/ viernes 21 de mayo de 2021

Las pensiones en México son una falacia

El derecho que tiene una persona a una vida digna desde su nacimiento hasta su muerte no está en discusión.

El sistema de pensiones de nuestro país está lejos de cumplir con la finalidad de otorgarle al pensionado recursos para vivir una vejez con dignidad. La situación se ve agravada, entre otras cosas, por la falta de control de los ingresos y gastos por parte de los mexicanos, además de la falta de cultura del ahorro. Cuatro de cada 10 mexicanos de 65 y más años de edad se encuentran en situación de pobreza, indican las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). De acuerdo con la Comisión, en México hay poco más de 7.6 millones de personas mayores de 65 años que se encuentran pensionadas. De ellas, el 39 por ciento cuenta con una pensión contributiva (las del viejo y nuevo sistema) y el 61 por ciento una pensión no contributiva (apoyos gubernamentales). En promedio, el ingreso mensual de un mexicano con una pensión contributiva asciende a 5 mil 865 pesos; en cambio, las personas con pensiones no contributivas ascienden a 610 pesos por mes aproximadamente. Lo anterior coincide con las cifras oficiales que refieren que, entre el 23 y el 48 por ciento del sustento de los pensionados depende de ingresos adicionales, como donativos y transferencias de conocidos o familiares, e ingresos laborales y/o de rentas.

Las cifras del Inegi indican que el gasto corriente de los hogares en México asciende en la actualidad a 10 mil 638 pesos mensuales. Un mexicano promedio tendría que ahorrar 2 millones 553 mil 040 pesos para retirarse, durante 20 años, con un ingreso mensual de 10 mil 638 pesos. Para el 95 por ciento de los trabajadores mexicanos que tiene una Afore y que no realiza aportaciones voluntarias a su cuenta para el retiro, alcanzar una meta así es prácticamente imposible. Considerando que dicha tarea tomaría 374 años de vida. Hay un doble reto que debe ser atendido de manera rápida: el gobierno debe expandir la cobertura y tener una mayor masa de trabajadores con esquemas obligatorios y voluntarios. El mayor problema es plantear reformas y alternativas al sistema de pensiones. Esto quiere decir que hay muchos hogares que tienen pérdidas o no le alcanza el presupuesto mensual para cubrir sus gastos regulares.

El derecho que tiene una persona a una vida digna desde su nacimiento hasta su muerte no está en discusión.

El sistema de pensiones de nuestro país está lejos de cumplir con la finalidad de otorgarle al pensionado recursos para vivir una vejez con dignidad. La situación se ve agravada, entre otras cosas, por la falta de control de los ingresos y gastos por parte de los mexicanos, además de la falta de cultura del ahorro. Cuatro de cada 10 mexicanos de 65 y más años de edad se encuentran en situación de pobreza, indican las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). De acuerdo con la Comisión, en México hay poco más de 7.6 millones de personas mayores de 65 años que se encuentran pensionadas. De ellas, el 39 por ciento cuenta con una pensión contributiva (las del viejo y nuevo sistema) y el 61 por ciento una pensión no contributiva (apoyos gubernamentales). En promedio, el ingreso mensual de un mexicano con una pensión contributiva asciende a 5 mil 865 pesos; en cambio, las personas con pensiones no contributivas ascienden a 610 pesos por mes aproximadamente. Lo anterior coincide con las cifras oficiales que refieren que, entre el 23 y el 48 por ciento del sustento de los pensionados depende de ingresos adicionales, como donativos y transferencias de conocidos o familiares, e ingresos laborales y/o de rentas.

Las cifras del Inegi indican que el gasto corriente de los hogares en México asciende en la actualidad a 10 mil 638 pesos mensuales. Un mexicano promedio tendría que ahorrar 2 millones 553 mil 040 pesos para retirarse, durante 20 años, con un ingreso mensual de 10 mil 638 pesos. Para el 95 por ciento de los trabajadores mexicanos que tiene una Afore y que no realiza aportaciones voluntarias a su cuenta para el retiro, alcanzar una meta así es prácticamente imposible. Considerando que dicha tarea tomaría 374 años de vida. Hay un doble reto que debe ser atendido de manera rápida: el gobierno debe expandir la cobertura y tener una mayor masa de trabajadores con esquemas obligatorios y voluntarios. El mayor problema es plantear reformas y alternativas al sistema de pensiones. Esto quiere decir que hay muchos hogares que tienen pérdidas o no le alcanza el presupuesto mensual para cubrir sus gastos regulares.