/ domingo 19 de junio de 2022

Padre, papito, papá


Cuando hablo de la palabra padre debo aceptar que no se nada de la figura de un padre como tal, tengo la del mío, pero, a través del tiempo hay figuras borradas, otras maltratadas y las más, olvidadas, aunque no falta quien, como yo, lo recuerde con una ¨fina estampa, caballero. ¨ Si hay una figura que ha cambiado a través del tiempo, es la del padre, siempre ha sido un misterio que en ocasiones no se comprende, lo único que sabemos es que generalmente la eternidad los acompaña.

Algunos comprendieron que a través del tiempo se debe cambiar y que el padre autoritario, aunque aún los hay, debía cambiar de tono y buscar ser mas amistoso, otros, al contrario, cambiaron del autoritarismo al amiguismo, lo que tampoco deja buenos resultados y aunque en mi caso de padre-madre, como hay muchas en el mundo, estoy más en el bando de cambiar aunque no de manera radical, al final del camino, padre o madre, nunca sabrás si lo que haces es lo ideal, o si quien recibe tus indicaciones lo interpretará en el futuro como una forma de amor, recordemos que todos los cambios nos llevan a la eternidad y aunque no comprendo la eternidad, se que al menos mi padre, se encuentra en ella y mis hijos, nietos y bisnietos le seguirán viviendo en el recuerdo de su fina estampa, donde su cuerpo no fue inmortal, su alma sí, a través de los recuerdos de grandes comidas y pláticas familiares donde hasta los amigos se involucraban en su esencia y experiencias, donde los susurros con mi madre aun persisten en mi mente y sus silencios ahora forman parte de los míos.

Días y noches de grandes y pequeñas historias vividas en común, brazos que con ternura cobijaron mi cuerpo toda su vida desde el momento en que aparecí, sutiles detalles que en ocasiones no percibí pero al final reconocí, autoridad sin violencia, con mucha compasión y comprensión y el día de su partida tuve que aceptar que, todo es pasajero y transitorio si solo lo vemos con los ojos del cuerpo, pero si sabemos ver con los ojos del alma siempre estará presente, como no sé qué me depare el día de mi partida aún tengo la esperanza de ese reencuentro donde sus brazos volverán a acogerme en el silencio del nunca jamás; a través de él, sé que vine al mundo para hacer algo por él, para dar lo mejor de mí, dejar rastros positivos como el dejoo los suyos antes de partir y aunque tuve que aceptar que no durarían para siempre y mis hijos escogerían su camino sin mi y conmigo asi, la figura de mi padre permanece en su sitio aunque no en la misma casa ni con la misma gente.

Pero ahí está en el día con día, con sus enseñanzas y ejemplo, entre mis mascotas que de alguna manera son suyas, en el recuerdo de su vejez dando de comer ¨a escondidas¨ a la toti¨ cuando ya no quería comer, ante los repelos de mi bella madre quien al final acababa como yo, riendo en silencio y fingiendo que nadie se dió cuenta, si de alguien aprendí la palabra Libertad fue de él, esa libertad que respeta a todos incluyéndome, confiada en que a través de ella mi existencia que es fugaz, se puede vivir plenamente sin ofender a nadie, padre como vivencia no es palabra, es verbo, verbo vivido en casa, casa donde se cuñó el respeto que empieza en primera persona, de él aprendí que las cosas van y vienen y los bienes se quedan para que otros los disfruten.

Por eso hay que vivir hoy, en el hoy, pues cuando ya no esté aquí, como él no lo está físicamente sus bienes pocos o muchos poco nos importaron porque su legado está aquí, y, la casa fue un techo temporal que se convirtió en alma permanente, por eso no importan las palabras escritas, ni hay necesidad de explicar la palabra padre, pues no es palabra, es verbo y como no somos ni de aquí, ni de allá, y aunque él fue todo amor, sé que hay padres que agotan el odio de tanto daño u odio plasmado en su mal amor, lo importante es guardar en el rincón de los recuerdos el perdón y el amor que algún día tuvieron; ¡quién eres tú para juzgar a un padre¡ lo maravilloso es vivir sin odio, perdonar, aclarar si aun te es posible y disfrutar el tiempo que te quede para gozar a tu padre, pues yo, aun gozo al mío a través de la eternidad, gracias y espero tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx

Tere Derbez B

Cuando hablo de la palabra padre debo aceptar que no se nada de la figura de un padre como tal, tengo la del mío, pero, a través del tiempo hay figuras borradas, otras maltratadas y las más, olvidadas, aunque no falta quien, como yo, lo recuerde con una ¨fina estampa, caballero. ¨ Si hay una figura que ha cambiado a través del tiempo, es la del padre, siempre ha sido un misterio que en ocasiones no se comprende, lo único que sabemos es que generalmente la eternidad los acompaña.

