/ lunes 4 de abril de 2022

¿Por qué, hay qué trabajar?

El hombre necesita muchas cosas, y entre esas cosas, también necesita trabajar.

Pero, no hay que trabajar, tan sólo por lo material, ya que el hombre, también necesita ser alguien, y para eso, es necesario el trabajo para poder realizarse.

Sólo a través de nuestras obras, es como nos vamos haciendo presentes en el mundo.

Por eso, el trabajo también alimenta el espíritu. Aunque haya quienes le huyen al trabajo, por no considerar, que el trabajo es indispensable para la vida.

Y como dijo Ortega: la vida se nos ha dado, pero no se nos ha dado hecha. Por eso, es importante la construcción de nuestra propia existencia.

El hombre que viva sin trabajar, va a crear problemas consigo mismo; porque al no ocupar su mente, podrá llegar a ver fantasmas dondequiera.

Y es ahí, donde se necesita echar mano del espíritu, para vencer esos fantasmas que asaltan la imaginación. Ya lo decía Ortega: “La vida es un hacer, que da mucho que hacer, más cuando no se es, lo que se tiene que ser”.

Por tanto, aunque le huyamos al trabajo, éste, tarde o temprano nos alcanza.

Porque cuando no se trabaja, la vida se vuelve más compleja; y resolver lo complicado, es un verdadero trabajo.

No venimos a este mundo para invernar, estamos para realizarnos, y desarrollar nuestras potencialidades; y así, ponerlas al servicio de los demás, y todo esto, por medio del trabajo.

No hay que olvidar, que el trabajo no es tan sólo para comer; es indispensable trabajar, para sentirse satisfecho. Ya lo dijo el Señor: “ No sólo de pan vive el hombre…”.

Por lo mismo, no hay que evadir el trabajo, porque sólo trabajando, es como nos sentiremos plenamente realizados.

Porque cuando no se trabaja, la vida se vuelve más compleja; y resolver lo complicado, es un verdadero trabajo

El hombre necesita muchas cosas, y entre esas cosas, también necesita trabajar.

Pero, no hay que trabajar, tan sólo por lo material, ya que el hombre, también necesita ser alguien, y para eso, es necesario el trabajo para poder realizarse.

Sólo a través de nuestras obras, es como nos vamos haciendo presentes en el mundo.

Por eso, el trabajo también alimenta el espíritu. Aunque haya quienes le huyen al trabajo, por no considerar, que el trabajo es indispensable para la vida.

Y como dijo Ortega: la vida se nos ha dado, pero no se nos ha dado hecha. Por eso, es importante la construcción de nuestra propia existencia.

El hombre que viva sin trabajar, va a crear problemas consigo mismo; porque al no ocupar su mente, podrá llegar a ver fantasmas dondequiera.

Y es ahí, donde se necesita echar mano del espíritu, para vencer esos fantasmas que asaltan la imaginación. Ya lo decía Ortega: “La vida es un hacer, que da mucho que hacer, más cuando no se es, lo que se tiene que ser”.

Por tanto, aunque le huyamos al trabajo, éste, tarde o temprano nos alcanza.

Porque cuando no se trabaja, la vida se vuelve más compleja; y resolver lo complicado, es un verdadero trabajo.

No venimos a este mundo para invernar, estamos para realizarnos, y desarrollar nuestras potencialidades; y así, ponerlas al servicio de los demás, y todo esto, por medio del trabajo.

No hay que olvidar, que el trabajo no es tan sólo para comer; es indispensable trabajar, para sentirse satisfecho. Ya lo dijo el Señor: “ No sólo de pan vive el hombre…”.

Por lo mismo, no hay que evadir el trabajo, porque sólo trabajando, es como nos sentiremos plenamente realizados.

Porque cuando no se trabaja, la vida se vuelve más compleja; y resolver lo complicado, es un verdadero trabajo