/ domingo 25 de agosto de 2019

Imagen, estilo y algo más

FELICIDADES SAN LUIS REY DE FRANCIA!


Este domingo 25 de agosto festejamos a nuestro patrono de la ciudad San Luis Rey de Francia.

Aunque muy pocos conocemos su historia aquí les comparto algo de ella, es importante que sepamos quienes fueron las personas que forman parte de la historia potosina.

Un día como hoy, del año de 1214 nació en Poissy, Francia, San Luis IX.

Luis es coronado con sólo doce años de edad a causa del fallecimiento de su padre Luis VIII.

Dada su corta edad, su reinado quedó en manos de su madre Blanca de Castilla.

En medio de una nobleza y una corte llena de desenfrenos, su madre le enseñó a vivir bajo los ideales de una vida inmaculada y pura.

El 5 de abril de 1234, con su mayoría de edad recibe el título de Luis IX.

En ésta época se une en matrimonio con Margarita hija del Conde de Provenza Ramón Berenguer.

De su matrimonio tuvo once hijos, a los que personalmente dio una excelente educación.

Su reinado

Para San Luis Rey de Francia, gobernar era un deber y no un derecho. Por lo que su reinado fue uno de los más ejemplares de Francia.

Basado siempre en normas de estricta moral cristiana, lleno de sacrificio y abnegación, todo dirigido a hacer el bien y buscando la felicidad de sus súbditos.

Luchó por la paz, sobre todo evitando enfrentamientos entre el pueblo y la nobleza, y encargándose personalmente de atender las quejas y pedidos de los desamparados.

San Luis Rey de Francia creó comisiones especiales para recorrer Francia y saber los problemas del pueblo, así como inspectores de la Corona para controlar los abusos de sus oficiales, erradicando los duelos y las guerras privadas, combatió el juego y la prostitución, acuñó buena moneda y logró su aceptación en todo el reino al renunciar a manipularla, estableció los primeros controles sobre las cuentas de la Hacienda Real, y fundó la Universidad de la Sorbona.

Toda esta política interior y exterior le valió la fama de bueno y justo, e inclusive con sus propios enemigos a los que derrotaba era benevolente y lograba perdonarlos.

Su popular imagen dentro y fuera de su país y la encarnación del modelo ideal de monarca cristiano hacen de San Luis le valieron ser un modelo de gobernante católico y una figura predominante en la UniversitasChristiana.

A todas estas virtudes se suma su vida de Santo colmada de sacrificios y penitencia con una especial predilección por los desamparados y pobres a quienes muchas veces sentó a su propia mesa.

Además, visitaba personalmente hospitales, pasando también gran parte de su tiempo en oración, y educa a sus hijos personalmente bajo estas doctrinas.

Su muerte

San Luis Rey de Francia también participó en las Cruzadas y en otros combates luchando para que Francia se viese libre de invasores y enemigos.

Así el 4 de julio de 1270 zarpó en su octava y última Cruzada, en la que no solo tuvo que luchar sino además combatir la peste que mató soldados y nobles.

El mismo Rey San Luis, a la edad de 56 años después de haber estado en contacto permanente con apestados y moribundos.

Con su muerte se extinguieron las Cruzadas, y con ello la consolidación de los Estados monárquicos y el desarrollo cultural y comercial de la época gótica, alejando las preocupaciones místicas a los gobernantes de aquel tiempo.

El cuerpo de San Luis Rey de Francia fue llevado primero a Sicilia y luego a Francia siendo enterrado en el panteón de San Dionisio en París. Pocos años después, el 11 de agosto de 1297 San Luis es canonizado por el Papa Bonifacio VIII en Italia, en la iglesia de San Francisco de Orvieto.

Me despido con la siguiente reflexión: “Se extraña para siempre, se llora cuando quema la ausencia y un día duele despacito. No le pidas a una persona en duelo que sea fuerte, cuando no lo puede ser. No le aconsejes que no llore, porque las lágrimas son parte del dolor. No compares su pérdida con otra, porque cada duelo es único personal. No lo empujes a que contenga sus emociones, porque sería agregarle más carga. Acompañar en el dolor no significa darle ánimo para quitarle su pena. El silencio muchas veces es tocar con respeto el alma del que está sufriendo”. Que tengan un excelente y gran Domingo, amigos lectores… a menos que tengan otros planes.... les invito para que nos escriban a la siguiente dirección: anamariagueravaldez@gmail.com, anavaldez@prodigy.net.mx y en Facebook: Facebook.com/anamariavaldezcastrejon, en twitter @anacastrejon.

