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GODZILLA: EL REY DE LOS MONSTRUOS, de Michael Dougherty

Tal vez usted lo sepa, pero Godzilla nació en Japón en el año de 1954 en una película emblemática titulada “Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo” filmada en los estudios Toho en Japón.

El origen del monstruo es incierto, pero se sabe que fue creado poco después del estallido de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, como una forma de representar el miedo que la sociedad nipona sentía como secuela de lo sufrido en la Segunda Guerra Mundial.

Con la aparición de esta enorme bestia, han proliferado en la filmografía japonesa una gran variedad de monstruos como Mothra, Anguirus, Rodan y el malvado Ghidorah, una especie de dragón de tres cabezas, pero el más conocido y famoso de todos dentro y fuera de Japón, es Godzilla, el kaiju principal, la bestia gigante que ha dominado el subgénero de monstruos en la cinematografía.

Todo esto a propósito del estreno de GODZILLA: EL REY DE LOS MONSTRUOS que esta semana llega a las pantallas precedida de una enorme campaña publicitaria que promete emociones sin fin despertando en el cinéfilo la curiosidad de verla.

Resulta que, por una extraña razón, una serie de monstruos despiertan de su largo letargo amenazando la vida misma del planeta y de los seres humanos quienes son sorprendidos por el fenómeno sin saber qué hacer.

En realidad, como lo explica la doctora Russell, su aparición es el resultado de las acciones humanas que están destruyendo al planeta y este, casi como un mecanismo de defensa, despierta a las enormes criaturas o, ¿será al revés?, es muy probable.

Pero las bestias también son malas y destruyen todo lo que tocan, entre ellas se encuentra Ghidorah, el temible monstruo de tres cabezas, lo que obliga a científicos y autoridades a pensar en Godzilla, como la única manera de enfrentar al horrible dragón.

En esa misión de encontrar a Godzilla, interviene la familia Russell compuesta por Mark y la doctora Emma, pareja que está a punto del colapso marital, y Madison, su joven hija que no sabe a bien qué demonios está sucediendo, pero mientras tanto, sabe muy bien cómo sacarle provecho a la situación que viven sus padres.

Pero cuando Godzilla aparece la humanidad empieza a tener una esperanza, ahora resulta que los seres humanos son como las mascotas de un monstruo de buena voluntad que luchará por salvarlos a todos; por supuesto, el encontronazo entre Godzilla y Ghidorah será brutal y su resultado definirá el destino del planeta mismo.

Esto dará pie a lo más importante del filme, la lucha feroz y constante entre los monstruos que resulta espectacular y todo un evento que atrae la atención de todos los espectadores. En este caso, la alta tecnología actual permite esta serie de escenas que resultan impactantes y que son el plato fuerte de la película.

Lo anterior contrasta con la presencia de los personajes que resultan incoherentes y hasta fuera de lugar, parecería que fueron puestos ahí, nada más para poner cara de asombro o de miedo y decir frases de exclamación o de terror, con unos actores que se notan dispersos sin la fuerza y convicción de lo que están haciendo.

Este tipo de situaciones, se da mucho en las cintas de monstruos, donde los personajes son acartonados, casi sin vida propia, y están ahí simplemente para resaltar las virtudes o defectos de la bestia en turno, y es que, en estos casos, al espectador lo único que le interesa es que el monstruo esté más tiempo en pantalla para disfrutar de los efectos especiales que lo mueven y le dan vida.

Esos mismos fanáticos, ya se cruzan de dedos al imaginar lo que viene con otra entrega de la saga, que insinúa una lucha de Godzilla con King Kong, lo que augura un filme altamente espectacular donde la lucha de poderes llegará a su máximo nivel, habrá que esperar.

Pero volviendo al tema principal, resumimos que GODZILLA 2 es una cinta fallida, mediocre, con un guión sin pies ni cabeza con altas pretensiones pero que termina en ridículo ante la galería de absurdos que vemos en cada escena.

Lo increíble de todo es que la gente vaya a verla, aunque es justo decir que habrá algunos que lamentarán su decisión y reconocerán que no siempre lo promovido es garantía de calidad.

En todo caso, estimado lector es una opinión, usted asista a verla y saque sus conclusiones.

Intérpretes:

Kyle Chandler (Mark Russell), Vera Farmiga (doctora Emma Russell), Millie Bobby Brown (Madison Eussell), Bradley Whitford (Stanton), Ken Watanabe (Ishiro Serizawa), Sally Hawkings (Vivenne), Charles Dance (Alan), Zhang Ziyi (Chen).

ernestorobledo@hotmail.com