Algunos comprendieron que a través del tiempo se debe cambiar y que el padre autoritario, aunque aún los hay, debía cambiar de tono y buscar ser mas amistoso, otros, al contrario, cambiaron del autoritarismo al amiguismo, lo que tampoco deja buenos resultados y aunque en mi caso de padre-madre, como hay muchas en el mundo, estoy más en el bando de cambiar aunque no de manera radical, al final del camino, padre o madre, nunca sabrás si lo que haces es lo ideal, o si quien recibe tus indicaciones lo interpretará en el futuro como una forma de amor, recordemos que todos los cambios nos llevan a la eternidad y aunque no comprendo la eternidad, se que al menos mi padre, se encuentra en ella y mis hijos, nietos y bisnietos le seguirán viviendo en el recuerdo de su fina estampa, donde su cuerpo no fue inmortal, su alma sí, a través de los recuerdos de grandes comidas y pláticas familiares donde hasta los amigos se involucraban en su esencia y experiencias, donde los susurros con mi madre aun persisten en mi mente y sus silencios ahora forman parte de los míos.

Días y noches de grandes y pequeñas historias vividas en común, brazos que con ternura cobijaron mi cuerpo toda su vida desde el momento en que aparecí, sutiles detalles que en ocasiones no percibí pero al final reconocí, autoridad sin violencia, con mucha compasión y comprensión y el día de su partida tuve que aceptar que, todo es pasajero y transitorio si solo lo vemos con los ojos del cuerpo, pero si sabemos ver con los ojos del alma siempre estará presente, como no sé qué me depare el día de mi partida aún tengo la esperanza de ese reencuentro donde sus brazos volverán a acogerme en el silencio del nunca jamás; a través de él, sé que vine al mundo para hacer algo por él, para dar lo mejor de mí, dejar rastros positivos como el dejoo los suyos antes de partir y aunque tuve que aceptar que no durarían para siempre y mis hijos escogerían su camino sin mi y conmigo asi, la figura de mi padre permanece en su sitio aunque no en la misma casa ni con la misma gente.

Pero ahí está en el día con día, con sus enseñanzas y ejemplo, entre mis mascotas que de alguna manera son suyas, en el recuerdo de su vejez dando de comer ¨a escondidas¨ a la toti¨ cuando ya no quería comer, ante los repelos de mi bella madre quien al final acababa como yo, riendo en silencio y fingiendo que nadie se dió cuenta, si de alguien aprendí la palabra Libertad fue de él, esa libertad que respeta a todos incluyéndome, confiada en que a través de ella mi existencia que es fugaz, se puede vivir plenamente sin ofender a nadie, padre como vivencia no es palabra, es verbo, verbo vivido en casa, casa donde se cuñó el respeto que empieza en primera persona, de él aprendí que las cosas van y vienen y los bienes se quedan para que otros los disfruten.

Por eso hay que vivir hoy, en el hoy, pues cuando ya no esté aquí, como él no lo está físicamente sus bienes pocos o muchos poco nos importaron porque su legado está aquí, y, la casa fue un techo temporal que se convirtió en alma permanente, por eso no importan las palabras escritas, ni hay necesidad de explicar la palabra padre, pues no es palabra, es verbo y como no somos ni de aquí, ni de allá, y aunque él fue todo amor, sé que hay padres que agotan el odio de tanto daño u odio plasmado en su mal amor, lo importante es guardar en el rincón de los recuerdos el perdón y el amor que algún día tuvieron; ¡quién eres tú para juzgar a un padre¡ lo maravilloso es vivir sin odio, perdonar, aclarar si aun te es posible y disfrutar el tiempo que te quede para gozar a tu padre, pues yo, aun gozo al mío a través de la eternidad, gracias y espero tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx


Cuando hablo de la palabra padre debo aceptar que no se nada de la figura de un padre como tal, tengo la del mío, pero, a través del tiempo hay figuras borradas, otras maltratadas y las más, olvidadas, aunque no falta quien, como yo, lo recuerde con una ¨fina estampa, caballero. ¨ Si hay una figura que ha cambiado a través del tiempo, es la del padre, siempre ha sido un misterio que en ocasiones no se comprende, lo único que sabemos es que generalmente la eternidad los acompaña.

