/ domingo 31 de octubre de 2021

Obscuridad y celebración

Los muertos caminan de noche para ver a sus familias, mientras la obscuridad los acompaña comprendemos que la obscuridad no se combate ¡se ilumina¡, se iluminan las calles y panteones en este día de muertos, se iluminan con el espíritu de todos aquellos muertos y desaparecidos en nuestro país, en esta celebración donde la fiesta empieza con velas, flores, manteles, bebidas y comidas que agradaban a quienes se fueron para conmemorarlos, se harán presentes los altares con retratos y recuerdos; sin embargo, madres, padres, familias enteras llorarán destrozadas por la ausencia, de quienes desconocen si están o dejaron de estar.

Los que partieron, sabemos que sus almas nos iluminan, ¿los desaparecidos? Espero, ¡Dios sepa dónde están!, porque los comunes mortales lloran su silencio como el silencio de las ánimas, en esta celebración aprendamos a crecer desde dentro, preparándonos para brillar sin necesitar apagar la luz de los demás.

Actualmente existe obscuridad, el día de muertos nos recuerda que estamos vivos a pesar de la incertidumbre, desconfianza y violencia que vivimos, nos recuerda que solo los iluminados, unen, o desunen, construyen, no destruyen, los iluminados honran a vivos y muertos, por eso, logran venerar a sus muertos en vida y en su partida, no entretienen a sus vivos con fiestas y petardos abandonándolos ante la violencia que existe, como no sabemos qué sucede cuando dejamos este plano, busquemos hoy, celebrar la vida en vida, ¡hermano, en vida hay que celebrar el estar vivos¡, Seamos amor, porque el amor es la energía que mueve al mundo y todos tenemos ese don, ese poder dentro de nosotros, ninguna fuerza supera el amor de Dios, ese amor es nuestra esencia, no mezclemos todos los momentos ni todas las cosas, prioriza de tal manera que tengas tiempo para ti y para lo esencial, no llores tus muertos, celébralos en vida, disfruta el olor del pan de muerto y degústalo en vida, no camines hacia atrás, aprende que la esencia de la vida es ir hacia delante sin voltear atrás, extraña a quienes no volverás a ver ni escuchar su voz para que permanezcan vivos en tus recuerdos, celebra con quienes tienes contigo, la felicidad está en ti, no en manos de otros, en esta pandemia aprendimos que no hay clases sociales, ni mejores, ni peores, aprendimos que el día que nos toca, nos toca por parejo y no importa el ataúd, importa tu actitud y comportamiento en vida para ir al cielo, por eso en esta celebración, pon tu altar y ríe con quienes presentes y ausentes están, haz tus calaveras como antaño se hacían, burlándose de los vivos que errores cometían, calaveras alegres, burlonas y serias, vístete de Catrina en honor de Posadas, recuerda a Diego y Frida y ríete de la vida porque la calaca siríaca flaca, algún día te encontrará, ya que de la muerte, nadie se escapa, como tampoco, nadie muere la víspera. De la llorona no te preocupes, vete al templo a encontrar a tu negro, ponte tu huipil y vístete de azul celeste, ya que también llorona eres y en polvo te convertirás.

Celebra tu Xantol con la ofrenda, guíalos con flores de Cempaxúchitl, revive su alma con la mariposa monarca, dales agua para mitigar la sed, evita que su cuerpo se corrompa poniéndoles sal y copal para purificarlo de los malos espíritus, cocina el pan de muerto y aliméntalos para recordarles tu amor, ya que cuando su alma nos deja se hace de noche y en esa misma noche, se encuentra el amor, ese que se fue y permanece, porque la tristeza nos abraza al decirles adiós y en sus recuerdos, está su presencia, esa que en vida, muchas veces no contó.

Cultivemos el homenaje a nuestros muertos considerado Patrimonio de la Humanidad, homenaje que nos distingue de otras celebraciones y reafirma nuestra mezcla indígena – española, esa, donde religión y rituales se entremezclan, fiesta que recuerda que todos aquellos que han cruzado nuestro camino, tienen un por qué y una enseñanza: Dios maravilloso existe en nuestro interior, pon tus retratos y tu comida, reza y platica con ellos, comete tu calaverita con el pan de muerto y un vaso de tequila, ya que vida solo hay una y muerte también, mientras celebras tus vivos y recuerdas a tus muertos, te deseo un maravilloso homenaje a ellos, esperando tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo tu lectura.

