/ domingo 22 de septiembre de 2019

Hablemos de Cine

AD ASTRA: HACIA LAS ESTRELLAS, de James Gray

Ficha técnica: Director: James Gray, Guión: Ethan Gross y James Gray, Fotografía: Hoyle Van Hoytema, Música: Thomas Newman, Edición: John Axelrad. País: Estados Unidos, 2019

Intérpretes: Brad Pitt (Roy McBride), Tommy Lee Jones (Clifford McBride), Liv Tyler (esposa de Roy), Donald Sutherland (astronauta), Ruth Negga, Lisa GayHamilton(coronel Vogel).

Echemos a volar nuestra fantasía y hagamos un viaje a los confines del sistema solar, vayamos al planeta Neptuno con sus misteriosos anillos hasta donde ha llegado un hombre que, una vez establecido en aquel lugar, se piensa es el responsable de los rayos cósmicos que están llegando a la Tierra y que amenazan con destruir la vida.

Este relato futurista se plantea en AD ASTRA: HACIA LAS ESTRELLAS, cinta del género de ciencia ficción, un género que nos hace abrir la mente, que nos lleva a un futuro con increíbles adelantos tecnológicos, pero que casi siempre tiene una mirada pesimista, melancólica, reflejada muy bien en la forma de ser de Roy McBride, un brillante astronauta que está a punto de enfrentarse al mayor reto de su vida.

Roy trabajaba en la instalación de una antena enorme diseñada para encontrar vida más allá de la Tierra; de pronto, una enorme explosión se desata en las instalaciones provocada por una fuerza desconocida que destruye todo a su paso. Roy cae al vacío ante una muerte segura, pero su habilidad y entereza hacen que sobreviva.

Ya rehabilitado, Roy es llamado por los altos mandos militares para imponerle una misión, debe de ir al planeta Neptuno y averiguar qué está sucediendo allá, los estudios científicos demuestran que los rayos que llegan de la Tierra proceden de aquel lugar y hay algo más, el responsable de todo podría ser Clifford McBride, padre de Roy, un astronauta de élite y el único ser humano que había llegado tan lejos y al que todos daban por muerto.

La misión de Roy tiene un doble significado, aclarar el misterio que amenaza la vida en la Tierra y la posibilidad de encontrar a su padre, un hombre que abandonó a la familia por su afán de explorar el espacio y del que sabe muy poco, excepto por lo que le platican de él.

Roy inicia ese viaje fantástico rodeado de misterio y catalogado como una misión secreta por el gobierno norteamericano, será un viaje de exploración, lleno de peligros y de imprevistos donde debe de estar concentrado en el deber y la responsabilidad impuesta, pero también el viaje le servirá al astronauta para ir descubriéndose a sí mismo mientras trata de soportar la terrible soledad en la inmensidad del espacio.

Y aquí entramos al otro tema del filme, el de la exploración del propio ser humano, en este caso, de los McBride, una relación apenas sostenida por el lazo sanguíneo pero sin afecto, sin el menor apego entre dos hombres que han roto con la sociedad y la familia poniendo de pretexto a su carrera, pero que tiene que ver con esa necesidad de sentirse libres, sin atadura alguna, rompiendo las reglas de lo establecido, claro, dispuestos a pagar el precio que eso significa.

Roy mismo, con su voz en off, nos irá narrando lo que ve, lo que siente, sus experiencias en su trabajo, pero también sus reflexiones sobre la vida, sobre sus actos irreflexivos, su descontrol en su relación marital, entre otros temas, que le dan un toque de profundidad y de introspección a su vida misma.

Al final de su destino, el reencuentro con su padre será definitivo para ambos, Roy sabrá quién era su padre y el porqué de su manera de ser y de él mismo, era necesario llegar hasta allá en medio de la nada para entender cómo era su progenitor; así mismo, la muerte del padre significa su liberación mientras lucha con la desesperación por regresar a casa y tratar de enmendar muchas cosas en su vida.

Esa ansiedad y desapego familiar del personaje, seguramente pondrán en aprietos a muchos espectadores que lidien con esos males tan recurrentes en la vida de algunos a quienes la soledad se vuelve una tortura muy difícil de soportar.

No deje de ver AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS, sumérjase en las profundidades del cosmos y admire su majestuosidad, su belleza y misterios que lo envuelven mientras, como Roy, aférrese a la vida en medio de esas monstruosas distancias y luche contra la soledad, una soledad que apabulla, que comprime y envuelve todo. La película es un regalo visual imperdible.

