/ viernes 20 de julio de 2018

Los plásticos en la medicina | México es ciencia

Por Juan Valerio Cauich Rodríguez y Julio Domínguez Orta (CICY)*

Seguro te preocupa el impacto tan negativo que tiene sobre el planeta la basura plástica y lo responsables que somos todos de seguir generando residuos como bolsas, popotes, cubiertos desechables de plástico, palos para sostener globos, hisopos…

¿A dónde van estos residuos? Generalmente, al océano perjudicando, en primera instancia al menos 600 especies marinas, de las cuales, 15 por ciento se catalogan en peligro de extinción, lo que confirma el efecto nocivo de los polímeros en el medioambiente.

Pero, ¿por qué ver sólo este efecto negativo?

Los materiales poliméricos tienen bondades que pueden aplicarse en el campo de la medicina regenerativa, precisamente, por esas características que los han colocado como los enemigos del planeta, su durabilidad y su versatilidad; dichas cualidades permiten que estos materiales puedan emplearse como sustitutos de tejidos blandos o duros, así como salvar vidas cuando se usan como dispositivos médicos cardiovasculares (válvulas cardiacas o injertos vasculares), en la regeneración de nervio periférico o, incluso, en prótesis mamarias.


Hagamos un poco de memoria

En la década de 1980 era casi imposible pensar en la sustitución de tejidos o en la intervención de materiales en el organismo con fines quirúrgicos o terapéuticos; afortunadamente, en los últimos treinta años la historia ha cambiado y la evolución en el campo ha sido impresionante, tanto que ya se avizora la fabricación de distintos órganos en laboratorios en un futuro no muy lejano.

En 1991, un biomaterial se definía como aquel que se utilizaba con la intención de interactuar con sistemas biológicos para evaluar, tratar, aumentar o sustituir cualquier tejido, órgano o función en el cuerpo; con los avances científicos, este concepto ha quedado rebasado.

Hoy, hablar de biomateriales es pensar en la aplicación de principios y métodos de la ingeniería y de las ciencias de la vida para el entendimiento fundamental de las relaciones estructura-propiedad en tejidos normales o patológicosy el desarrollo de sustitutos biológicos para restablecer, mantener o mejorar su función. Esto es, se trata de sustancias diseñadas para adoptar formas específicas, aisladas o integradas en un sistema complejo, que puedan dirigir el curso de un procedimiento diagnóstico o terapéutico en seres humanos o animales.

Por estas razones, los biomateriales pueden ser empleados en la fabricación de sustitutos de cartílago, pieles artificiales, injertos vasculares, válvulas cardiacas, tubos de regeneración de nervios, prótesis oculares, de mama, cadera, rodilla, tendones y ligamentos…

En nuestros días, para optimizar el trabajo científico en el campo de la medicina regenerativa se ha optado por integrar equipos multidisciplinarios con el fin de realizar aportes más integrales y con mayor potencial para la medicina traslacional que permitan que esta ciencia básica tenga una aplicación clínica en los pacientes.

De hecho, en el sureste del país, específicamente en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) —institución integrante del Sistema de Centros Públicos Conacyt— existe un equipo integrado por investigadores expertos en química, biología e ingeniería tisular.

El equipo integrado por los doctores Juan Valerio Cauich Rodríguez, Fernando Hernández Sánchez, José Manuel Cervantes Uc y la doctora Nayeli Rodríguez Fuentes, investigadores de la Unidad de Materiales del CICY, ha realizado aportes importantes en la preparación y la caracterización de cementos óseos acrílicos para fijar prótesis en articulaciones humanas, el desarrollo de materiales, tanto naturales como sintéticos, con aplicaciones cardiovasculares, y la fabricación de andamios para la regeneración de tejidos. Más recientemente, se han involucrado en la atención a problemas nacionales, como la diabetes tipo II y el entendimiento del rol de elementos traza, como el cobre, en los procesos involucrados para mantener a los tejidos sustitutivos viables (Proyecto Fronteras de la Ciencia).

Así que la próxima vez que pienses en la falsa aseveración de que los plásticos son perjudiciales para la salud o el medioambiente recuerda que, precisamente, la durabilidad de muchos materiales poliméricos permite que un paciente pueda usar un acrílico durante veinte o treinta años sin necesidad de una nueva cirugía.


El problema de muchos polímeros sintéticos está, justamente, en su disposición final

¿Qué hace cada uno de nosotros con los plásticos que utiliza y desecha? ¿Los tira en la basura, en la calle, en las playas, en la naturaleza? ¿Los lleva limpios y secos a centros de acopio para su reciclaje? En nosotros está el origen y el fin del problema de la contaminación por plásticos. Dejar de tirarlos a la basura y llevarlos a centros de acopio para su reciclaje puede marcar la gran diferencia.


