/ domingo 3 de abril de 2022

Por qué

Si algo hay frecuente en la vida actual, es la incongruencia y la violencia, resulta que hasta en la celebración de los Oscares aparecieron disminuyendo la importancia de quienes disfrutaban su triunfo, nos acostumbramos a reaccionar ante palabras, hechos y ofensas, tomamos todo como personal, reaccionamos sin pensar, hablamos, mentimos, escribimos, dictamos y seguimos hablando y hablando, reaccionando para calentar el caldero de otros, para dividir y llenar de negatividad el ambiente en el que vivimos.

Mientras unos lo hacen, los más, seguimos caminando como si nada pasara a pesar que algunos continúen actuando totalmente en contrario, como los pretextos se crearon para justificarnos con cosas, como el decir que somos humanos, escudamos nuestro actuar en el hecho de la imperfección o de la inconsciencia, de la ignorancia o del me vale, del yo soy el rey y mando, por lo que, sin darnos cuenta de lo valioso que es la congruencia, decimos y nos desdecimos improvisando conceptos totalmente contrarios a los que algún día aseveramos, en ocasiones pareciese que lo que a otros afecta, no afecta a los monarcas, ni a nosotros, pues mientras no me afecte a mi directamente, nada pasa hasta que pasa.

Como solo los cuerdos aman con locura y los locos aman con cordura, debemos hacer una pausa, pausa antes de juzgar, antes de decir, antes de actuar y antes de decidir, sabiendo que al caminar debemos dejar huella, sabiendo que no se trata de enfrentar las tormentas, sino de seguir la corriente y que solo elevando los ojos podemos ver el cielo para crear nuestra felicidad como si fuera el ultimo día, viviendo intensamente sin esperar hasta mañana como si no hubiese tiempo, pues lo único seguro es que un día dejaremos este mundo, asi que luchemos por nuestros sueños sabiendo que todos somos uno y cada uno formamos el todo, juntos debemos quedarnos con lo que la vida nos da de regalo, hablamos de gente famosa y deseamos imitarlos sin saber la piedra que cargan, hablamos de quienes nos dejan huellas profundas y casi siempre son personas cercanas, que, sin saberlo, marcan nuestro destino, pero nos falta valor para vivir como ellos, fácil es hablar, difícil actuar, como dijo Antonio Machado, hagamos camino al andar recordando que todo pasa, todo fluye, todo sana, siempre y cuando aceptemos nuestra soledad y busquemos compañía en nuestro Universo.

Entre las reglas de oro que he aprendido se encuentra que cuando estoy sola debo cuidar mis pensamientos, pues estos, me pueden llevar a la locura o a la calma, cuando estoy en compañía debo cuidar mi lengua pues me puede meter en serias situaciones que trabajo costará arreglarlas, o, me transporta al paraíso con las personas que me encuentro, cuando estoy enojada o molesta debo cuidar mis emociones ya que a toda acción se da una reacción y ésta, casi siempre se rige por la emoción del momento y, cuando las cosas van de maravilla y creo haber llegado a la cumbre, debo cuidar mi ego y vanidad, ya que en ocasiones me hacen perder el piso.

Recordemos que lo importante no es ganar la carrera sino cuidar a aquellos que nos harán llegar a la meta, lo verdaderamente importante no es llegar primero, lo importante es llegar para convertirnos en personas que curan y entierran, bailan y vibran, lloran y ríen, sabiendo que un día partiremos despacito y sin hacer ruido, guiadas por el olor a rosas y azahar, dejando estirpes que no estén condenadas a cien años de soledad, sino estirpes que tengan segunda y tercera oportunidad de estar en esta tierra para trascender, por eso hoy, hagamos de cuenta que ya sabemos todo y no sabemos nada, que este es nuevo día para ser felices y construir el mundo que queremos en la congruencia y no violencia y mientras empezamos a construirlo en casa y vecindario .

mail:

angeldesofia@yahoo.com.mx

angeldesofia@yahoo.com.mx

Si algo hay frecuente en la vida actual, es la incongruencia y la violencia, resulta que hasta en la celebración de los Oscares aparecieron disminuyendo la importancia de quienes disfrutaban su triunfo, nos acostumbramos a reaccionar ante palabras, hechos y ofensas, tomamos todo como personal, reaccionamos sin pensar, hablamos, mentimos, escribimos, dictamos y seguimos hablando y hablando, reaccionando para calentar el caldero de otros, para dividir y llenar de negatividad el ambiente en el que vivimos.