FELICIDADES SAN LUIS REY DE FRANCIA!


Este domingo 25 de agosto festejamos a nuestro patrono de la ciudad San Luis Rey de Francia.

Aunque muy pocos conocemos su historia aquí les comparto algo de ella, es importante que sepamos quienes fueron las personas que forman parte de la historia potosina.

Un día como hoy, del año de 1214 nació en Poissy, Francia, San Luis IX.

Luis es coronado con sólo doce años de edad a causa del fallecimiento de su padre Luis VIII.

Dada su corta edad, su reinado quedó en manos de su madre Blanca de Castilla.

En medio de una nobleza y una corte llena de desenfrenos, su madre le enseñó a vivir bajo los ideales de una vida inmaculada y pura.

El 5 de abril de 1234, con su mayoría de edad recibe el título de Luis IX.

En ésta época se une en matrimonio con Margarita hija del Conde de Provenza Ramón Berenguer.

De su matrimonio tuvo once hijos, a los que personalmente dio una excelente educación.

Su reinado

Para San Luis Rey de Francia, gobernar era un deber y no un derecho. Por lo que su reinado fue uno de los más ejemplares de Francia.

Basado siempre en normas de estricta moral cristiana, lleno de sacrificio y abnegación, todo dirigido a hacer el bien y buscando la felicidad de sus súbditos.

Luchó por la paz, sobre todo evitando enfrentamientos entre el pueblo y la nobleza, y encargándose personalmente de atender las quejas y pedidos de los desamparados.

San Luis Rey de Francia creó comisiones especiales para recorrer Francia y saber los problemas del pueblo, así como inspectores de la Corona para controlar los abusos de sus oficiales, erradicando los duelos y las guerras privadas, combatió el juego y la prostitución, acuñó buena moneda y logró su aceptación en todo el reino al renunciar a manipularla, estableció los primeros controles sobre las cuentas de la Hacienda Real, y fundó la Universidad de la Sorbona.

Toda esta política interior y exterior le valió la fama de bueno y justo, e inclusive con sus propios enemigos a los que derrotaba era benevolente y lograba perdonarlos.

Su popular imagen dentro y fuera de su país y la encarnación del modelo ideal de monarca cristiano hacen de San Luis le valieron ser un modelo de gobernante católico y una figura predominante en la UniversitasChristiana.

A todas estas virtudes se suma su vida de Santo colmada de sacrificios y penitencia con una especial predilección por los desamparados y pobres a quienes muchas veces sentó a su propia mesa.

Además, visitaba personalmente hospitales, pasando también gran parte de su tiempo en oración, y educa a sus hijos personalmente bajo estas doctrinas.

Su muerte

San Luis Rey de Francia también participó en las Cruzadas y en otros combates luchando para que Francia se viese libre de invasores y enemigos.

Así el 4 de julio de 1270 zarpó en su octava y última Cruzada, en la que no solo tuvo que luchar sino además combatir la peste que mató soldados y nobles.

El mismo Rey San Luis, a la edad de 56 años después de haber estado en contacto permanente con apestados y moribundos.

Con su muerte se extinguieron las Cruzadas, y con ello la consolidación de los Estados monárquicos y el desarrollo cultural y comercial de la época gótica, alejando las preocupaciones místicas a los gobernantes de aquel tiempo.

El cuerpo de San Luis Rey de Francia fue llevado primero a Sicilia y luego a Francia siendo enterrado en el panteón de San Dionisio en París. Pocos años después, el 11 de agosto de 1297 San Luis es canonizado por el Papa Bonifacio VIII en Italia, en la iglesia de San Francisco de Orvieto.

Me despido con la siguiente reflexión: “Se extraña para siempre, se llora cuando quema la ausencia y un día duele despacito. No le pidas a una persona en duelo que sea fuerte, cuando no lo puede ser. No le aconsejes que no llore, porque las lágrimas son parte del dolor. No compares su pérdida con otra, porque cada duelo es único personal. No lo empujes a que contenga sus emociones, porque sería agregarle más carga. Acompañar en el dolor no significa darle ánimo para quitarle su pena. El silencio muchas veces es tocar con respeto el alma del que está sufriendo”. Que tengan un excelente y gran Domingo, amigos lectores… a menos que tengan otros planes.... les invito para que nos escriban a la siguiente dirección: anamariagueravaldez@gmail.com, anavaldez@prodigy.net.mx y en Facebook: Facebook.com/anamariavaldezcastrejon, en twitter @anacastrejon.