/ domingo 25 de agosto de 2019

Hablemos de Cine

ERASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD, de Quentin Tarantino


Ficha técnica: Director: Quentin Tarantino, Guión: Quentin Tarantino, Fotografía: Robert Richardson


Intérpretes: Leonardo DiCaprio (Rick Dalton), Brad Pitt (Cliff Booth), Margot Robbie (Sharon Tate), Dakota Fanning (Lynette), Al Pacino (Schwarz), Emile Hirsch


Bienvenidos al mundo de Quentin Tarantino, muchos d eustedes seguramente habrá visto alguna o varias de sus películas de este destacado director norteamericano, desde Perros de Reserva, Pulp Fiction, Kill Bill; Bastardos sin gloria, entre otras, en una filmografía donde las historias se cuentan de manera fragmentada usando la violencia como un medio de expresión.

ERASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD no es la excepción pero para llegar a la explosión violenta que avasalla todo, iremos por caminos difurcos donde a veces parecería no saber a donde nos llevan, mientras vemos a personajes a veces confusos usando diálogos donde las malas palabras explotan sin cesar.

Estamos en los años dorados de los sesenta, en 1969 para ser exactos, año en que ocurrió un hecho espeluznante en el ambiente de Hollywood que simbró a la industria del cine y al país en general.

Ese año, la familia satánica al frente de Charles Manson, se introdujo a la mansión de la actriz Sharon Tate que convivía con unos amigos, para masacrarla a pesar de que estaba embarazada. El hecho causó estupor y de alguna manera, fue el parteaguas para los cambios que se sucedieron en la comunidad e industria artística.

Tarantino recurre a este hecho pero cambia la historia, usa la ficción dentro de la propia ficción para ahogar en sangre una masacre que en la realidad sucedió en aquel aquelarre que se dio en una noche bañada de estrellas.

Pero para llegar a todo esto, conoceremos a Rick Dalton un famoso actor de cintas del viejo Oeste venido a menos que, después de disfrutar la fama por muchos años, ahora está en decadencia, haciendo lo que puede en papeles menores o de villano en películas de serie B, mientras trata de adaptarse a los nuevos tiempos.

Junto al otrora galán está su doble, Cliff Booth, fiel compañante de su jefe quien permanece a su lado en las buenas y en las no tanto y que será clave para la serie de sucesos que están por llegar.

Pero estamos dentro de un filme de Tarantino y no olvidemos que la narrativa nunca es lineal, se da como si fueran viñetas que se cruzan entre la ficción y la realidad vista esta como otra ficción, todo armado de tal manera que veremos exhibiciones de filmes o series televisivas de aquella época que complementan lo que los personajes discuten y que llenan la pantalla de referencias.

Tarantino se recrea de la época sesentera, enormes autos, ropa colorida, grandes marquesinas iluminadas anunciando las películas de estreno con los nombres de los artistas que gozaban de la atención del público en esos momentos.

Detro de esa recreación, de una manera sutil e inteligente, Tarantino muestra a Hollywood en toda su grandeza y esplendor, hacedor de grandes éxitos y fortunas, pero también muestra su lado oscuro, sus derroches con todas sus miserias y calamidades.

Por cierto, para bien o para mal, México estará presente en muchos momentos del filme, está en los diálogos sobre el país y los mexicanos, así como su comida y hasta el bigote al estilo de Zapata serán parte rutinaria de los personajes que culmina cuando la actriz Sharon Tate acude gustosa a un restaurante mexicano sin saber que la muerte ya la rondaba.

Y llegamos a la culminación del filme, cuando la brutalidad se hace presente como en la mayoría de los filmes de Tarantino, usándola una vez más como un recurso narrativo, esa violencia que se va anunciando poco a poco en la medida que avanza la trama donde se persive un marcado desprecio a los demás, entre insultos y hostilidades con los que tal vez Tarantino quiere enfatizar que vivimos rodeados de agresividad en todas partes, expuestos a la violencia en cualquier momento.

Se cierra el telón de la pantalla, los sucesos ahí quedan y los asistentes de la película deberán armar el rompecabezas del filme que vieron, algunos encontrarán pura basuraal hacerlo, pero otros, reconocerán el talento de un cineasta que se codea con la genialidad en el arte de contar historias.


