/ domingo 6 de octubre de 2019

Menos pobres

En muchos lugares de este país y por supuesto de San Luis, es hasta “natural” nacer pobre, crecer pobre y morir pobre. No hay de otra. Así ha sido por generaciones ante la falta de oportunidades, de educación y de olvido institucional.

Hay gobiernos populistas que le dan dinero a la gente para que se compre algo de comida y hasta una pantalla para ver las novelas. Así comprometen el voto para las próximas elecciones a cambio de una “felicidad” momentánea. Es la triste realidad de nuestro país.

En un sistema federalizado como el de México, es claro que en los estados, bajar un punto porcentual los índices de pobreza, representa un gran esfuerzo para los gobiernos porque la cobija generalmente o no alcanza o es mal administrada y esto deriva de que los impuestos que envían al Gobierno Federal entidades industrializadas, no reportan la misma cantidad cuando retornan, de ahí que varios amenacen continuamente con retirarse del Pacto Federal.

En el caso de San Luis Potosí, la administración del Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras López, mantiene un equilibrio en su actuar porque no solamente se nutre de atraer empresas y generar empleos. No se enfoca solamente en la riqueza. Tampoco navegó con el primer lugar en los servicios de salud, sino que hay otro capítulo que por su dramatismo merece un poco de más atención.

La gran dispersión poblacional y las grandes distancias entre un municipio y otro hacen muy difícil llevar los servicios más elementales a las familias más necesitadas. No es al caso de Aguascalientes o Querétaro, estados vecinos en que sus municipios se encuentran distantes a 30 ó 35 minutos unos de otros. Aquí un recorrido de Matehuala o Vanegas hasta San Vicente Tancuayalab o a Tamazunchale le requiere de cinco o seis horas

Inclusive, el factor seguridad pública es mucho más complicado cumplirlo aquí que en entidades como Morelos o hasta Colima, en donde la criminalidad es la más alta del país. Entonces podemos entender que de acuerdo a las evaluaciones que hizo el CONEVAL y que entregó recientemente, en donde da conocer que en el territorio de San Luis Potosí, la pobreza extrema pudo disminuirse 2.2 puntos porcentuales, el esfuerzo que tuvo que hacer el Gobierno del Estado para lograrlo.

La disciplina financiera, la precisión en los programas para llegar a todos esos núcleos de personas con discapacidad, mujeres embarazadas, adultos mayores en estado de vulnerabilidad, escolares de kínder hasta secundaria y preparatoria, niños indígenas, hasta llegar a cerca de 250 mil con derecho a desayuno y comida.

Además, habilitar programas con adiestramiento para que casi 50 mil de ellos abandonaran para siempre su carencia alimentaria, mediante diversos implementos técnicos en sus viviendas como son huertos familiares, corrales en traspatio y ventas de excedentes, que en el transcurso de cuatro años probaron ya su efectividad.

Hay además, un 3.5 por ciento que pudo dejar atrás la pobreza moderada, de acuerdo con las estimaciones del CONEVAL, que es el órgano federal que hace todas estas evaluaciones en la República Mexicana y en estas condiciones, hablamos de que en diferentes grados, entre el Gobierno del Estado y el DIF Estatal lograron estabilizar 5.7 puntos porcentuales abajo la pobreza extrema y moderada en la entidad, en lo que lleva de mandato el doctor Carreras López.

Los porcentajes en sí, parecen mínimos, sin embargo, equivalen a un esfuerzo gigantesco, permanente, con políticas públicas muy depuradas, con un gran sentido del desarrollo social, en donde el más desprotegido, el más vulnerable, es mano, el que carece de todo va primero, pero el requisito primordial es buscarlos para dotarlos de vivienda y alejarlos del hacinamiento, darles vestimenta y alimentación, los servicios básicos como son agua, drenaje, energía eléctrica, servicios de salud y lo único que los puede impulsar para dejar atrás el infierno que vivieron: Educación.

Con todo este desglose y de acuerdo con el CONEVAL, hasta agosto de este año, en cifras redondas y con las políticas públicas de la administración del gobernador Carreras López y de su esposa la presidenta del DIF Estatal Lorena Valle Rodríguez, 109 mil potosinos pudieron superar la pobreza en la que se debatieron quién sabe por cuántos años.

Todos estos datos, las inversiones que llegan, los empleos que se generan, los nuevos hospitales, la red de parques recreativos, el abatimiento de la pobreza, crean la confianza de que San Luis camina bien. El San Luis de las familias potosinas está en orden.


