/ domingo 29 de agosto de 2021

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Las decepciones, ¡rabia, coraje, desilusión, imponencia!

Desde que una nace, vive rodeado de grandes sorpresas, una de ellas es la que conocemos como “decepción”, pero, que es la decepción? Es un sentimiento difícil de explicar. Es una forma de sentir que alguien, o algunos nos vieron la cara, nos humillaron, nos engañaron, y a veces hasta pisotearon la dignidad humana en fin! Que nos hacen barbaridad y media y se quedan tan campantes y una se queda con ese sentimiento que se convierte en resentimiento.

Existen de todo tipo de decepciones, las amorosas por ejemplo, tienden a convertirse, con el paso del tiempo en recuerdos que llegan a digerirse, aunque existe personas que nunca acaban de superarlas y llega el momento en que se convierte en una gran pesadilla para ellas recordando y recordando la famosa “decepción”.

Las decepciones en la escuela, desde el kínder, la primaria, la secundaria, la preparatoria, la universidad, se pasa primero por sufrir con lo que ahora conocemos con el nombre del famoso bulling y que desde siempre lo hemos padecido. Solo que antes no se le daba tanta importancia, no se difundía, no había redes sociales y los medios tradicionales no lo daban a conocer y los afectados nunca decían nada por miedo y si algo se decía, los buleadores lo negaban todo. Este será tema aparte que trataremos en otras publicaciones.

Las decepciones laborales, cuantas habremos pasado a lo largo de los años. Cuando salimos de la Universidad nuestras ilusiones puestas en “el primer trabajo”, el “primer sueldo”, los primeros compañeros de trabajo, el primer jefe, por sus acciones recordamos con enorme agradecimiento a los mejores, a quienes nos dejaron crecer, a quienes siempre nos enseñaron y les aprendimos, a quienes nos dejaron tomar decisiones, pero también recordamos a los peores a quienes nos pusieron piedras en el camino, a quienes nos sobajaron, a quienes saludan con sombrero ajeno, a quienes se cuelgan la estrellita sin merecerlo y a quienes nunca recordaremos con cariño.

Decepciones, si, grandes decepciones, en lo laboral, en la política, en lo social, en lo económico, en lo familiar, en todo nuestro entorno, siempre estarán presentes esas decepciones, aquellas desilusiones que con el paso del tiempo y gracias a ellas nos hacen madurar y ser mejores personas, seres humanos más fuertes.

Pasando a otro tema, solo quedan escasos días para el cambio del Gobierno tanto Estatal como Municipal, ya mucha gente anda rondando los pasillos tanto del Palacio de Gobierno como de la Unidad Administrativa Municipal aunque todavía faltan pocas semanas ya se comienza a notar la tristeza y la emoción, la nostalgia y la alegría, en fin veremos quien y quienes quedan en tantísimas posiciones.

twitter: @anacastrejon

Las decepciones, ¡rabia, coraje, desilusión, imponencia!

Desde que una nace, vive rodeado de grandes sorpresas, una de ellas es la que conocemos como “decepción”, pero, que es la decepción? Es un sentimiento difícil de explicar. Es una forma de sentir que alguien, o algunos nos vieron la cara, nos humillaron, nos engañaron, y a veces hasta pisotearon la dignidad humana en fin! Que nos hacen barbaridad y media y se quedan tan campantes y una se queda con ese sentimiento que se convierte en resentimiento.

Existen de todo tipo de decepciones, las amorosas por ejemplo, tienden a convertirse, con el paso del tiempo en recuerdos que llegan a digerirse, aunque existe personas que nunca acaban de superarlas y llega el momento en que se convierte en una gran pesadilla para ellas recordando y recordando la famosa “decepción”.

Las decepciones en la escuela, desde el kínder, la primaria, la secundaria, la preparatoria, la universidad, se pasa primero por sufrir con lo que ahora conocemos con el nombre del famoso bulling y que desde siempre lo hemos padecido. Solo que antes no se le daba tanta importancia, no se difundía, no había redes sociales y los medios tradicionales no lo daban a conocer y los afectados nunca decían nada por miedo y si algo se decía, los buleadores lo negaban todo. Este será tema aparte que trataremos en otras publicaciones.

Las decepciones laborales, cuantas habremos pasado a lo largo de los años. Cuando salimos de la Universidad nuestras ilusiones puestas en “el primer trabajo”, el “primer sueldo”, los primeros compañeros de trabajo, el primer jefe, por sus acciones recordamos con enorme agradecimiento a los mejores, a quienes nos dejaron crecer, a quienes siempre nos enseñaron y les aprendimos, a quienes nos dejaron tomar decisiones, pero también recordamos a los peores a quienes nos pusieron piedras en el camino, a quienes nos sobajaron, a quienes saludan con sombrero ajeno, a quienes se cuelgan la estrellita sin merecerlo y a quienes nunca recordaremos con cariño.

Decepciones, si, grandes decepciones, en lo laboral, en la política, en lo social, en lo económico, en lo familiar, en todo nuestro entorno, siempre estarán presentes esas decepciones, aquellas desilusiones que con el paso del tiempo y gracias a ellas nos hacen madurar y ser mejores personas, seres humanos más fuertes.

Pasando a otro tema, solo quedan escasos días para el cambio del Gobierno tanto Estatal como Municipal, ya mucha gente anda rondando los pasillos tanto del Palacio de Gobierno como de la Unidad Administrativa Municipal aunque todavía faltan pocas semanas ya se comienza a notar la tristeza y la emoción, la nostalgia y la alegría, en fin veremos quien y quienes quedan en tantísimas posiciones.

twitter: @anacastrejon