/ domingo 4 de noviembre de 2018

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¡Feliz 426 aniversario San Luis Potosí! ¡Nuestras tradiciones vivas!

El día de ayer nuestra ciudad San Luis Potosí cumplió la friolera de 426 años. San Luis Potosí, San Luis de San Luis Rey, San Luis de Capitán Caldera, el San Luis de Juan de Oñate, nuestro San Luis de la Patria, nuestro San Luis golpeado por tantas y tantas situaciones que día a día vivimos en su entorno. A pesar de todo, aquí sigue erguida, la ciudad dándonos lo mejor de ella. Su clima, su gente, difícil, pero aquí está. A pesar de todo y de todos sigue de pie. ¡FELICIDADES SAN LUIS!

Por otro lado, siguen vivas nuestras tradiciones, durante este largo puente del día de todos los santos y muertos, viene a mi mente recordándola con mucho cariño, a quien le aprendí todo lo que implica nuestras tradiciones de muertos en la Huasteca potosina, vaya desde este espacio un enorme abrazo para Doña Elba Echeverría de Castro, una persona amante de nuestras tradiciones y quien me enseñó como poner un altar de muertos, la tradición del desfile de los huehues, el significado de los chichiliques, la costumbre del intercambio de comida lo que le gustaba en vida a nuestros muertos, en fin hoy dedico este espacio a esa gran tradición de nuestra Huasteca potosina, tan querida y recordada con enorme cariño y nostalgia.

En las calles se sabe que son días de fiesta pues se escuchan los alegres acordes del violín, jarana y la quinta huapanguera que acompañan las danzas de los huehues (viejos), quienes representan a las almas. Las ánimas que no tienen una casa a dónde llegar, cuentan con un lugar en las ofrendas de cada hogar donde se les dedica una cera a su nombre junto con un vaso de agua.

Por la ventana se ven las personas que van y vienen pues todos se alistan para el Xantolo, una celebración que es reminiscencia de la tradición prehispánica de honrar a los muertos. Es aquí donde la muerte cobra vida. Xantolo en lengua náhuatl quiere decir “Día de Muertos”, la celebración más importante.

Año con año Doña Elba con la debida anticipación, lo primero que manda elaborar es el arco de alambre tejido con palmas, algunas veces, otras no es de alambre solo se hace la figura del arco con las mismas palmas adornados con la tradicional flor de cempazuchil. Al mismo tiempo antes del día 30 de octubre varias veces acompañe a Doña Elba al mercado a comprar todo lo que lleva el altar, como figuritas de calaveras de azúcar, camote, café, calabaza, dulces, entre muchas cosas, sin faltar los ingredientes para la elaboración de los deliciosos tamalitos de saravanda y chilpan.

El mercado luce en su mayor esplendor con montones de naranjas, mandarinas, chiles secos y frescos, cacahuates, calaveritas de azúcar, jarrones, canastas y caballitos de barro que se venden en los puestos. Lo recuerdo como si fuera ayer.

Generalmente los altares son de dos, tres o hasta siete niveles. En todos los casos, los niveles inferiores representan la tierra y el inframundo y los niveles superiores representan las dimensiones celestiales.

Con base en esto es que se colocan los distintos elementos que componen el altar:

Arco. Representa la entrada al mundo de los muertos y está adornado con flores y, en algunos casos, frutos.

Representación de los elementos naturales. El viento está representado por papel picado, que regularmente incluye diseños basados en el trabajo de José Guadalupe Posada. Un vaso de agua sirve para calmar la sed del espíritu. El fuego se representa con velas, veladoras y cirios encendidos. La tierra, con semillas y frutos.

Aromas. El copal era considerado una esencia sagrada en las culturas prehispánicas y suele ser un elemento indispensable en el altar de muertos. Otros aromas presentes son: flores de cempasúchil, infusiones de hierbas como laurel, tomillo y romero.

Alimentos. Deben ser del agrado del difunto, quien solo puede disfrutarlos una vez al año. Tradicionalmente, platillos típicos como el mole y los tamales están presentes. Las calaveritas hechas de azúcar, chocolate o amaranto representan que la muerte puede ser dulce. El pan de muerto es un elemento moderno de los altares. También se colocan bebidas alcohólicas que el difunto disfrutaba como cerveza, tequila o pulque. Y al centro suele colocarse la imagen de un santo, las fotos del ser querido, platones con galletas, dulces, cacahuates, pan, calaveras de azúcar, nueces y tablillas de chocolate.

Debe de tener los cuatro elementos de la naturaleza: agua, fuego, aire y tierra. Así nuestras tradiciones cobran vida año con año y se van pasando de generación en generación. Gracias Doña Elba Echeverría de Castro por sus enseñanzas, un gran abrazo hasta Ciudad Valles.

Me despido con la siguiente reflexión: Ojalá y nos encontremos con gente que SÍ. Que SÍ aparece cuando la extrañamos. Que SÍ contesta cuando le llamamos. Que SÍ tiene tiempo de escucharnos cuando hablamos. Que SÍ tiene ganas de abrazarnos cuando lo necesitamos. Gente que SÍ. Que SÍ está en los momentos malos. Que SÍ está en los momentos buenos. Que SÍ. Que dice que SÍ aunque esté repleta de miedos - Nicolas Andreoli.-

Que tengan una excelente semana y les invito para que nos escriban a la siguiente dirección:

anavaldez@prodigy.net.mx

y en Facebook:

Facebook.com

anamariavaldezcastrejon,

en twitter @anacastrejon

¡Feliz 426 aniversario San Luis Potosí! ¡Nuestras tradiciones vivas!