Mientras unos lo hacen, los más, seguimos caminando como si nada pasara a pesar que algunos continúen actuando totalmente en contrario, como los pretextos se crearon para justificarnos con cosas, como el decir que somos humanos, escudamos nuestro actuar en el hecho de la imperfección o de la inconsciencia, de la ignorancia o del me vale, del yo soy el rey y mando, por lo que, sin darnos cuenta de lo valioso que es la congruencia, decimos y nos desdecimos improvisando conceptos totalmente contrarios a los que algún día aseveramos, en ocasiones pareciese que lo que a otros afecta, no afecta a los monarcas, ni a nosotros, pues mientras no me afecte a mi directamente, nada pasa hasta que pasa.

Como solo los cuerdos aman con locura y los locos aman con cordura, debemos hacer una pausa, pausa antes de juzgar, antes de decir, antes de actuar y antes de decidir, sabiendo que al caminar debemos dejar huella, sabiendo que no se trata de enfrentar las tormentas, sino de seguir la corriente y que solo elevando los ojos podemos ver el cielo para crear nuestra felicidad como si fuera el ultimo día, viviendo intensamente sin esperar hasta mañana como si no hubiese tiempo, pues lo único seguro es que un día dejaremos este mundo, asi que luchemos por nuestros sueños sabiendo que todos somos uno y cada uno formamos el todo, juntos debemos quedarnos con lo que la vida nos da de regalo, hablamos de gente famosa y deseamos imitarlos sin saber la piedra que cargan, hablamos de quienes nos dejan huellas profundas y casi siempre son personas cercanas, que, sin saberlo, marcan nuestro destino, pero nos falta valor para vivir como ellos, fácil es hablar, difícil actuar, como dijo Antonio Machado, hagamos camino al andar recordando que todo pasa, todo fluye, todo sana, siempre y cuando aceptemos nuestra soledad y busquemos compañía en nuestro Universo.

Entre las reglas de oro que he aprendido se encuentra que cuando estoy sola debo cuidar mis pensamientos, pues estos, me pueden llevar a la locura o a la calma, cuando estoy en compañía debo cuidar mi lengua pues me puede meter en serias situaciones que trabajo costará arreglarlas, o, me transporta al paraíso con las personas que me encuentro, cuando estoy enojada o molesta debo cuidar mis emociones ya que a toda acción se da una reacción y ésta, casi siempre se rige por la emoción del momento y, cuando las cosas van de maravilla y creo haber llegado a la cumbre, debo cuidar mi ego y vanidad, ya que en ocasiones me hacen perder el piso.

Recordemos que lo importante no es ganar la carrera sino cuidar a aquellos que nos harán llegar a la meta, lo verdaderamente importante no es llegar primero, lo importante es llegar para convertirnos en personas que curan y entierran, bailan y vibran, lloran y ríen, sabiendo que un día partiremos despacito y sin hacer ruido, guiadas por el olor a rosas y azahar, dejando estirpes que no estén condenadas a cien años de soledad, sino estirpes que tengan segunda y tercera oportunidad de estar en esta tierra para trascender, por eso hoy, hagamos de cuenta que ya sabemos todo y no sabemos nada, que este es nuevo día para ser felices y construir el mundo que queremos en la congruencia y no violencia y mientras empezamos a construirlo en casa y vecindario .

mail:

angeldesofia@yahoo.com.mx

angeldesofia@yahoo.com.mx