/ domingo 19 de enero de 2020

Imagen, Estilo y algo más

ü POTOSINOS FINISIMAS PERSONAS!

ü ANALICÉMOS LAS ACTITUDES!

Desde hace tiempo nos hemos fijado como los potosinos por andar a las carreras, corriendo de un lado para otro, tanto en sus automóviles, a pie, en taxi, en autobús, responden a actitudes que de verdad dan pena ajena.

Vemos por la mañana a las mamás, abuelas, papás y abuelos dejar a sus pequeños en los colegios llenos de amargura, más a fuerza que con ganas, llevan a los pobres niños y niñas casi volando, aterrizándolos con las cuidadoras de la entrada, con las mochilas colgadas todas por ningún lado, las loncheras de igual forma. Pobres creaturas, como dice Doña Lucha “uno como quiera, pero las creaturas!”.

Dejan aventados literalmente los vehículos en doble y hasta triple fila, tapando las cocheras de los vecinos en donde se encuentran los colegios y escuelas, haciendo sufrir a los habitantes de las colonias que quieren salir a sus trabajos y a dejar también a sus hijos, provocando un verdadero caos vial.

Nos tocó ver a dos mamás mentándose la madre con el claxon peleándose con señas obscenas de carro a carro con una educación que deja mucho que desear.

Levantémonos más temprano para evitar los congestionamientos y las actitudes negativas de tantas y tantas personas que, por no llegar tarde, hacen de las suyas, se van matando a velocidades insospechadas por las diferentes avenidas, calles y que decir de los puentes de la ciudad.

Para reflexionar un poco sobre el tema solo basta recordar lo que acaba de pasar en un colegio de Torreón, Coahuila, en donde un menor llega a su aula, dispara contra su maestra y compañeros. Falta de atención?, falta de amor?, falta de qué? De valores familiares.

Hagamos un alto en el camino y volteemos a ver a nuestros hijos, no solo se trata de llegar corriendo a dejarlos volando al colegio, de cumplir con ellos en ese sentido, sino de detenerse a ver que sienten, que piensan, que necesita su corazón de niños, de adolescentes, de jóvenes.

Les comparto el siguiente pensamiento que nos dice mucho para reflexionar: TE AMÉ LO SUFICIENTE...

Algún día, cuando mis hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a las madres y padres, les diré:

Te amé lo suficiente, como para preguntarte dónde ibas, con quién y a qué hora regresarías a casa.

Te amé lo suficiente, cómo para insistir en que ahorrases para comprarte eso que tanto querías, aunque nosotros tus padres pudiésemos haberlo comprado.

Te amé lo suficiente, como para callarme y dejarte descubrir que tu nuevo y mejor amigo era un patán.

Te amé lo suficiente, como para "fastidiarte" e insistir en que arreglaras tu cuarto, algo que yo habría hecho en un momento.

Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira y lágrimas reconociendo no ser una madre o padre perfecto.

Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones.

Pero sobre todo.... Te amé lo suficiente, como para decirte que NO cuando sabía que me ibas a odiar por ello.

Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero estoy contenta de haberlas ganado ya que al final también las ganaste tú.

Algún día, cuando tus hijos sean grandes como para poder entender la lógica que motiva a los padres, tú también les dirás:

Te amé lo suficiente.

Que tengan una excelente semana y les invito para que nos escriban a la siguiente dirección: anavaldez@prodigy.net.mx y en Facebook: Facebook.com/anamariavaldezcastrejon, en twitter @anacastrejon

ü POTOSINOS FINISIMAS PERSONAS!

ü ANALICÉMOS LAS ACTITUDES!

Desde hace tiempo nos hemos fijado como los potosinos por andar a las carreras, corriendo de un lado para otro, tanto en sus automóviles, a pie, en taxi, en autobús, responden a actitudes que de verdad dan pena ajena.

Vemos por la mañana a las mamás, abuelas, papás y abuelos dejar a sus pequeños en los colegios llenos de amargura, más a fuerza que con ganas, llevan a los pobres niños y niñas casi volando, aterrizándolos con las cuidadoras de la entrada, con las mochilas colgadas todas por ningún lado, las loncheras de igual forma. Pobres creaturas, como dice Doña Lucha “uno como quiera, pero las creaturas!”.

Dejan aventados literalmente los vehículos en doble y hasta triple fila, tapando las cocheras de los vecinos en donde se encuentran los colegios y escuelas, haciendo sufrir a los habitantes de las colonias que quieren salir a sus trabajos y a dejar también a sus hijos, provocando un verdadero caos vial.

Nos tocó ver a dos mamás mentándose la madre con el claxon peleándose con señas obscenas de carro a carro con una educación que deja mucho que desear.

Levantémonos más temprano para evitar los congestionamientos y las actitudes negativas de tantas y tantas personas que, por no llegar tarde, hacen de las suyas, se van matando a velocidades insospechadas por las diferentes avenidas, calles y que decir de los puentes de la ciudad.

Para reflexionar un poco sobre el tema solo basta recordar lo que acaba de pasar en un colegio de Torreón, Coahuila, en donde un menor llega a su aula, dispara contra su maestra y compañeros. Falta de atención?, falta de amor?, falta de qué? De valores familiares.

Hagamos un alto en el camino y volteemos a ver a nuestros hijos, no solo se trata de llegar corriendo a dejarlos volando al colegio, de cumplir con ellos en ese sentido, sino de detenerse a ver que sienten, que piensan, que necesita su corazón de niños, de adolescentes, de jóvenes.

Les comparto el siguiente pensamiento que nos dice mucho para reflexionar: TE AMÉ LO SUFICIENTE...

Algún día, cuando mis hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a las madres y padres, les diré:

Te amé lo suficiente, como para preguntarte dónde ibas, con quién y a qué hora regresarías a casa.

Te amé lo suficiente, cómo para insistir en que ahorrases para comprarte eso que tanto querías, aunque nosotros tus padres pudiésemos haberlo comprado.

Te amé lo suficiente, como para callarme y dejarte descubrir que tu nuevo y mejor amigo era un patán.

Te amé lo suficiente, como para "fastidiarte" e insistir en que arreglaras tu cuarto, algo que yo habría hecho en un momento.

Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira y lágrimas reconociendo no ser una madre o padre perfecto.

Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones.

Pero sobre todo.... Te amé lo suficiente, como para decirte que NO cuando sabía que me ibas a odiar por ello.

Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero estoy contenta de haberlas ganado ya que al final también las ganaste tú.

Algún día, cuando tus hijos sean grandes como para poder entender la lógica que motiva a los padres, tú también les dirás:

Te amé lo suficiente.

Que tengan una excelente semana y les invito para que nos escriban a la siguiente dirección: anavaldez@prodigy.net.mx y en Facebook: Facebook.com/anamariavaldezcastrejon, en twitter @anacastrejon