¡Algo para reflexionar!
El día de ayer fue mi cumpleaños, y me puse a reflexionar tantos y tantos años de felicidad, de buenos recuerdos, de grandes amistades, de logros profesionales, de fracasos, traiciones, golpes bajos, de todo un poco. La vida es sólo una, y al regresar de vacaciones con mis hijas valoro muchísimo más la vida, más aún después de un año y medio de una pandemia que parece no tener fin.
Agradezco a Dios estos años que me ha dado de una enorme felicidad, y comparto con ustedes estos bellos pensamientos para reflexionar.
Si mañana no despierto
No quiero que te pongas triste,
Recuerda con cariño
Lo que a mi lado viviste.
Si mañana no despierto
No digas que no era mi tiempo
Porque Dios no se equivoca ,
Y su tiempo es perfecto.
Si mañana no despierto
Hijos míos les confieso
Que han sido el más grande regalo
Que Dios me pudo haber hecho,
Que caminen por la vida
honradamente y con ejemplo,
hasta que permita Dios
Que tengamos un reencuentro.
Si mañana no despierto
hermana(o) de mi corazón
Quiero que sepas que en mi vida
Fuiste una gran bendición,
No llores ni te lamentes,
Eleva, por mi una oración.
Si mañana no despierto
Y eres el amor de mi vida
No pienses que estoy muerta
Piensa que estoy dormida,
Llévame en tu corazón
por el resto de tu vida,
No muere quien dice adiós
Solo muere a quien se olvida.
Si algún día quieren verme,
Y extrañaran mi presencia
Búsquenme en un jardín,
En las flores y en su esencia.
Búsquenme en las mariposas,
En las aves, en las rosas
En los ríos de agua clara,
Y en la tierna caricia
Del viento sobre su cara.
Búsquenme en el mar en su infinito!
Si algún día dije te quiero
Salió desde muy adentro,
No me gustan las mentiras
Siempre digo lo que siento.
Porque escribo todo esto?
Ni yo misma lo acierto,
Pero hoy quiero vivir intensamente,
Por si mañana no despierto.
Autora: Isa Hernández
"SI TUVIERA MI VIDA PARA VIVIRLA DE NUEVO,
Me habría ido a la cama cuando estaba enferma en vez de pretender que la tierra se pararía si yo no estuviera en ella al día siguiente.
Hubiera encendido la vela rosada en forma de rosa antes de que se derritiera guardada en el armario.
Habría invitado a mis amigos a cenar sin importar que la alfombra estuviese manchada y el sofá descolorido y roto mordido por mis mascotas.
Habría comido las palomitas de maíz en el salón de las visitas, y me habría preocupado menos de la suciedad cuando alguien quisiera prender el fuego en la chimenea.
Me habría dado el tiempo para escuchar a mi abuelo divagando sobre su juventud.
Habría compartido más de las responsabilidades que llevaba mi marido, mi novio, mi amigo.
Nunca habría insistido en llevar cerradas las ventanas del carro en un día de verano porque me acababa de peinar y no quería que mi pelo se desarreglara.
Me habría sentado en el prado sin importar las manchas de la hierba.
Habría llorado y reído menos viendo televisión y más mientras vivía la vida.
Nunca habría comprado algo debido a que era práctico, no se ensuciaba o estaba garantizado para durar toda la vida.
Cuando mis hijos me besasen impetuosamente, nunca habría dicho "más tarde, ahora ve y lávate para la cena", habrían habido más "te quiero" y más "lo siento".
Pero sobre todo, quiero darle otra oportunidad a la vida, quiero aprovechar cada minuto. Mirar las cosas y realmente verlas, vivirlas y nunca volver atrás.
No te preocupes sobre a quién no le agradas, quien tiene más o quién hace qué.
En lugar de eso, atesoremos las relaciones que tenemos con aquellos que de verdad nos quieren".
Autor: Erma Bombeck
Me tomó mucho tiempo percatarme, pero definitivamente lo aseguro, que el más maravilloso regalo que me ha dado mi familia, el que compone mi más grande tesoro, es el regalo de esos preciosos y perfectos días ordinarios.
¡GRACIAS FAMILIA! Inspirado en "The gift of an ordinary day" de Katrina Kenison. Les invito para que nos escriban a la siguiente dirección:
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