Me parecía difícil, pero finalmente me aplique y encontré lo que buscaba. Se veía tortuoso en el sentido de que había que caminar calle tras calle, y con la vista tratar de encontrar en alguna puerta o en el vidrio de una ventana. Un pegote o calcomanía que recordaba haber visto pegado, en una casa si y en la siguiente también, en aquellos barrios de s.l.potosi.
Recordaba haberlos visto hace más o menos 50 ó 100 años, no lo puedo precisar, y que parecían una barrera de ametralladoras del calibre 50 o mejor dicho, semejaban a “un conjuro” de lo más posiblemente poderoso, y que sentenciaba “este hogar es católico, no se recibe propaganda protestante”
Era crio y no había quien me explicara, o simplemente no comprendía el alto peligro de “la propaganda protestante”. Pero claramente veía que hombres y mujeres adultos entendían y comprendían de la altísima peligrosidad que esto implicaba.
Camine pues mi antiguo barrio. Mismo adoquín, mismas disparejas banquetas e iguales fachadas, todo felizmente poco cambiado. Y después de mucho tiempo encontré, en el ángulo superior derecho de una ventana enrejada, pegado al vidrio, ese pegote atemorizante y disuasivo “este hogar es católico, no se recibe propaganda protestante” ahí estaba pues la calcomanía pegada por mano de hombre.
En estos tiempos a esos actos se les llama “terrorismo”. Toda vez que su propio sentido estricto es el crear inseguridad, trastocar la razón en algo susceptible de intimidación, todo con la finalidad de difundir “el miedo” - y para estos casos viene a ser lo mismo un bombazo que una mentira-
A eso han apostado todo, quienes compiten contra López Obrador. Esa es y no otra la “suerte principal” –tratar de provocar el miedo entre la población- ¿o cual será la pretensión? cuando algún líder patronal declara socarronamente “yo no he escuchado a miembros de la cámara a la que represento que sacarán su capital del país, si gana López Obrador”… ¿no es esto un claro mensaje subliminal?
Por supuesto que a los otros candidatos se le escucha despotricar, y se les ve rasgarse las vestiduras al decir, palabras más, palabras menos “yo soy decente, honrado y trabajador” ¡pregúntenle a mi compadre! Y rematan diciendo “mamá, soy Paquito; no har travesuras….” El travieso es el tabasqueño, dirán.
De que el terrorismo funciona, ni quien lo dude. Pero a la fecha, ni tan siquiera lo han sabido aplicar cabalmente…por eso “el miedo” no ha penetrado la población. Por eso vence la ira añeja, los enojos antiguos, los incontables muertos y desaparecidos. Así como el robo, el despojo y saqueo le ganan “al miedo” –por eso amlo será presidente, claro, si no le disparan-