/ domingo 26 de mayo de 2019

Las alianzas de AMLO

Los enconos generados por los navistas a sueldo que se hacen sentir cada vez que pueden, y los gallardistas que se han enganchado innecesariamente, protagonizando espectáculos de pena ajena, fastidiaron al presidente de la República Andres Manuel López Obrador que les aplicó una “ya cállense chachalacas” pero en versión moderada.

En el evento de la Plaza de los Fundadores, los gritos en contra de Xavier Nava y de Ricardo Gallardo acabaron con la paciencia del Jefe de la Nación quien les lanzó un contundente “¿me van a dejar hablar?”, al tiempo que reconocía que existían diferencias pero les aclaro que nada puede estar por encima de la unidad y el trabajo para recuperar el tiempo perdido, aunque ha decir verdad no le hicieron mucho caso porque siguieron con su guerra estéril que no los llevara a ninguna parte más que a seguir haciendo el ridículo.

Lo realmente destacable fue el espaldarazo que le dio el presidente al gobernador del estado Juan Manuel Carreras de quien dijo, “es mi amigo y nos llevamos muy bien”, acallando los rumores de los catastrofistas que quieren generar enconos inexistentes para obtener algo de beneficio, pero no, la realidad es que la institucionalidad y el reconocimiento cuando las cosas se hacen bien, es lo que prevalece.

Tan es auténtica la confianza que el gobernador le hizo un planteamiento concreto para que la Sierra de San Miguelito obtenga la categoría de zona protegida y evitar la construcción de fraccionamientos, como es la intención de los voraces fraccionadores que han depredado las áreas naturales que rodean la mancha urbana.

La respuesta del presidente fue inmediata y se comprometió a tomar medidas al respecto. Si bien no fue contundente ni tajante en la decisión, si aseguró que mandaría personal facultado para analizar la situación y tomar decisiones, lo que se interpretó como una respuesta positiva a la exigencia social.

López Obrador está tejiendo fino políticamente en San Luis Potosí de cara al 2021. Sabe que el PRI está más que destinado al fracaso electoral pero quiere tener cerca de él al gobernador Juan Manuel Carreras, con quien seguramente tendrá una alianza para lo que viene.

Si el presidente destina recursos y apoya al ejecutivo estatal, éste no tendrá ningún inconveniente en devolverle el favor cuando sea necesario y es ahí donde entra la parte más compleja de todo: ¿a quién le dará el apoyo el presidente para la gubernatura?. Los aspirantes son varios.

Los candidatos tradicionales o de “toda la vida” que son Juan Ramiro Robledo y Esteban Moctezuma; los nuevos proyectos: Gabino Morales y Primo Dothé y quienes buscan subirse al tren a como de lugar a ver que les toca, como el impresentable diputado federal Ricardo del Sol y el notario misógino del banquito.

En el evento del viernes una nueva figura apareció en el escenario, ya con mayor formalidad: Ricardo Gallardo Cardona, que ha hecho alianzas con los morenistas en la Cámara de Diputados y de carambola con el Partido Verde, cuya franquicia le fue entregada en bandeja de plata en San Luis Potosí.

El hecho de que estuviera en el mismo espacio que el presidente de la República junto con su senadora Leonor Noyola, significa que hay, al menos, un indicio de acercamiento positivo y que tal acuerdo política existe. No vimos, por ejemplo, al senador del PAN Marco Gama y eso significa que, efectivamente, la lucha electoral será entre morenistas y sus aliados, contra los blanquiazules.

En todo este escenario, definitivamente que la simpatía de AMLO con Juan Manuel Carreras, a quien embadurnó de elogios en público y en privado, es muy revelante y es apenas el principio de lo que viene.

Twitter: @lozano_ray

Los enconos generados por los navistas a sueldo que se hacen sentir cada vez que pueden, y los gallardistas que se han enganchado innecesariamente, protagonizando espectáculos de pena ajena, fastidiaron al presidente de la República Andres Manuel López Obrador que les aplicó una “ya cállense chachalacas” pero en versión moderada.

En el evento de la Plaza de los Fundadores, los gritos en contra de Xavier Nava y de Ricardo Gallardo acabaron con la paciencia del Jefe de la Nación quien les lanzó un contundente “¿me van a dejar hablar?”, al tiempo que reconocía que existían diferencias pero les aclaro que nada puede estar por encima de la unidad y el trabajo para recuperar el tiempo perdido, aunque ha decir verdad no le hicieron mucho caso porque siguieron con su guerra estéril que no los llevara a ninguna parte más que a seguir haciendo el ridículo.

Lo realmente destacable fue el espaldarazo que le dio el presidente al gobernador del estado Juan Manuel Carreras de quien dijo, “es mi amigo y nos llevamos muy bien”, acallando los rumores de los catastrofistas que quieren generar enconos inexistentes para obtener algo de beneficio, pero no, la realidad es que la institucionalidad y el reconocimiento cuando las cosas se hacen bien, es lo que prevalece.

Tan es auténtica la confianza que el gobernador le hizo un planteamiento concreto para que la Sierra de San Miguelito obtenga la categoría de zona protegida y evitar la construcción de fraccionamientos, como es la intención de los voraces fraccionadores que han depredado las áreas naturales que rodean la mancha urbana.

La respuesta del presidente fue inmediata y se comprometió a tomar medidas al respecto. Si bien no fue contundente ni tajante en la decisión, si aseguró que mandaría personal facultado para analizar la situación y tomar decisiones, lo que se interpretó como una respuesta positiva a la exigencia social.

López Obrador está tejiendo fino políticamente en San Luis Potosí de cara al 2021. Sabe que el PRI está más que destinado al fracaso electoral pero quiere tener cerca de él al gobernador Juan Manuel Carreras, con quien seguramente tendrá una alianza para lo que viene.

Si el presidente destina recursos y apoya al ejecutivo estatal, éste no tendrá ningún inconveniente en devolverle el favor cuando sea necesario y es ahí donde entra la parte más compleja de todo: ¿a quién le dará el apoyo el presidente para la gubernatura?. Los aspirantes son varios.

Los candidatos tradicionales o de “toda la vida” que son Juan Ramiro Robledo y Esteban Moctezuma; los nuevos proyectos: Gabino Morales y Primo Dothé y quienes buscan subirse al tren a como de lugar a ver que les toca, como el impresentable diputado federal Ricardo del Sol y el notario misógino del banquito.

En el evento del viernes una nueva figura apareció en el escenario, ya con mayor formalidad: Ricardo Gallardo Cardona, que ha hecho alianzas con los morenistas en la Cámara de Diputados y de carambola con el Partido Verde, cuya franquicia le fue entregada en bandeja de plata en San Luis Potosí.

El hecho de que estuviera en el mismo espacio que el presidente de la República junto con su senadora Leonor Noyola, significa que hay, al menos, un indicio de acercamiento positivo y que tal acuerdo política existe. No vimos, por ejemplo, al senador del PAN Marco Gama y eso significa que, efectivamente, la lucha electoral será entre morenistas y sus aliados, contra los blanquiazules.

En todo este escenario, definitivamente que la simpatía de AMLO con Juan Manuel Carreras, a quien embadurnó de elogios en público y en privado, es muy revelante y es apenas el principio de lo que viene.

Twitter: @lozano_ray