/ domingo 10 de marzo de 2019

Pan y Paz

El 8 de Marzo de 1911 veinte mil mujeres trabajadoras de la industria textil de Nueva York se manifestaron habiendo tenido como respuesta el incendio de una factoría de blusas muriendo 146 mujeres sin posibilidad de salir de la fábrica

Marcando un hecho grave posterior a los ocurridos en marzo de 1857 donde trabajadoras de industrias textiles se rebelaron en las calles recibiendo por respuesta una serie de macanazos y en 1867 quienes se manifestaron regresaron a trabajar con menores salarios como resultado de esta manifestación, por lo que en Agosto de 1910 se aprobó por primera vez el ¨Día de la Mujer¨ en Copenhague ante la Segunda Reunión de Mujeres Socialistas, siendo en marzo de 1917 en San Petersburgo que las amas de casa salieron a protestar con el grito de ¨Pan y Paz¨ contando con apoyo de los hombres y el ejército, preparando la salida del Zar Nicolás II; y aún con todo esto, al fin, en 1952, las Naciones Unidas declaró oficialmente el 8 de Marzo como ¨Día de las Mujeres¨, lo cual puede representar para algunas, mucho y para otras, nada, porque ser mujer es celebrarse como tal, cada día del año, es fluir en ocasiones y en otras nadar contra corriente, es practicar el desapego día con día a pesar del apego que las mujeres tenemos por la familia, amigas y todo lo que represente parte de nuestra historia, a pesar de reconocer que no podemos controlar la desaparición de nuestros seres amados, algunos por haberse adelantado a nuestra partida y otros por dejarnos con el nido vacío, sabemos que debemos viajar ligeras y sin embargo, compramos lo útil y lo inútil, llevamos encima el estrés propio, de amigas, hijos y hasta vecinos, en general otorgamos el perdón con tal facilidad que olvidamos los enojos, no solo los perdonamos, los borramos y enviamos al cajón del nunca jamás, queriendo sin preguntar y sin esperar respuestas, porque para la mujer el amor no tiene fecha. Como compañera, antes de que llegara el elegido ya vivía enamorada y si por alguna causa se va, planea la forma de hacerle volver o encontrar otro, porque las mujeres somos fuente de vida,alegrías y también de tristezas, somos símbolo de sensibilidad y ternura, damos ejemplo de lucha y fortaleza.

Contra viento y marea seguimos amando, soñando y luchando por crear un mundo mejor; en los ojos de la mujer en un breve momento, se puede encontrar una madre, una amiga, una inspiración y también, una fuerza y voluntad para mover el mundo, no solo su mundo, para cuidar y defender a su familia; es en ella donde se puede encontrar la paz interior del apoyo incondicional que sólo la mujer puede dar y es ella quien puede ser experta en silencios que parecen eternos, tan eternos como la disciplina del silencio según Pitágoras, en la mujer podemos encontrar la calma pero también el caos, una familia en caos debe preguntarse dónde está la mujer o cómo está esa mujer y por qué, porque cuando la mujer pierde la calma, la calma desaparece del entorno que le rodea hasta que de nuevo, se decide a salir en busca de ésta, ya que ella es el alma de los lugares, así como la esencia de la propia vida, es en ella donde desaparecen las prisas y las preocupaciones, es en ella donde se olvida la desolación cuando se convierte en estanque de agua cristalina; mientras la vida continúa las mujeres disuelven las ausencias permitiendo transformar los inmensos vacíos olvidando que la muerte existe y cuando se da cuenta que el tiempo vuela comprende que no vale la pena entristecerse por cosas banales y desea en ocasiones, recuperar ese tiempo para poder crecer, porque durante muchos años fue ella a través de padres, pareja, hijos y hermanos y ahora sabe que debe ser ella y retomar su esencia, esa esencia que tal vez nunca perdió, pero dejó de reconocer al entregarla a su entorno y en ese viaje veloz con destino, al fin camina despacio, no por el paso de los años sino por el reencuentro de ella misma y aprende a disfrutar todo lo bello de esta vida y toda oportunidad para ser feliz y da y se entrega a los demás pero también a ella para ser feliz y hacer felices a quienes la rodean, porque sabe, que ser mujer es un don divino y que ese don incluye el regalo de ser atrevidas, complicadas, soñadoras y realistas, sabe también que en cualquier lugar del mundo encaja tan perfectamente como las ansias de abrir la puerta de su corazón, por eso y más benditas mujeres, porque sin ellas perderíamos la esencia del vivir y mientras túsigues celebrando a tus mujeres, yo me retiro a agradecer a Dios el hecho de ser mujer y a ustedes por su lectura y comentarios. Gracias.