E mail: ernestorobledo@hotmail.com

ERASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD, de Quentin Tarantino


Ficha técnica: Director: Quentin Tarantino, Guión: Quentin Tarantino, Fotografía: Robert Richardson


Intérpretes: Leonardo DiCaprio (Rick Dalton), Brad Pitt (Cliff Booth), Margot Robbie (Sharon Tate), Dakota Fanning (Lynette), Al Pacino (Schwarz), Emile Hirsch


Bienvenidos al mundo de Quentin Tarantino, muchos d eustedes seguramente habrá visto alguna o varias de sus películas de este destacado director norteamericano, desde Perros de Reserva, Pulp Fiction, Kill Bill; Bastardos sin gloria, entre otras, en una filmografía donde las historias se cuentan de manera fragmentada usando la violencia como un medio de expresión.

ERASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD no es la excepción pero para llegar a la explosión violenta que avasalla todo, iremos por caminos difurcos donde a veces parecería no saber a donde nos llevan, mientras vemos a personajes a veces confusos usando diálogos donde las malas palabras explotan sin cesar.

Estamos en los años dorados de los sesenta, en 1969 para ser exactos, año en que ocurrió un hecho espeluznante en el ambiente de Hollywood que simbró a la industria del cine y al país en general.

Ese año, la familia satánica al frente de Charles Manson, se introdujo a la mansión de la actriz Sharon Tate que convivía con unos amigos, para masacrarla a pesar de que estaba embarazada. El hecho causó estupor y de alguna manera, fue el parteaguas para los cambios que se sucedieron en la comunidad e industria artística.

Tarantino recurre a este hecho pero cambia la historia, usa la ficción dentro de la propia ficción para ahogar en sangre una masacre que en la realidad sucedió en aquel aquelarre que se dio en una noche bañada de estrellas.

Pero para llegar a todo esto, conoceremos a Rick Dalton un famoso actor de cintas del viejo Oeste venido a menos que, después de disfrutar la fama por muchos años, ahora está en decadencia, haciendo lo que puede en papeles menores o de villano en películas de serie B, mientras trata de adaptarse a los nuevos tiempos.

Junto al otrora galán está su doble, Cliff Booth, fiel compañante de su jefe quien permanece a su lado en las buenas y en las no tanto y que será clave para la serie de sucesos que están por llegar.

Pero estamos dentro de un filme de Tarantino y no olvidemos que la narrativa nunca es lineal, se da como si fueran viñetas que se cruzan entre la ficción y la realidad vista esta como otra ficción, todo armado de tal manera que veremos exhibiciones de filmes o series televisivas de aquella época que complementan lo que los personajes discuten y que llenan la pantalla de referencias.

Tarantino se recrea de la época sesentera, enormes autos, ropa colorida, grandes marquesinas iluminadas anunciando las películas de estreno con los nombres de los artistas que gozaban de la atención del público en esos momentos.

Detro de esa recreación, de una manera sutil e inteligente, Tarantino muestra a Hollywood en toda su grandeza y esplendor, hacedor de grandes éxitos y fortunas, pero también muestra su lado oscuro, sus derroches con todas sus miserias y calamidades.

Por cierto, para bien o para mal, México estará presente en muchos momentos del filme, está en los diálogos sobre el país y los mexicanos, así como su comida y hasta el bigote al estilo de Zapata serán parte rutinaria de los personajes que culmina cuando la actriz Sharon Tate acude gustosa a un restaurante mexicano sin saber que la muerte ya la rondaba.

Y llegamos a la culminación del filme, cuando la brutalidad se hace presente como en la mayoría de los filmes de Tarantino, usándola una vez más como un recurso narrativo, esa violencia que se va anunciando poco a poco en la medida que avanza la trama donde se persive un marcado desprecio a los demás, entre insultos y hostilidades con los que tal vez Tarantino quiere enfatizar que vivimos rodeados de agresividad en todas partes, expuestos a la violencia en cualquier momento.

Se cierra el telón de la pantalla, los sucesos ahí quedan y los asistentes de la película deberán armar el rompecabezas del filme que vieron, algunos encontrarán pura basuraal hacerlo, pero otros, reconocerán el talento de un cineasta que se codea con la genialidad en el arte de contar historias.


E mail: ernestorobledo@hotmail.com

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