Los muertos caminan de noche para ver a sus familias, mientras la obscuridad los acompaña comprendemos que la obscuridad no se combate ¡se ilumina¡, se iluminan las calles y panteones en este día de muertos, se iluminan con el espíritu de todos aquellos muertos y desaparecidos en nuestro país, en esta celebración donde la fiesta empieza con velas, flores, manteles, bebidas y comidas que agradaban a quienes se fueron para conmemorarlos, se harán presentes los altares con retratos y recuerdos; sin embargo, madres, padres, familias enteras llorarán destrozadas por la ausencia, de quienes desconocen si están o dejaron de estar.

Los que partieron, sabemos que sus almas nos iluminan, ¿los desaparecidos? Espero, ¡Dios sepa dónde están!, porque los comunes mortales lloran su silencio como el silencio de las ánimas, en esta celebración aprendamos a crecer desde dentro, preparándonos para brillar sin necesitar apagar la luz de los demás.

Actualmente existe obscuridad, el día de muertos nos recuerda que estamos vivos a pesar de la incertidumbre, desconfianza y violencia que vivimos, nos recuerda que solo los iluminados, unen, o desunen, construyen, no destruyen, los iluminados honran a vivos y muertos, por eso, logran venerar a sus muertos en vida y en su partida, no entretienen a sus vivos con fiestas y petardos abandonándolos ante la violencia que existe, como no sabemos qué sucede cuando dejamos este plano, busquemos hoy, celebrar la vida en vida, ¡hermano, en vida hay que celebrar el estar vivos¡, Seamos amor, porque el amor es la energía que mueve al mundo y todos tenemos ese don, ese poder dentro de nosotros, ninguna fuerza supera el amor de Dios, ese amor es nuestra esencia, no mezclemos todos los momentos ni todas las cosas, prioriza de tal manera que tengas tiempo para ti y para lo esencial, no llores tus muertos, celébralos en vida, disfruta el olor del pan de muerto y degústalo en vida, no camines hacia atrás, aprende que la esencia de la vida es ir hacia delante sin voltear atrás, extraña a quienes no volverás a ver ni escuchar su voz para que permanezcan vivos en tus recuerdos, celebra con quienes tienes contigo, la felicidad está en ti, no en manos de otros, en esta pandemia aprendimos que no hay clases sociales, ni mejores, ni peores, aprendimos que el día que nos toca, nos toca por parejo y no importa el ataúd, importa tu actitud y comportamiento en vida para ir al cielo, por eso en esta celebración, pon tu altar y ríe con quienes presentes y ausentes están, haz tus calaveras como antaño se hacían, burlándose de los vivos que errores cometían, calaveras alegres, burlonas y serias, vístete de Catrina en honor de Posadas, recuerda a Diego y Frida y ríete de la vida porque la calaca siríaca flaca, algún día te encontrará, ya que de la muerte, nadie se escapa, como tampoco, nadie muere la víspera. De la llorona no te preocupes, vete al templo a encontrar a tu negro, ponte tu huipil y vístete de azul celeste, ya que también llorona eres y en polvo te convertirás.

Celebra tu Xantol con la ofrenda, guíalos con flores de Cempaxúchitl, revive su alma con la mariposa monarca, dales agua para mitigar la sed, evita que su cuerpo se corrompa poniéndoles sal y copal para purificarlo de los malos espíritus, cocina el pan de muerto y aliméntalos para recordarles tu amor, ya que cuando su alma nos deja se hace de noche y en esa misma noche, se encuentra el amor, ese que se fue y permanece, porque la tristeza nos abraza al decirles adiós y en sus recuerdos, está su presencia, esa que en vida, muchas veces no contó.

Cultivemos el homenaje a nuestros muertos considerado Patrimonio de la Humanidad, homenaje que nos distingue de otras celebraciones y reafirma nuestra mezcla indígena – española, esa, donde religión y rituales se entremezclan, fiesta que recuerda que todos aquellos que han cruzado nuestro camino, tienen un por qué y una enseñanza: Dios maravilloso existe en nuestro interior, pon tus retratos y tu comida, reza y platica con ellos, comete tu calaverita con el pan de muerto y un vaso de tequila, ya que vida solo hay una y muerte también, mientras celebras tus vivos y recuerdas a tus muertos, te deseo un maravilloso homenaje a ellos, esperando tus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo tu lectura.