/ viernes 5 de agosto de 2022

¿Por Qué Te Abates, Oh Alma Mía, Y Por Qué Te Turbas Dentro Dentro De Mí?

Salmo 42:11

En esta escritura podemos leer como el salmista se siente abatido, y lo mismo expresa en el Salmo 43. Obviamente, fueron escritos en un momento en que el salmista estaba pasando una situación difícil que lo podía llevar a sentirse abatido e incluso deprimido.

En el Salmo 42 compare los versículos 3,5,7,9,10. Sería cierto decir que muy pocos cristianos escapan de la experiencia de la depresión, y al escribir estos versículos, CH Spurgeon dijo: "La mayoría de la familia del Señor ha recorrido el camino que se describe aquí tan gráficamente... Este salmo es eminentemente calculado para instruir a aquellos peregrinos cuyo camino al cielo es tan penoso como el del escritor”. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿Qué debemos hacer cuando estamos abatidos?

¿Qué hacer cuando estamos abatidos?

Para empezar, podemos revolcarnos en la autocompasión; pero, ¿deberíamos hacer esto? ¡No, mil veces no! Esto es lo más fácil de hacer cuando estamos deprimidos, simplemente sentir lástima por nosotros mismos y preocuparnos completamente por nosotros mismos; sin embargo, es lo peor que podemos hacer.

Número dos, podemos quejarnos. También es muy fácil en esos momentos sentir que todo está mal quejarnos todo el tiempo al sentirnos abatidos; pero no debemos hacer esto. Los cristianos no deben ser quejumbrosos; porque en lugar de ayudarnos, nos perjudica, pues comenzamos a compadecernos de nosotros mismos aún más.

Número tres, podemos cargar a otros con nuestros problemas. Por supuesto, es una buena terapia compartir nuestra carga con alguien más; pues podemos encontrar un poco de descanso y ayuda de otros que tal vez ya han pasado por lo mismo o bien también pueden orar junto con nosotros y ayudarnos en nuestra carga. La Biblia dice "Sobrellevad los unos las cargas de los otros" (Gálatas 6:2).

Por último y la mejor parte, es estar a solas con Dios, pues es el único que entiende y puede llevar todas tus cargas, la Biblia dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Cuando expreses ¿Por qué te abates oh alma mía?, aprende a pensar en Dios.

Esta es una maravillosa terapia para el alma abatida. El salmista pensó en el Señor como:

(1) el Dios viviente (versículo 2);

(2) el Dios que ayuda (versículo 5);

(3) el Dios libertador (versículo 6);

(4) el Dios que manda (v. 8); y

(5) “mi Dios” (final del salmo).

Necesitas recordarte a ti mismo que este Dios es tu Dios. Cuando te preguntes ¿Por qué te abates, oh alma mía? Pon toda tu confianza en Dios y espera en Dios.

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube #560, colonia Garita de Jalisco. Teléfono: 444-841-5387 Horarios. Domingo: 10:00 A.M. 12:00 P.M. y 6:00 P.M. Miércoles 7:00 P.M.

Salmo 42:11

En esta escritura podemos leer como el salmista se siente abatido, y lo mismo expresa en el Salmo 43. Obviamente, fueron escritos en un momento en que el salmista estaba pasando una situación difícil que lo podía llevar a sentirse abatido e incluso deprimido.

En el Salmo 42 compare los versículos 3,5,7,9,10. Sería cierto decir que muy pocos cristianos escapan de la experiencia de la depresión, y al escribir estos versículos, CH Spurgeon dijo: "La mayoría de la familia del Señor ha recorrido el camino que se describe aquí tan gráficamente... Este salmo es eminentemente calculado para instruir a aquellos peregrinos cuyo camino al cielo es tan penoso como el del escritor”. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿Qué debemos hacer cuando estamos abatidos?

¿Qué hacer cuando estamos abatidos?

Para empezar, podemos revolcarnos en la autocompasión; pero, ¿deberíamos hacer esto? ¡No, mil veces no! Esto es lo más fácil de hacer cuando estamos deprimidos, simplemente sentir lástima por nosotros mismos y preocuparnos completamente por nosotros mismos; sin embargo, es lo peor que podemos hacer.

Número dos, podemos quejarnos. También es muy fácil en esos momentos sentir que todo está mal quejarnos todo el tiempo al sentirnos abatidos; pero no debemos hacer esto. Los cristianos no deben ser quejumbrosos; porque en lugar de ayudarnos, nos perjudica, pues comenzamos a compadecernos de nosotros mismos aún más.

Número tres, podemos cargar a otros con nuestros problemas. Por supuesto, es una buena terapia compartir nuestra carga con alguien más; pues podemos encontrar un poco de descanso y ayuda de otros que tal vez ya han pasado por lo mismo o bien también pueden orar junto con nosotros y ayudarnos en nuestra carga. La Biblia dice "Sobrellevad los unos las cargas de los otros" (Gálatas 6:2).

Por último y la mejor parte, es estar a solas con Dios, pues es el único que entiende y puede llevar todas tus cargas, la Biblia dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Cuando expreses ¿Por qué te abates oh alma mía?, aprende a pensar en Dios.

Esta es una maravillosa terapia para el alma abatida. El salmista pensó en el Señor como:

(1) el Dios viviente (versículo 2);

(2) el Dios que ayuda (versículo 5);

(3) el Dios libertador (versículo 6);

(4) el Dios que manda (v. 8); y

(5) “mi Dios” (final del salmo).

Necesitas recordarte a ti mismo que este Dios es tu Dios. Cuando te preguntes ¿Por qué te abates, oh alma mía? Pon toda tu confianza en Dios y espera en Dios.

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube #560, colonia Garita de Jalisco. Teléfono: 444-841-5387 Horarios. Domingo: 10:00 A.M. 12:00 P.M. y 6:00 P.M. Miércoles 7:00 P.M.