Twitter @lozano_ray


En muchos lugares de este país y por supuesto de San Luis, es hasta “natural” nacer pobre, crecer pobre y morir pobre. No hay de otra. Así ha sido por generaciones ante la falta de oportunidades, de educación y de olvido institucional.

Hay gobiernos populistas que le dan dinero a la gente para que se compre algo de comida y hasta una pantalla para ver las novelas. Así comprometen el voto para las próximas elecciones a cambio de una “felicidad” momentánea. Es la triste realidad de nuestro país.

En un sistema federalizado como el de México, es claro que en los estados, bajar un punto porcentual los índices de pobreza, representa un gran esfuerzo para los gobiernos porque la cobija generalmente o no alcanza o es mal administrada y esto deriva de que los impuestos que envían al Gobierno Federal entidades industrializadas, no reportan la misma cantidad cuando retornan, de ahí que varios amenacen continuamente con retirarse del Pacto Federal.

En el caso de San Luis Potosí, la administración del Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras López, mantiene un equilibrio en su actuar porque no solamente se nutre de atraer empresas y generar empleos. No se enfoca solamente en la riqueza. Tampoco navegó con el primer lugar en los servicios de salud, sino que hay otro capítulo que por su dramatismo merece un poco de más atención.

La gran dispersión poblacional y las grandes distancias entre un municipio y otro hacen muy difícil llevar los servicios más elementales a las familias más necesitadas. No es al caso de Aguascalientes o Querétaro, estados vecinos en que sus municipios se encuentran distantes a 30 ó 35 minutos unos de otros. Aquí un recorrido de Matehuala o Vanegas hasta San Vicente Tancuayalab o a Tamazunchale le requiere de cinco o seis horas

Inclusive, el factor seguridad pública es mucho más complicado cumplirlo aquí que en entidades como Morelos o hasta Colima, en donde la criminalidad es la más alta del país. Entonces podemos entender que de acuerdo a las evaluaciones que hizo el CONEVAL y que entregó recientemente, en donde da conocer que en el territorio de San Luis Potosí, la pobreza extrema pudo disminuirse 2.2 puntos porcentuales, el esfuerzo que tuvo que hacer el Gobierno del Estado para lograrlo.

La disciplina financiera, la precisión en los programas para llegar a todos esos núcleos de personas con discapacidad, mujeres embarazadas, adultos mayores en estado de vulnerabilidad, escolares de kínder hasta secundaria y preparatoria, niños indígenas, hasta llegar a cerca de 250 mil con derecho a desayuno y comida.

Además, habilitar programas con adiestramiento para que casi 50 mil de ellos abandonaran para siempre su carencia alimentaria, mediante diversos implementos técnicos en sus viviendas como son huertos familiares, corrales en traspatio y ventas de excedentes, que en el transcurso de cuatro años probaron ya su efectividad.

Hay además, un 3.5 por ciento que pudo dejar atrás la pobreza moderada, de acuerdo con las estimaciones del CONEVAL, que es el órgano federal que hace todas estas evaluaciones en la República Mexicana y en estas condiciones, hablamos de que en diferentes grados, entre el Gobierno del Estado y el DIF Estatal lograron estabilizar 5.7 puntos porcentuales abajo la pobreza extrema y moderada en la entidad, en lo que lleva de mandato el doctor Carreras López.

Los porcentajes en sí, parecen mínimos, sin embargo, equivalen a un esfuerzo gigantesco, permanente, con políticas públicas muy depuradas, con un gran sentido del desarrollo social, en donde el más desprotegido, el más vulnerable, es mano, el que carece de todo va primero, pero el requisito primordial es buscarlos para dotarlos de vivienda y alejarlos del hacinamiento, darles vestimenta y alimentación, los servicios básicos como son agua, drenaje, energía eléctrica, servicios de salud y lo único que los puede impulsar para dejar atrás el infierno que vivieron: Educación.

Con todo este desglose y de acuerdo con el CONEVAL, hasta agosto de este año, en cifras redondas y con las políticas públicas de la administración del gobernador Carreras López y de su esposa la presidenta del DIF Estatal Lorena Valle Rodríguez, 109 mil potosinos pudieron superar la pobreza en la que se debatieron quién sabe por cuántos años.

Todos estos datos, las inversiones que llegan, los empleos que se generan, los nuevos hospitales, la red de parques recreativos, el abatimiento de la pobreza, crean la confianza de que San Luis camina bien. El San Luis de las familias potosinas está en orden.


Twitter @lozano_ray