/ sábado 16 de mayo de 2020

No vivas enojado con dios

No hay que culpar a Dios por las desgracias. stas, no fueron provocadas por Dios. Los infortunios vienen por el abuso de la libertad humana.

El mal que hoy nos aqueja, tiene su causa en la maldad del hombre; porque algunos fallan, y otros sufren las consecuencias.

Pero Dios nunca se equivoca, y no deja de amarnos. Somos nosotros, los que no le damos la entrada al amor, y por eso sufrimos.

Ya lo dice Jess: Jerusaln, Jerusaln, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! Cuntas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina rene a sus pollos bajo las alas, y no habis querido!. (Mt.23,37).

El hombre no se decide a confiar en Dios. Y con esa actitud, es imposible que el Seor pueda hacer algo por nosotros; porque la libertad del hombre, es un lmite para el Seor.

Y al no dar crdito a Dios, le cerramos las puertas para que entre y nos salve.

El Seor, siempre va a respetar tu libertad; porque te ama, y por eso te deja libre.

Pero el exceso de libertad, se llama libertinaje. Y ese exceso, nos lleva al extremo opuesto, es decir: el libertinaje nos vuelve esclavos.

Y ahora nos encontramos presos, aorando lo ms sagrado: la libertad. sta, que alguien nos arrebat, y que no fue Dios. Porque Cristo vino a liberarnos para que seamos libres.

Por eso mismo, no te equivoques, y no esperes a que Dios responda por tanto infortunio. En Dios, no est la respuesta, sta, la tiene el hombre. Porque ste, es el responsable de nuestras desdichas.

Si estallas en contra de Dios, te vas a hacer ms dao. Porque enojarte con Dios, es lo mismo que golpear a la pared. sta no se daa, el que se lastima eres t

Recordemos aquella fbula que dice: Djole la lima a la serpiente. El mal, necia, ser para ti; Cmo has de hacer mella en m, que hago polvo el metal? Quien pretende sin razn al ms fuerte derribar, no consigue sino dar coces contra el aguijn (La serpiente y la lima, Samaniego).

San Pablo, antes de su conversin, se la pasaba persiguiendo a los cristianos, hasta que escucho aquella voz que le deca: Saulo, Saulo, Por qu me persigues? Duro es para ti dar coces contra el aguijn. (Hch.26,14).

Quien pretende al ms fuerte derribar no consigue sino su propia ruina. (Samaniego). Dar coces, es golpearse a uno mismo.

Y, cmo pretendes enfrentarte a Dios? Si l, es el que todo lo puede; no ser mejor, que te unas a l, para que Dios pueda librarte de este mal.

El que va contra Dios, va contra s mismo.

Tal vez pienses, que el Seor tiene poder para cambiar la realidad; y es cierto, Dios todo lo puede.

Pero el hombre tambin tiene poder; el poder que el Creador le dio cuando lo hizo libre. Pero Dios, que nos ama, jams nos va negar la libertad que un da nos dio. Aunque con sta, podamos hacer mucho bien, pero tambin mucho mal.

Por lo mismo, si tienes algo que preguntar: pregntaselo al hombre. Porque ste, es el que te fall. Dios, nunca te ha fallado.

Es mejor, hacer un acto de humildad, y as se abrirn las puertas. Y si el hombre acepta su culpa, entonces vendr Dios para salvarlo.

No hay que culpar a Dios por las desgracias. stas, no fueron provocadas por Dios. Los infortunios vienen por el abuso de la libertad humana.

El mal que hoy nos aqueja, tiene su causa en la maldad del hombre; porque algunos fallan, y otros sufren las consecuencias.

Pero Dios nunca se equivoca, y no deja de amarnos. Somos nosotros, los que no le damos la entrada al amor, y por eso sufrimos.

Ya lo dice Jess: Jerusaln, Jerusaln, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! Cuntas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina rene a sus pollos bajo las alas, y no habis querido!. (Mt.23,37).

El hombre no se decide a confiar en Dios. Y con esa actitud, es imposible que el Seor pueda hacer algo por nosotros; porque la libertad del hombre, es un lmite para el Seor.

Y al no dar crdito a Dios, le cerramos las puertas para que entre y nos salve.

El Seor, siempre va a respetar tu libertad; porque te ama, y por eso te deja libre.

Pero el exceso de libertad, se llama libertinaje. Y ese exceso, nos lleva al extremo opuesto, es decir: el libertinaje nos vuelve esclavos.

Y ahora nos encontramos presos, aorando lo ms sagrado: la libertad. sta, que alguien nos arrebat, y que no fue Dios. Porque Cristo vino a liberarnos para que seamos libres.

Por eso mismo, no te equivoques, y no esperes a que Dios responda por tanto infortunio. En Dios, no est la respuesta, sta, la tiene el hombre. Porque ste, es el responsable de nuestras desdichas.

Si estallas en contra de Dios, te vas a hacer ms dao. Porque enojarte con Dios, es lo mismo que golpear a la pared. sta no se daa, el que se lastima eres t

Recordemos aquella fbula que dice: Djole la lima a la serpiente. El mal, necia, ser para ti; Cmo has de hacer mella en m, que hago polvo el metal? Quien pretende sin razn al ms fuerte derribar, no consigue sino dar coces contra el aguijn (La serpiente y la lima, Samaniego).

San Pablo, antes de su conversin, se la pasaba persiguiendo a los cristianos, hasta que escucho aquella voz que le deca: Saulo, Saulo, Por qu me persigues? Duro es para ti dar coces contra el aguijn. (Hch.26,14).

Quien pretende al ms fuerte derribar no consigue sino su propia ruina. (Samaniego). Dar coces, es golpearse a uno mismo.

Y, cmo pretendes enfrentarte a Dios? Si l, es el que todo lo puede; no ser mejor, que te unas a l, para que Dios pueda librarte de este mal.

El que va contra Dios, va contra s mismo.

Tal vez pienses, que el Seor tiene poder para cambiar la realidad; y es cierto, Dios todo lo puede.

Pero el hombre tambin tiene poder; el poder que el Creador le dio cuando lo hizo libre. Pero Dios, que nos ama, jams nos va negar la libertad que un da nos dio. Aunque con sta, podamos hacer mucho bien, pero tambin mucho mal.

Por lo mismo, si tienes algo que preguntar: pregntaselo al hombre. Porque ste, es el que te fall. Dios, nunca te ha fallado.

Es mejor, hacer un acto de humildad, y as se abrirn las puertas. Y si el hombre acepta su culpa, entonces vendr Dios para salvarlo.