angeldesofia@yahoo.com.mx

El 8 de Marzo de 1911 veinte mil mujeres trabajadoras de la industria textil de Nueva York se manifestaron habiendo tenido como respuesta el incendio de una factoría de blusas muriendo 146 mujeres sin posibilidad de salir de la fábrica

Marcando un hecho grave posterior a los ocurridos en marzo de 1857 donde trabajadoras de industrias textiles se rebelaron en las calles recibiendo por respuesta una serie de macanazos y en 1867 quienes se manifestaron regresaron a trabajar con menores salarios como resultado de esta manifestación, por lo que en Agosto de 1910 se aprobó por primera vez el ¨Día de la Mujer¨ en Copenhague ante la Segunda Reunión de Mujeres Socialistas, siendo en marzo de 1917 en San Petersburgo que las amas de casa salieron a protestar con el grito de ¨Pan y Paz¨ contando con apoyo de los hombres y el ejército, preparando la salida del Zar Nicolás II; y aún con todo esto, al fin, en 1952, las Naciones Unidas declaró oficialmente el 8 de Marzo como ¨Día de las Mujeres¨, lo cual puede representar para algunas, mucho y para otras, nada, porque ser mujer es celebrarse como tal, cada día del año, es fluir en ocasiones y en otras nadar contra corriente, es practicar el desapego día con día a pesar del apego que las mujeres tenemos por la familia, amigas y todo lo que represente parte de nuestra historia, a pesar de reconocer que no podemos controlar la desaparición de nuestros seres amados, algunos por haberse adelantado a nuestra partida y otros por dejarnos con el nido vacío, sabemos que debemos viajar ligeras y sin embargo, compramos lo útil y lo inútil, llevamos encima el estrés propio, de amigas, hijos y hasta vecinos, en general otorgamos el perdón con tal facilidad que olvidamos los enojos, no solo los perdonamos, los borramos y enviamos al cajón del nunca jamás, queriendo sin preguntar y sin esperar respuestas, porque para la mujer el amor no tiene fecha. Como compañera, antes de que llegara el elegido ya vivía enamorada y si por alguna causa se va, planea la forma de hacerle volver o encontrar otro, porque las mujeres somos fuente de vida,alegrías y también de tristezas, somos símbolo de sensibilidad y ternura, damos ejemplo de lucha y fortaleza.

Contra viento y marea seguimos amando, soñando y luchando por crear un mundo mejor; en los ojos de la mujer en un breve momento, se puede encontrar una madre, una amiga, una inspiración y también, una fuerza y voluntad para mover el mundo, no solo su mundo, para cuidar y defender a su familia; es en ella donde se puede encontrar la paz interior del apoyo incondicional que sólo la mujer puede dar y es ella quien puede ser experta en silencios que parecen eternos, tan eternos como la disciplina del silencio según Pitágoras, en la mujer podemos encontrar la calma pero también el caos, una familia en caos debe preguntarse dónde está la mujer o cómo está esa mujer y por qué, porque cuando la mujer pierde la calma, la calma desaparece del entorno que le rodea hasta que de nuevo, se decide a salir en busca de ésta, ya que ella es el alma de los lugares, así como la esencia de la propia vida, es en ella donde desaparecen las prisas y las preocupaciones, es en ella donde se olvida la desolación cuando se convierte en estanque de agua cristalina; mientras la vida continúa las mujeres disuelven las ausencias permitiendo transformar los inmensos vacíos olvidando que la muerte existe y cuando se da cuenta que el tiempo vuela comprende que no vale la pena entristecerse por cosas banales y desea en ocasiones, recuperar ese tiempo para poder crecer, porque durante muchos años fue ella a través de padres, pareja, hijos y hermanos y ahora sabe que debe ser ella y retomar su esencia, esa esencia que tal vez nunca perdió, pero dejó de reconocer al entregarla a su entorno y en ese viaje veloz con destino, al fin camina despacio, no por el paso de los años sino por el reencuentro de ella misma y aprende a disfrutar todo lo bello de esta vida y toda oportunidad para ser feliz y da y se entrega a los demás pero también a ella para ser feliz y hacer felices a quienes la rodean, porque sabe, que ser mujer es un don divino y que ese don incluye el regalo de ser atrevidas, complicadas, soñadoras y realistas, sabe también que en cualquier lugar del mundo encaja tan perfectamente como las ansias de abrir la puerta de su corazón, por eso y más benditas mujeres, porque sin ellas perderíamos la esencia del vivir y mientras túsigues celebrando a tus mujeres, yo me retiro a agradecer a Dios el hecho de ser mujer y a ustedes por su lectura y comentarios. Gracias.

angeldesofia@yahoo.com.mx