Algunos comprendieron que a través del tiempo se debe cambiar y que el padre autoritario, aunque aún los hay, debía cambiar de tono y buscar ser mas amistoso, otros, al contrario, cambiaron del autoritarismo al amiguismo, lo que tampoco deja buenos resultados y aunque en mi caso de padre-madre, como hay muchas en el mundo, estoy más en el bando de cambiar aunque no de manera radical, al final del camino, padre o madre, nunca sabrás si lo que haces es lo ideal, o si quien recibe tus indicaciones lo interpretará en el futuro como una forma de amor, recordemos que todos los cambios nos llevan a la eternidad y aunque no comprendo la eternidad, se que al menos mi padre, se encuentra en ella y mis hijos, nietos y bisnietos le seguirán viviendo en el recuerdo de su fina estampa, donde su cuerpo no fue inmortal, su alma sí, a través de los recuerdos de grandes comidas y pláticas familiares donde hasta los amigos se involucraban en su esencia y experiencias, donde los susurros con mi madre aun persisten en mi mente y sus silencios ahora forman parte de los míos.

Días y noches de grandes y pequeñas historias vividas en común, brazos que con ternura cobijaron mi cuerpo toda su vida desde el momento en que aparecí, sutiles detalles que en ocasiones no percibí pero al final reconocí, autoridad sin violencia, con mucha compasión y comprensión y el día de su partida tuve que aceptar que, todo es pasajero y transitorio si solo lo vemos con los ojos del cuerpo, pero si sabemos ver con los ojos del alma siempre estará presente, como no sé qué me depare el día de mi partida aún tengo la esperanza de ese reencuentro donde sus brazos volverán a acogerme en el silencio del nunca jamás; a través de él, sé que vine al mundo para hacer algo por él, para dar lo mejor de mí, dejar rastros positivos como el dejoo los suyos antes de partir y aunque tuve que aceptar que no durarían para siempre y mis hijos escogerían su camino sin mi y conmigo asi, la figura de mi padre permanece en su sitio aunque no en la misma casa ni con la misma gente.

Pero ahí está en el día con día, con sus enseñanzas y ejemplo, entre mis mascotas que de alguna manera son suyas, en el recuerdo de su vejez dando de comer ¨a escondidas¨ a la toti¨ cuando ya no quería comer, ante los repelos de mi bella madre quien al final acababa como yo, riendo en silencio y fingiendo que nadie se dió cuenta, si de alguien aprendí la palabra Libertad fue de él, esa libertad que respeta a todos incluyéndome, confiada en que a través de ella mi existencia que es fugaz, se puede vivir plenamente sin ofender a nadie, padre como vivencia no es palabra, es verbo, verbo vivido en casa, casa donde se cuñó el respeto que empieza en primera persona, de él aprendí que las cosas van y vienen y los bienes se quedan para que otros los disfruten.

Por eso hay que vivir hoy, en el hoy, pues cuando ya no esté aquí, como él no lo está físicamente sus bienes pocos o muchos poco nos importaron porque su legado está aquí, y, la casa fue un techo temporal que se convirtió en alma permanente, por eso no importan las palabras escritas, ni hay necesidad de explicar la palabra padre, pues no es palabra, es verbo y como no somos ni de aquí, ni de allá, y aunque él fue todo amor, sé que hay padres que agotan el odio de tanto daño u odio plasmado en su mal amor, lo importante es guardar en el rincón de los recuerdos el perdón y el amor que algún día tuvieron; ¡quién eres tú para juzgar a un padre¡ lo maravilloso es vivir sin odio, perdonar, aclarar si aun te es posible y disfrutar el tiempo que te quede para gozar a tu padre, pues yo, aun gozo al mío a través de la eternidad, gracias y espero tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx

Tere Derbez B

Cuando hablo de la palabra padre debo aceptar que no se nada de la figura de un padre como tal, tengo la del mío, pero, a través del tiempo hay figuras borradas, otras maltratadas y las más, olvidadas, aunque no falta quien, como yo, lo recuerde con una ¨fina estampa, caballero. ¨ Si hay una figura que ha cambiado a través del tiempo, es la del padre, siempre ha sido un misterio que en ocasiones no se comprende, lo único que sabemos es que generalmente la eternidad los acompaña.

