupción y Rosario Robles” aparecerán literalmente miles de resultados. Hay situaciones que se acaban volviendo una tradición a lo largo de los años, entre ellas los casos de corrupción y la posterior victimización de Rosario Robles, ya la historia se vuelve añeja.

El escándalo más reciente es el último eslabón de una larguísima cadena, el endeudamiento del PRD, la “estafa maestra” y ahora el desvío de miles de millones de pesos a través de empresas fantasma.

De esto destacan tres cosas: primero, el cinismo, nuevamente se victimiza, argumenta abrir sus cuentas y el alarde de “no tienen pruebas contra mí”; segundo, la impunidad, después de tantos años, de miles de millones de pesos, de tanto daño al país, la señora Robles no ha enfrentado nunca un proceso legal en forma y, tercero, la falta de respuesta de Enrique Peña a estos casos de corrupción. Hoy se vuelve a “tragar el sapo” de sus colaboradores, sin por lo menos, reprocharlos en público.

El triste caso Robles es muestra de la ingeniería de maldad y corrupción con empresas no sólo fantasma, sino que robaron la identidad de personas para desviar el dinero. Hay delitos graves, ambición enferma y capacidad corruptora. El tema no es únicamente la corrupción y la apropiación de bienes públicos, hay delitos financieros como lavado de dinero y probablemente delitos electorales. Además, con alcances internacionales “las empresas fantasma enviaron el dinero a China, Ecuador y Corea del Sur”, a ello se suman maniobras para engañar a los órganos internos de control.

La realidad es insultante, Rosario Robles sigue despachando en una Secretaría de Estado sin mengua alguna, mientras que Muna Dora Buchahin, Auditora Forense de la Auditoría Superior de la Federación, quien destapó “la estafa maestra” fue cesada, al igual que Santiago Nieto, por el tema Odebrecht. Eso habla del nivel de perversión de este gobierno agonizante, en el que fue más seguro ser corrupto que denunciar a los corruptos.

Hoy Rosario Robles se convirtió en el símbolo de lo más bajo a lo que puede aspirar un político en México, del prestigio de ser la sucesora de Cárdenas en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pasó a ser una arquitecta de la corrupción y evangelista de Enrique Peña. El daño ha sido mayúsculo, pero estamos seguros que el gobierno de López Obrador frenará estos abusos tan infortunados.

Los nuevos hechos nos confirman que el pueblo de México no se equivocó al votar por López Obrador y del cambio que su gobierno va a significar para erradicar mezquindades, vilezas y traiciones. Lo mejor que podemos desear en este momento es que la justicia sea servida. XXX TWITTER: @LuisHFernandez

Baste decir que si uno busca en internet “corrupción y Rosario Robles” aparecerán literalmente miles de resultados. Hay situaciones que se acaban volviendo una tradición a lo largo de los años, entre ellas los casos de corrupción y la posterior victimización de Rosario Robles, ya la historia se vuelve añeja.

El escándalo más reciente es el último eslabón de una larguísima cadena, el endeudamiento del PRD, la “estafa maestra” y ahora el desvío de miles de millones de pesos a través de empresas fantasma.

De esto destacan tres cosas: primero, el cinismo, nuevamente se victimiza, argumenta abrir sus cuentas y el alarde de “no tienen pruebas contra mí”; segundo, la impunidad, después de tantos años, de miles de millones de pesos, de tanto daño al país, la señora Robles no ha enfrentado nunca un proceso legal en forma y, tercero, la falta de respuesta de Enrique Peña a estos casos de corrupción. Hoy se vuelve a “tragar el sapo” de sus colaboradores, sin por lo menos, reprocharlos en público.

El triste caso Robles es muestra de la ingeniería de maldad y corrupción con empresas no sólo fantasma, sino que robaron la identidad de personas para desviar el dinero. Hay delitos graves, ambición enferma y capacidad corruptora. El tema no es únicamente la corrupción y la apropiación de bienes públicos, hay delitos financieros como lavado de dinero y probablemente delitos electorales. Además, con alcances internacionales “las empresas fantasma enviaron el dinero a China, Ecuador y Corea del Sur”, a ello se suman maniobras para engañar a los órganos internos de control.

La realidad es insultante, Rosario Robles sigue despachando en una Secretaría de Estado sin mengua alguna, mientras que Muna Dora Buchahin, Auditora Forense de la Auditoría Superior de la Federación, quien destapó “la estafa maestra” fue cesada, al igual que Santiago Nieto, por el tema Odebrecht. Eso habla del nivel de perversión de este gobierno agonizante, en el que fue más seguro ser corrupto que denunciar a los corruptos.

Hoy Rosario Robles se convirtió en el símbolo de lo más bajo a lo que puede aspirar un político en México, del prestigio de ser la sucesora de Cárdenas en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pasó a ser una arquitecta de la corrupción y evangelista de Enrique Peña. El daño ha sido mayúsculo, pero estamos seguros que el gobierno de López Obrador frenará estos abusos tan infortunados.

Los nuevos hechos nos confirman que el pueblo de México no se equivocó al votar por López Obrador y del cambio que su gobierno va a significar para erradicar mezquindades, vilezas y traiciones. Lo mejor que podemos desear en este momento es que la justicia sea servida. XXX TWITTER: @LuisHFernandez

ÚLTIMASCOLUMNAS