/ viernes 23 de febrero de 2018

LOS MILLENNIALS FINANCIERAMENTE HABLANDO

Los millennials están entrando en sus años más productivos, ya que son las personas de 18 a 34 años que están logrando los años dorados en términos de desarrollo profesional.

Sin embargo a diferencia de generaciones anteriores, la prioridad para ellos no es necesariamente obtener la casa, el carro y la beca, sino acumular memorias que maximizan su felicidad, y estas son principalmente los viajes y las experiencias.

Sin embargo, uno de los grandes problemas de acumular estas experiencias que pueden tener un gran valor emocional, es que dichas experiencias terminan siendo un gasto y no una inversión.

De acuerdo a un reciente reporte del banco de inversión americano Charles Schwab, los millennials gastan más que otras generaciones en comodidades como salir a cenar, cafés costosos y tomar el taxi.

Por el contrario, estas otras generaciones como la Generación X y los baby boomers tenían como mayor prioridad acumular activos (por ejemplo, una casa o un automóvil) que tienen un valor terminal y uso en el largo plazo.

De acuerdo a una encuesta de Go Banking Rates en 2017, más de la mitad de millennials no tienen nada ahorrado.

Todavía más preocupante, el porcentaje de millennials que tienen $0 en la cuenta de ahorros aumenta, donde en 2016 era el 31 por ciento, mientras que en 2017 aumentó al 46 por ciento.

Podría afirmarse que son tres las principales razones del déficit de ahorro y la falta de planeación en el retiro por parte de los millennials: en primer lugar, los millennials tuvieron que iniciar su vida laboral en medio de la peor crisis financiera en décadas, en el colapso financiero del 2008.

Esto hizo que dicha generación no pudiera experimentar los años de gloria que tuvieron otras generaciones. En segundo lugar, los millennials consideran que no necesitan asesoría financiera ya que toda la información necesaria la pueden obtener en el internet.

Los millennials tienen una mente cortoplacista, olvidando la necesidad de construir un patrimonio para el largo plazo y olvidando que en algún momento no serán la generación más productiva, sino la generación en proceso de retiro.

Por lo tanto, es importante advertir que una vida financiera sana es la que logra el equilibrio entre gastos, ahorro e inversión, y no cometer el error que está haciendo el común denominador de la generación millennial.

Los millennials están entrando en sus años más productivos, ya que son las personas de 18 a 34 años que están logrando los años dorados en términos de desarrollo profesional.

Sin embargo a diferencia de generaciones anteriores, la prioridad para ellos no es necesariamente obtener la casa, el carro y la beca, sino acumular memorias que maximizan su felicidad, y estas son principalmente los viajes y las experiencias.

Sin embargo, uno de los grandes problemas de acumular estas experiencias que pueden tener un gran valor emocional, es que dichas experiencias terminan siendo un gasto y no una inversión.

De acuerdo a un reciente reporte del banco de inversión americano Charles Schwab, los millennials gastan más que otras generaciones en comodidades como salir a cenar, cafés costosos y tomar el taxi.

Por el contrario, estas otras generaciones como la Generación X y los baby boomers tenían como mayor prioridad acumular activos (por ejemplo, una casa o un automóvil) que tienen un valor terminal y uso en el largo plazo.

De acuerdo a una encuesta de Go Banking Rates en 2017, más de la mitad de millennials no tienen nada ahorrado.

Todavía más preocupante, el porcentaje de millennials que tienen $0 en la cuenta de ahorros aumenta, donde en 2016 era el 31 por ciento, mientras que en 2017 aumentó al 46 por ciento.

Podría afirmarse que son tres las principales razones del déficit de ahorro y la falta de planeación en el retiro por parte de los millennials: en primer lugar, los millennials tuvieron que iniciar su vida laboral en medio de la peor crisis financiera en décadas, en el colapso financiero del 2008.

Esto hizo que dicha generación no pudiera experimentar los años de gloria que tuvieron otras generaciones. En segundo lugar, los millennials consideran que no necesitan asesoría financiera ya que toda la información necesaria la pueden obtener en el internet.

Los millennials tienen una mente cortoplacista, olvidando la necesidad de construir un patrimonio para el largo plazo y olvidando que en algún momento no serán la generación más productiva, sino la generación en proceso de retiro.

Por lo tanto, es importante advertir que una vida financiera sana es la que logra el equilibrio entre gastos, ahorro e inversión, y no cometer el error que está haciendo el común denominador de la generación millennial.