Autores

*Juan Valerio Cauich Rodríguez es doctor PhD por la QMW-University of London e investigador titular C en la Unidad Académica de Materiales en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), y Julio Domínguez Orta es responsable de Divulgación de CICY. Contacto: gabyherrera@cicy.mx


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Por Juan Valerio Cauich Rodríguez y Julio Domínguez Orta (CICY)*

Seguro te preocupa el impacto tan negativo que tiene sobre el planeta la basura plástica y lo responsables que somos todos de seguir generando residuos como bolsas, popotes, cubiertos desechables de plástico, palos para sostener globos, hisopos…

¿A dónde van estos residuos? Generalmente, al océano perjudicando, en primera instancia al menos 600 especies marinas, de las cuales, 15 por ciento se catalogan en peligro de extinción, lo que confirma el efecto nocivo de los polímeros en el medioambiente.

Pero, ¿por qué ver sólo este efecto negativo?

Los materiales poliméricos tienen bondades que pueden aplicarse en el campo de la medicina regenerativa, precisamente, por esas características que los han colocado como los enemigos del planeta, su durabilidad y su versatilidad; dichas cualidades permiten que estos materiales puedan emplearse como sustitutos de tejidos blandos o duros, así como salvar vidas cuando se usan como dispositivos médicos cardiovasculares (válvulas cardiacas o injertos vasculares), en la regeneración de nervio periférico o, incluso, en prótesis mamarias.


Hagamos un poco de memoria

En la década de 1980 era casi imposible pensar en la sustitución de tejidos o en la intervención de materiales en el organismo con fines quirúrgicos o terapéuticos; afortunadamente, en los últimos treinta años la historia ha cambiado y la evolución en el campo ha sido impresionante, tanto que ya se avizora la fabricación de distintos órganos en laboratorios en un futuro no muy lejano.

En 1991, un biomaterial se definía como aquel que se utilizaba con la intención de interactuar con sistemas biológicos para evaluar, tratar, aumentar o sustituir cualquier tejido, órgano o función en el cuerpo; con los avances científicos, este concepto ha quedado rebasado.

Hoy, hablar de biomateriales es pensar en la aplicación de principios y métodos de la ingeniería y de las ciencias de la vida para el entendimiento fundamental de las relaciones estructura-propiedad en tejidos normales o patológicosy el desarrollo de sustitutos biológicos para restablecer, mantener o mejorar su función. Esto es, se trata de sustancias diseñadas para adoptar formas específicas, aisladas o integradas en un sistema complejo, que puedan dirigir el curso de un procedimiento diagnóstico o terapéutico en seres humanos o animales.

Por estas razones, los biomateriales pueden ser empleados en la fabricación de sustitutos de cartílago, pieles artificiales, injertos vasculares, válvulas cardiacas, tubos de regeneración de nervios, prótesis oculares, de mama, cadera, rodilla, tendones y ligamentos…

En nuestros días, para optimizar el trabajo científico en el campo de la medicina regenerativa se ha optado por integrar equipos multidisciplinarios con el fin de realizar aportes más integrales y con mayor potencial para la medicina traslacional que permitan que esta ciencia básica tenga una aplicación clínica en los pacientes.

De hecho, en el sureste del país, específicamente en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) —institución integrante del Sistema de Centros Públicos Conacyt— existe un equipo integrado por investigadores expertos en química, biología e ingeniería tisular.

El equipo integrado por los doctores Juan Valerio Cauich Rodríguez, Fernando Hernández Sánchez, José Manuel Cervantes Uc y la doctora Nayeli Rodríguez Fuentes, investigadores de la Unidad de Materiales del CICY, ha realizado aportes importantes en la preparación y la caracterización de cementos óseos acrílicos para fijar prótesis en articulaciones humanas, el desarrollo de materiales, tanto naturales como sintéticos, con aplicaciones cardiovasculares, y la fabricación de andamios para la regeneración de tejidos. Más recientemente, se han involucrado en la atención a problemas nacionales, como la diabetes tipo II y el entendimiento del rol de elementos traza, como el cobre, en los procesos involucrados para mantener a los tejidos sustitutivos viables (Proyecto Fronteras de la Ciencia).

Así que la próxima vez que pienses en la falsa aseveración de que los plásticos son perjudiciales para la salud o el medioambiente recuerda que, precisamente, la durabilidad de muchos materiales poliméricos permite que un paciente pueda usar un acrílico durante veinte o treinta años sin necesidad de una nueva cirugía.


El problema de muchos polímeros sintéticos está, justamente, en su disposición final

¿Qué hace cada uno de nosotros con los plásticos que utiliza y desecha? ¿Los tira en la basura, en la calle, en las playas, en la naturaleza? ¿Los lleva limpios y secos a centros de acopio para su reciclaje? En nosotros está el origen y el fin del problema de la contaminación por plásticos. Dejar de tirarlos a la basura y llevarlos a centros de acopio para su reciclaje puede marcar la gran diferencia.


Autores

*Juan Valerio Cauich Rodríguez es doctor PhD por la QMW-University of London e investigador titular C en la Unidad Académica de Materiales en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), y Julio Domínguez Orta es responsable de Divulgación de CICY. Contacto: gabyherrera@cicy.mx


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