El día de ayer nuestra ciudad San Luis Potosí cumplió la friolera de 426 años. San Luis Potosí, San Luis de San Luis Rey, San Luis de Capitán Caldera, el San Luis de Juan de Oñate, nuestro San Luis de la Patria, nuestro San Luis golpeado por tantas y tantas situaciones que día a día vivimos en su entorno. A pesar de todo, aquí sigue erguida, la ciudad dándonos lo mejor de ella. Su clima, su gente, difícil, pero aquí está. A pesar de todo y de todos sigue de pie. ¡FELICIDADES SAN LUIS!

Por otro lado, siguen vivas nuestras tradiciones, durante este largo puente del día de todos los santos y muertos, viene a mi mente recordándola con mucho cariño, a quien le aprendí todo lo que implica nuestras tradiciones de muertos en la Huasteca potosina, vaya desde este espacio un enorme abrazo para Doña Elba Echeverría de Castro, una persona amante de nuestras tradiciones y quien me enseñó como poner un altar de muertos, la tradición del desfile de los huehues, el significado de los chichiliques, la costumbre del intercambio de comida lo que le gustaba en vida a nuestros muertos, en fin hoy dedico este espacio a esa gran tradición de nuestra Huasteca potosina, tan querida y recordada con enorme cariño y nostalgia.

En las calles se sabe que son días de fiesta pues se escuchan los alegres acordes del violín, jarana y la quinta huapanguera que acompañan las danzas de los huehues (viejos), quienes representan a las almas. Las ánimas que no tienen una casa a dónde llegar, cuentan con un lugar en las ofrendas de cada hogar donde se les dedica una cera a su nombre junto con un vaso de agua.

Por la ventana se ven las personas que van y vienen pues todos se alistan para el Xantolo, una celebración que es reminiscencia de la tradición prehispánica de honrar a los muertos. Es aquí donde la muerte cobra vida. Xantolo en lengua náhuatl quiere decir “Día de Muertos”, la celebración más importante.

Año con año Doña Elba con la debida anticipación, lo primero que manda elaborar es el arco de alambre tejido con palmas, algunas veces, otras no es de alambre solo se hace la figura del arco con las mismas palmas adornados con la tradicional flor de cempazuchil. Al mismo tiempo antes del día 30 de octubre varias veces acompañe a Doña Elba al mercado a comprar todo lo que lleva el altar, como figuritas de calaveras de azúcar, camote, café, calabaza, dulces, entre muchas cosas, sin faltar los ingredientes para la elaboración de los deliciosos tamalitos de saravanda y chilpan.

El mercado luce en su mayor esplendor con montones de naranjas, mandarinas, chiles secos y frescos, cacahuates, calaveritas de azúcar, jarrones, canastas y caballitos de barro que se venden en los puestos. Lo recuerdo como si fuera ayer.

Generalmente los altares son de dos, tres o hasta siete niveles. En todos los casos, los niveles inferiores representan la tierra y el inframundo y los niveles superiores representan las dimensiones celestiales.

Con base en esto es que se colocan los distintos elementos que componen el altar:

Arco. Representa la entrada al mundo de los muertos y está adornado con flores y, en algunos casos, frutos.

Representación de los elementos naturales. El viento está representado por papel picado, que regularmente incluye diseños basados en el trabajo de José Guadalupe Posada. Un vaso de agua sirve para calmar la sed del espíritu. El fuego se representa con velas, veladoras y cirios encendidos. La tierra, con semillas y frutos.

Aromas. El copal era considerado una esencia sagrada en las culturas prehispánicas y suele ser un elemento indispensable en el altar de muertos. Otros aromas presentes son: flores de cempasúchil, infusiones de hierbas como laurel, tomillo y romero.

Alimentos. Deben ser del agrado del difunto, quien solo puede disfrutarlos una vez al año. Tradicionalmente, platillos típicos como el mole y los tamales están presentes. Las calaveritas hechas de azúcar, chocolate o amaranto representan que la muerte puede ser dulce. El pan de muerto es un elemento moderno de los altares. También se colocan bebidas alcohólicas que el difunto disfrutaba como cerveza, tequila o pulque. Y al centro suele colocarse la imagen de un santo, las fotos del ser querido, platones con galletas, dulces, cacahuates, pan, calaveras de azúcar, nueces y tablillas de chocolate.

Debe de tener los cuatro elementos de la naturaleza: agua, fuego, aire y tierra. Así nuestras tradiciones cobran vida año con año y se van pasando de generación en generación. Gracias Doña Elba Echeverría de Castro por sus enseñanzas, un gran abrazo hasta Ciudad Valles.

Me despido con la siguiente reflexión: Ojalá y nos encontremos con gente que SÍ. Que SÍ aparece cuando la extrañamos. Que SÍ contesta cuando le llamamos. Que SÍ tiene tiempo de escucharnos cuando hablamos. Que SÍ tiene ganas de abrazarnos cuando lo necesitamos. Gente que SÍ. Que SÍ está en los momentos malos. Que SÍ está en los momentos buenos. Que SÍ. Que dice que SÍ aunque esté repleta de miedos - Nicolas Andreoli.-

Que tengan una excelente semana y les invito para que nos escriban a la siguiente dirección:

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