Correo electrónico: ernestorobledo@hotmail.com

AD ASTRA: HACIA LAS ESTRELLAS, de James Gray

Ficha técnica: Director: James Gray, Guión: Ethan Gross y James Gray, Fotografía: Hoyle Van Hoytema, Música: Thomas Newman, Edición: John Axelrad. País: Estados Unidos, 2019

Intérpretes: Brad Pitt (Roy McBride), Tommy Lee Jones (Clifford McBride), Liv Tyler (esposa de Roy), Donald Sutherland (astronauta), Ruth Negga, Lisa GayHamilton(coronel Vogel).

Echemos a volar nuestra fantasía y hagamos un viaje a los confines del sistema solar, vayamos al planeta Neptuno con sus misteriosos anillos hasta donde ha llegado un hombre que, una vez establecido en aquel lugar, se piensa es el responsable de los rayos cósmicos que están llegando a la Tierra y que amenazan con destruir la vida.

Este relato futurista se plantea en AD ASTRA: HACIA LAS ESTRELLAS, cinta del género de ciencia ficción, un género que nos hace abrir la mente, que nos lleva a un futuro con increíbles adelantos tecnológicos, pero que casi siempre tiene una mirada pesimista, melancólica, reflejada muy bien en la forma de ser de Roy McBride, un brillante astronauta que está a punto de enfrentarse al mayor reto de su vida.

Roy trabajaba en la instalación de una antena enorme diseñada para encontrar vida más allá de la Tierra; de pronto, una enorme explosión se desata en las instalaciones provocada por una fuerza desconocida que destruye todo a su paso. Roy cae al vacío ante una muerte segura, pero su habilidad y entereza hacen que sobreviva.

Ya rehabilitado, Roy es llamado por los altos mandos militares para imponerle una misión, debe de ir al planeta Neptuno y averiguar qué está sucediendo allá, los estudios científicos demuestran que los rayos que llegan de la Tierra proceden de aquel lugar y hay algo más, el responsable de todo podría ser Clifford McBride, padre de Roy, un astronauta de élite y el único ser humano que había llegado tan lejos y al que todos daban por muerto.

La misión de Roy tiene un doble significado, aclarar el misterio que amenaza la vida en la Tierra y la posibilidad de encontrar a su padre, un hombre que abandonó a la familia por su afán de explorar el espacio y del que sabe muy poco, excepto por lo que le platican de él.

Roy inicia ese viaje fantástico rodeado de misterio y catalogado como una misión secreta por el gobierno norteamericano, será un viaje de exploración, lleno de peligros y de imprevistos donde debe de estar concentrado en el deber y la responsabilidad impuesta, pero también el viaje le servirá al astronauta para ir descubriéndose a sí mismo mientras trata de soportar la terrible soledad en la inmensidad del espacio.

Y aquí entramos al otro tema del filme, el de la exploración del propio ser humano, en este caso, de los McBride, una relación apenas sostenida por el lazo sanguíneo pero sin afecto, sin el menor apego entre dos hombres que han roto con la sociedad y la familia poniendo de pretexto a su carrera, pero que tiene que ver con esa necesidad de sentirse libres, sin atadura alguna, rompiendo las reglas de lo establecido, claro, dispuestos a pagar el precio que eso significa.

Roy mismo, con su voz en off, nos irá narrando lo que ve, lo que siente, sus experiencias en su trabajo, pero también sus reflexiones sobre la vida, sobre sus actos irreflexivos, su descontrol en su relación marital, entre otros temas, que le dan un toque de profundidad y de introspección a su vida misma.

Al final de su destino, el reencuentro con su padre será definitivo para ambos, Roy sabrá quién era su padre y el porqué de su manera de ser y de él mismo, era necesario llegar hasta allá en medio de la nada para entender cómo era su progenitor; así mismo, la muerte del padre significa su liberación mientras lucha con la desesperación por regresar a casa y tratar de enmendar muchas cosas en su vida.

Esa ansiedad y desapego familiar del personaje, seguramente pondrán en aprietos a muchos espectadores que lidien con esos males tan recurrentes en la vida de algunos a quienes la soledad se vuelve una tortura muy difícil de soportar.

No deje de ver AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS, sumérjase en las profundidades del cosmos y admire su majestuosidad, su belleza y misterios que lo envuelven mientras, como Roy, aférrese a la vida en medio de esas monstruosas distancias y luche contra la soledad, una soledad que apabulla, que comprime y envuelve todo. La película es un regalo visual imperdible.

Correo electrónico: ernestorobledo@hotmail.com

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