/ domingo 12 de septiembre de 2021

¿Qué pasa cuando mueres?

Cuando mueras, no te preocupes por tu cuerpo... tus parientes, harán lo que sea necesario de acuerdo a sus posibilidades.

Ellos te quitaran la ropa, te van a lavar, te van a vestir, te van a sacar de tu casa y te llevarán a tu nueva dirección.

Muchos vendrán a tu funeral a “despedirse”. Algunos cancelarán compromisos y hasta faltarán al trabajo para ir a tu entierro.

Tus pertenencias, hasta lo que no te gustaba prestar, serán vendidas, regaladas o quemadas: tus llaves, tus herramientas, tus libros, tus cds, tus zapatos, tu ropa. tu Lap, tu Ipad, tus memorias con tu música favorita, y ten por seguro que el mundo no se detendrá a llorar por ti.

La economía continuará. En tu trabajo, serás reemplazado. Alguien con las mismas o mejores capacidades, asumirá tu lugar.

Tus bienes irán a tus herederos. Y no dudes que seguirás siendo citado, juzgado, cuestionado y criticado por las pequeñas y grandes cosas que en vida hiciste.

Las personas que te conocían solo por tu semblante dirán; Pobre hombre! Ó Pobre mujer! o Él ó Ella se la pasaba muy bien!

Tus amigos sinceros van a llorar algunas horas o algunos días, pero luego regresarán a la risa, a su rutina diaria.

Los “amigos” de las fiestas, se olvidarán de ti más rápido.

Tus animales se acostumbraran al nuevo dueño.

Tus fotos, por algún tiempo quedarán colgadas en la pared o seguirán sobre algún mueble, pero luego serán guardadas en el fondo de un cajón.

Alguien más se sentará en tú sofá y comerá en tu mesa.

El dolor profundo en tu casa durará una semana, dos, un mes, dos, un año, dos. Después quedarás añadido a los recuerdos y entonces, tu historia terminó.

Terminó entre la gente, terminó aquí, terminó en este mundo. Pero comienza tu historia en tu nueva realidad, en tu vida después de la muerte.

Tu vida a donde no te pudiste mudar con las cosas de aquí porque además, al irte, perdieron el valor que tenían: tu cuerpo, belleza, apariencia, apellido, comodidad, crédito, estado, posición, uenta Bancaria, casa. coche, profesión, títulos, diplomas, medallas, trofeos, amigos, lugares, cónyuge y familia.

En tu nueva vida solo necesitaras tu espíritu. Y el valor que le hayas acumulado aquí, será la única fortuna con la que contarás allá.

Esa fortuna es la única que te llevarás y se amasa durante el tiempo que estás aquí. Cuando vives una vida de amor hacia los demás y en paz con el prójimo, estás amasando tu fortuna espiritual.

Por eso intenta vivir plenamente y sé feliz mientras estás aquí porque, como dijo Francisco de Asís: “De aquí no te llevarás lo que tienes. Solo te llevarás lo que diste”

Me despido con la siguiente reflexión: “Irse de algunos lugares, también es cuidarse, Alejarse de alguna gente también es protegerse, cerrar algunas puertas también es quererse”. Que tengan una excelente semana y les invito para que nos escriban a la siguiente dirección:

  • anavaldez@prodigy.net.mx
  • FB: anamariavaldezcastrejon
  • TW: @anacastrejon

Cuando mueras, no te preocupes por tu cuerpo... tus parientes, harán lo que sea necesario de acuerdo a sus posibilidades.

Ellos te quitaran la ropa, te van a lavar, te van a vestir, te van a sacar de tu casa y te llevarán a tu nueva dirección.

Muchos vendrán a tu funeral a “despedirse”. Algunos cancelarán compromisos y hasta faltarán al trabajo para ir a tu entierro.

Tus pertenencias, hasta lo que no te gustaba prestar, serán vendidas, regaladas o quemadas: tus llaves, tus herramientas, tus libros, tus cds, tus zapatos, tu ropa. tu Lap, tu Ipad, tus memorias con tu música favorita, y ten por seguro que el mundo no se detendrá a llorar por ti.

La economía continuará. En tu trabajo, serás reemplazado. Alguien con las mismas o mejores capacidades, asumirá tu lugar.

Tus bienes irán a tus herederos. Y no dudes que seguirás siendo citado, juzgado, cuestionado y criticado por las pequeñas y grandes cosas que en vida hiciste.

Las personas que te conocían solo por tu semblante dirán; Pobre hombre! Ó Pobre mujer! o Él ó Ella se la pasaba muy bien!

Tus amigos sinceros van a llorar algunas horas o algunos días, pero luego regresarán a la risa, a su rutina diaria.

Los “amigos” de las fiestas, se olvidarán de ti más rápido.

Tus animales se acostumbraran al nuevo dueño.

Tus fotos, por algún tiempo quedarán colgadas en la pared o seguirán sobre algún mueble, pero luego serán guardadas en el fondo de un cajón.

Alguien más se sentará en tú sofá y comerá en tu mesa.

El dolor profundo en tu casa durará una semana, dos, un mes, dos, un año, dos. Después quedarás añadido a los recuerdos y entonces, tu historia terminó.

Terminó entre la gente, terminó aquí, terminó en este mundo. Pero comienza tu historia en tu nueva realidad, en tu vida después de la muerte.

Tu vida a donde no te pudiste mudar con las cosas de aquí porque además, al irte, perdieron el valor que tenían: tu cuerpo, belleza, apariencia, apellido, comodidad, crédito, estado, posición, uenta Bancaria, casa. coche, profesión, títulos, diplomas, medallas, trofeos, amigos, lugares, cónyuge y familia.

En tu nueva vida solo necesitaras tu espíritu. Y el valor que le hayas acumulado aquí, será la única fortuna con la que contarás allá.

Esa fortuna es la única que te llevarás y se amasa durante el tiempo que estás aquí. Cuando vives una vida de amor hacia los demás y en paz con el prójimo, estás amasando tu fortuna espiritual.

Por eso intenta vivir plenamente y sé feliz mientras estás aquí porque, como dijo Francisco de Asís: “De aquí no te llevarás lo que tienes. Solo te llevarás lo que diste”

Me despido con la siguiente reflexión: “Irse de algunos lugares, también es cuidarse, Alejarse de alguna gente también es protegerse, cerrar algunas puertas también es quererse”. Que tengan una excelente semana y les invito para que nos escriban a la siguiente dirección:

  • anavaldez@prodigy.net.mx
  • FB: anamariavaldezcastrejon
  • TW: @anacastrejon