Algunos comprendieron que a través del tiempo se debe cambiar y que el padre autoritario, aunque aún los hay, debía cambiar de tono y buscar ser mas amistoso, otros, al contrario, cambiaron del autoritarismo al amiguismo, lo que tampoco deja buenos resultados y aunque en mi caso de padre-madre, como hay muchas en el mundo, estoy más en el bando de cambiar aunque no de manera radical, al final del camino, padre o madre, nunca sabrás si lo que haces es lo ideal, o si quien recibe tus indicaciones lo interpretará en el futuro como una forma de amor, recordemos que todos los cambios nos llevan a la eternidad y aunque no comprendo la eternidad, se que al menos mi padre, se encuentra en ella y mis hijos, nietos y bisnietos le seguirán viviendo en el recuerdo de su fina estampa, donde su cuerpo no fue inmortal, su alma sí, a través de los recuerdos de grandes comidas y pláticas familiares donde hasta los amigos se involucraban en su esencia y experiencias, donde los susurros con mi madre aun persisten en mi mente y sus silencios ahora forman parte de los míos.

Días y noches de grandes y pequeñas historias vividas en común, brazos que con ternura cobijaron mi cuerpo toda su vida desde el momento en que aparecí, sutiles detalles que en ocasiones no percibí pero al final reconocí, autoridad sin violencia, con mucha compasión y comprensión y el día de su partida tuve que aceptar que, todo es pasajero y transitorio si solo lo vemos con los ojos del cuerpo, pero si sabemos ver con los ojos del alma siempre estará presente, como no sé qué me depare el día de mi partida aún tengo la esperanza de ese reencuentro donde sus brazos volverán a acogerme en el silencio del nunca jamás; a través de él, sé que vine al mundo para hacer algo por él, para dar lo mejor de mí, dejar rastros positivos como el dejoo los suyos antes de partir y aunque tuve que aceptar que no durarían para siempre y mis hijos escogerían su camino sin mi y conmigo asi, la figura de mi padre permanece en su sitio aunque no en la misma casa ni con la misma gente.

Pero ahí está en el día con día, con sus enseñanzas y ejemplo, entre mis mascotas que de alguna manera son suyas, en el recuerdo de su vejez dando de comer ¨a escondidas¨ a la toti¨ cuando ya no quería comer, ante los repelos de mi bella madre quien al final acababa como yo, riendo en silencio y fingiendo que nadie se dió cuenta, si de alguien aprendí la palabra Libertad fue de él, esa libertad que respeta a todos incluyéndome, confiada en que a través de ella mi existencia que es fugaz, se puede vivir plenamente sin ofender a nadie, padre como vivencia no es palabra, es verbo, verbo vivido en casa, casa donde se cuñó el respeto que empieza en primera persona, de él aprendí que las cosas van y vienen y los bienes se quedan para que otros los disfruten.

Por eso hay que vivir hoy, en el hoy, pues cuando ya no esté aquí, como él no lo está físicamente sus bienes pocos o muchos poco nos importaron porque su legado está aquí, y, la casa fue un techo temporal que se convirtió en alma permanente, por eso no importan las palabras escritas, ni hay necesidad de explicar la palabra padre, pues no es palabra, es verbo y como no somos ni de aquí, ni de allá, y aunque él fue todo amor, sé que hay padres que agotan el odio de tanto daño u odio plasmado en su mal amor, lo importante es guardar en el rincón de los recuerdos el perdón y el amor que algún día tuvieron; ¡quién eres tú para juzgar a un padre¡ lo maravilloso es vivir sin odio, perdonar, aclarar si aun te es posible y disfrutar el tiempo que te quede para gozar a tu padre, pues yo, aun gozo al mío a través de la eternidad, gracias y espero tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx