La caja de los recuerdos

Escribo estas palabras entre recuerdos que encontré al abrir, no la Caja de Pandora, sino tres cajas que vienen de mi querido San Miguel y San Luis, éstas contenían fotos, libros, escritos, notas y mucho más, me llevan a la nostalgia del recuerdo, ese que entre fotos de niñez, adolescencia y madurez me convencen que la vida es hoy y se puede vivir en el ayer al ver las fotos con sonrisas, dolor y añoranza de seres muy amados que ya no están más aquí y la reflexión viene...

Vivimos en conflictos pensando que el mañana nunca nos alcanzará sin percibir que el mañanaes el minuto que pasa, que las líneas puestas en primeras líneas ya forman parte de ese pasado y que cuando esto se publique ya será viejo en mi mente y computadora, por eso al ver los rostros de padres, abuelos, bisabuelos y amigos ya fallecidos, de la Universidad terminada y las fiestas de juventud, la boda nunca bien ponderada, personajes que aunque no hayan fallecido forman parte de la inexistencia del existir transportándome al recuerdo del ayer, doloroso o glorioso, venturoso o tortuoso donde coincidir tiene un por qué y un para qué.

Me llega a la mente un verso de Neruda: Para que tu me oigas, mis palabras se adelgazan a veces, como las huellas de las gaviotas en la playa, y es cierto. Las huellas del recuerdo se agitan al agitarlas abriendo cajas, revisando fotos o hablando con alguien que convivió y coincidió con nosotros en un momento y que, tal vez, al siguiente momento desaparecen de nuestra vida, en ocasiones sin poder o querer decir adiós. Mas el recuerdo de sus manos suaves, que en algún momento arrullaron, se hacen presentes y sientes las caricias en tu mejilla y el abrazo fraternal que tanto añoras.

Miro lejanas sus palabras y consejos y me levanto y busco en el rincón de los recuerdos tu foto y ahí te veo y el viento de la nostalgia me sacude, recordándome que, aunque no estés, aquí te encuentro y voy haciendo un collar infinito al entrelazar pasado, presente y futuro. Tus manos me acarician aun cuando no estás aquí y ahora quedaron los tatuajes del juego, los amigos de juventud se arremolinan y el tiempo me conmina, pero no doblega y siento a pesar del frutal desasosiego, el código de agobios lo dejo para luego, porque hoy es el presente sentado en un pasado que no remuerde y reconforta.

En vida nos hemos deleitado con libros y poemas y allá, esperando, están nuestros amores que partieron, con Benedetti y Borges escuchando a Negrete con su voz de tenor entonando ¨Que lejos estoy del suelo donde he nacido" y probablemente con mi abuelo esté sentada Oriana Fallaci platicándole del porqué de su libro El niño no nacido, Machado los acompaña haciendo camino al andar.

Al imaginar este cielo lleno de belleza y conocimiento, me percato que el Universo da lo que pedimos y quita lo que deseamos pero no pensamos en positivo y de nuevo aparece en mi memoria, mi abuela y bisabuelos caminando junto a sus admirados Caruso y Diego Rivera y entre ojos y oídos la vida que se fue pasa como el paso que pasa y como rostro que pasa desfilan los rostros que no se encuentran más, pero que no se olvidan y como un sencillo homenaje a la vida.

Vivo pensando que vivir vale la pena y de recuerdos se vive y de realidades tambiénaunque los días pasen sin saber si fuimos buenos o no, porque aunque mi país parezca un desastre te quiero porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho mas que dos nos diría Benedetti, rompiendo esquemas no sólo de la prosa clásica de la poesía, sino de la vida mientras se vive y junto con Nacha Guevara entonan la canción como protesta para mi país confundido Porque te quiero en mi paraíso, es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso y a mi mente viene la niñez donde salíamos a la calle con los vecinos y nadie estaba temeroso de tocar una puerta porque seguros estábamos que nos recibirían.

Añoro ese, mi país, para poder ser feliz y vivir sin violencia, sin tanto gallo madrugador, sin cantar las mañaneras, vivir congruentes sin saber más que ser para ser y no aparentar parecer.

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