Es la segunda vez en menos de dos meses que el presidente Andrés Manuel López Obrador visita San Luis Potosí para encontrarse con proyectos que tiene en marcha el gobernador Juan Manuel Carreras López, orientados a llevar beneficios a los núcleos sociales más desprotegidos y poner su grano de arena, sobre todo con la tan esperada Universidad Benito Juárez.
En esta ocasión estuvo en Aquismón y Ciudad Valles; el primero de ellos caracterizado por sus elevados índices de pobreza y marginalidad, en donde el Gobierno del Estado y el ayuntamiento trabajaron hombro con hombro, invirtieron recursos extraordinarios hasta lograr que en octubre del año pasado fuera nominado Pueblo Mágico, como una de las primeras alternativas para rescatarlo del atraso.
En la huasteca potosina se encuentran grupos que viven en alta marginalidad, sin embargo, el gobernador Carreras López ha tocado puertas en la Federación en el sexenio anterior y en el que encabeza el propio presidente López Obrador para llevarles nuevas alternativas de desarrollo, otros programas sociales que tienen que ver con educación, salud y alimentación.
En esa región son muchos municipios, 20, que se dedican a las más diversas actividades productivas; hay ganaderos, cafetaleros, cañeros, citricultores y hasta piloncilleros, en fin, es una zona rica pero que requiere apoyos de todo tipo para incursionar en los mercados más competitivos del país, incluso en los de exportación.
Indudablemente que la visita de López Obrador marca una nueva ruta en la relación con San Luis Potosí, que es de armonía con el gobierno de Juan Manuel Carreras López y ello abre posibilidades de que se puedan ejecutar políticas públicas que lleguen a los grupos que tienen mayores grados de marginalidad.
A diferencia de otras administraciones, el gobernador Carreras López está dedicado de lleno a trabajar, no está metido en politiquerías baratas, no necesita respaldos de nadie y siempre, en solitario, ha demostrado que puede con el paquete, prueba de ello el lugar tan preponderante que tiene San Luis Potosí entre las entidades de la Federación como una de las de mayor crecimiento económico y, aunque sorprenda a muchos, también es una de los más apetecidos para vivir, una de los más seguras.
En esta ocasión, será la población huasteca, los indígenas, quienes van a dar la bienvenida al presidente López Obrador para conocer muy de cerca sus proyectos sociales que tanto impacto han ocasionado en el país por la vocación que tienen para buscar el rescate de los más necesitados, es por ello que también será un encuentro entre dos administraciones gubernamentales que caminan en armonía, que van de la mano.
Desde la campaña más reciente e incluso en años anteriores, López Obrador ha tenido un aprecio especial por los potosinos; estuvo varias veces en todos y cada uno de los municipios, sabe mucho de su gente, de sus costumbres, de sus necesidades.
Conoce a detalle lo que se produce en cada región, sabe cual es el municipio con mas extensión territorial y el de mayor pobreza, identifica a muchas familias no necesariamente líderes sino que han destacado por su esfuerzo y su lucha en la vida, con las que se identifica.
Por ello le gusta venir con los potosinos y más, encontrarse con un gobierno que no le pone trabas ni le juega las contras, al contrario, dedicado al trabajo y a la suma de esfuerzos que es lo que debe prevalecer, aunque se trate de partidos e ideologías diferentes.
Las visitas de AMLO a San Luis serán un detonante de desarrollo, de eso no hay duda y se debe a la buena relación y comunicación con el superdelegado Gabino Morales, quien dejó de lado la bandera de campaña para tomar la del progreso de su estado.
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