/ domingo 31 de marzo de 2019

Fragilidad

No séen cuántas ocasiones habé roto un plato o un vaso, mas esta semana me he dedicado a romper platos y vasos como si estos se escurriesen de mis manos y a través de esta experiencia pude observar que cuando rompemos un objeto de vidrio los fragmentos que de él emanan, salen y se dispersan en un perímetro mucho mayor al que imaginamos y de repente, al día siguiente o más tarde, percibimos que ahí están fragmentos y ni cuenta nos dimos, por lo que me pareció pertinente analizar esto desde un punto de vista más profundo y reconozco el porqué de estas rupturas, ya que pude darme cuenta que nuestras relaciones son como esos objetos de vidrio y cuando rompemos uno, sin siquiera darnos cuenta, hacemos fragmentos a quienes se encuentran a nuestro alrededor, de ahí que cuando un gobernante fracciona a su pueblo, los fragmentos se esparcen y crean divisiones y rupturas y ante un divorcio los fragmentos esparcidos se llaman hijos y en ocasiones padres y hermanos o amigos de los afectados y a medida que crecen estos fragmentos si no sabemos recogerlos y guardarlos, se pierden o los perdemos y luego, nos preguntamos por quélas rechiflas de los ciudadanos y los reclamos del pueblo, o las quejas y lamentos de nuestros adolescente y sus consecuencias que pueden ser desde un mínimo reclamo hasta un cúmulo de secuelas que les lleven a la depresión o a dependencias poco convenientes, y ni qué decir de los padres, pues como hijos, actualmente resulta fácil la queja, el reclamo y el juzgar, sin percibir que estamos fragmentando ese cristal débil y debilitado, en ocasiones, por los años y las vivencias y que aunque sean nuestros hijos hay pedazos que no se recuperan porque no se ven más que a través de los ojos del amor. A veces nos cuesta entender que tenemos esa parte espiritual que de alguna manera viene implícita desde que nacemos para experimentar lo que de otra manera no se podría y ese espíritu se encuentra en nuestra alma, esa, cuyo destino escrito viene a decirnos que nuestros pasos ya están transitados pero necesitan un propósito de vida que nos lleve a la felicidad y no al olvido y, que esa alma estáasociada con lo que sentimos y que esos sentimientos una vez rotos se esparcen en fragmentos que casi nunca se recuperan por completo, sentimientos que caminan constantemente por nuestro cuerpo y nuestra mente causando dolor, dolor que tal vez se mitiga con el tiempo pero florece ante el mínimo acontecimiento que remueve los fragmentos de aquella ocasión en que el vaso se resbalo y rompió, sin importar si han transcurrido dos horas o treinta años. Por eso, es útil ante situaciones que no logramos entender o aceptar, el detenernos y recordar de dónde hemos venido y como sembramos el camino, sabiendo que aunque no todo es perfecto, la vida es como un juego y debo sacar el mayor provecho a través del amor, la aceptación y el respeto, pues el pasado ahí está, con o sin fragmentos y mientras más ame, mientras más dé, mientras más esté consciente de mis experiencias, más sabre perdonar en primera persona y a otras personas y solo asi podre sacar experiencias nuevas con provecho.. Y aunque confieso: he leído mucho, tal vez en ocasiones demasiado y en otras muy poco; he leído siempre desde la cabeza, acumulando información con la intención de saber, “saber” en el sentido de poder no repetir literalmente lo que he leído, sino aplicarlo, sin embargo no niego que algunas cosas se me han escapado de la cabeza y se me han ido al corazón, por eso ahora es mi corazón quien lee y tal vez lee más lento que mi mente y busca en las frases aquello que le evocan algo o le llevan a un caminosintiendo, observando, reflexionando, despojando a las frases de las palabras para quedarse con la esencia de aquello que le permita recoger los fragmentos perdidos durante los años, sabiendo que la auténtica enseñanza proviene de entrar en el inconsciente y sacar a la luz lo que ya hay dentro, reconociendo que lo que hay dentro no es sólo “malo”, como parece cada vez que se encuentra con los fragmentos sino que lo “bueno” también está ahí y todo nos lleva a lecciones aprendidas que tardamos en comprender, pues convencida estoy que todos tenemos lo mismo en la esencia, en el origen, sólo que unos lo han desarrollado más que otros, tal vez porque le han prestado más atención, o bien, porque han puesto menos trabas para que se manifieste al buscar la verdad a través del crecimiento espiritual para que las heridas que los fragmentos crearon cambien los condicionamientos que nos gobiernanhaciéndonos más conscientes de nuestra grandeza y dones, por eso, aunque consciente estoy de lo que como persona puedo ser y hacer, me inquieta mi país, mi familia y los gobernantes que en ocasiones pareciera ser que no tienen consciencia de su gente, ni de sus actos y olvidan que se debe buscar el bien común y como en la familia se debe unir y no dividir, se debe amar y no reclamar, se debe aceptar y no juzgar y se debe sumar y no dividir y mientras éste, mi país se define, espero que nosotros como país podamos resolver las situaciones que nos aquejan sin romper mas platos ni esparcir fragmentos que no podamos componer, mientras esto sucede agradezco su lectura deseándoles una excelente semana con menos exabruptos esperando sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx Gracias

No séen cuántas ocasiones habé roto un plato o un vaso, mas esta semana me he dedicado a romper platos y vasos como si estos se escurriesen de mis manos y a través de esta experiencia pude observar que cuando rompemos un objeto de vidrio los fragmentos que de él emanan, salen y se dispersan en un perímetro mucho mayor al que imaginamos y de repente, al día siguiente o más tarde, percibimos que ahí están fragmentos y ni cuenta nos dimos, por lo que me pareció pertinente analizar esto desde un punto de vista más profundo y reconozco el porqué de estas rupturas, ya que pude darme cuenta que nuestras relaciones son como esos objetos de vidrio y cuando rompemos uno, sin siquiera darnos cuenta, hacemos fragmentos a quienes se encuentran a nuestro alrededor, de ahí que cuando un gobernante fracciona a su pueblo, los fragmentos se esparcen y crean divisiones y rupturas y ante un divorcio los fragmentos esparcidos se llaman hijos y en ocasiones padres y hermanos o amigos de los afectados y a medida que crecen estos fragmentos si no sabemos recogerlos y guardarlos, se pierden o los perdemos y luego, nos preguntamos por quélas rechiflas de los ciudadanos y los reclamos del pueblo, o las quejas y lamentos de nuestros adolescente y sus consecuencias que pueden ser desde un mínimo reclamo hasta un cúmulo de secuelas que les lleven a la depresión o a dependencias poco convenientes, y ni qué decir de los padres, pues como hijos, actualmente resulta fácil la queja, el reclamo y el juzgar, sin percibir que estamos fragmentando ese cristal débil y debilitado, en ocasiones, por los años y las vivencias y que aunque sean nuestros hijos hay pedazos que no se recuperan porque no se ven más que a través de los ojos del amor. A veces nos cuesta entender que tenemos esa parte espiritual que de alguna manera viene implícita desde que nacemos para experimentar lo que de otra manera no se podría y ese espíritu se encuentra en nuestra alma, esa, cuyo destino escrito viene a decirnos que nuestros pasos ya están transitados pero necesitan un propósito de vida que nos lleve a la felicidad y no al olvido y, que esa alma estáasociada con lo que sentimos y que esos sentimientos una vez rotos se esparcen en fragmentos que casi nunca se recuperan por completo, sentimientos que caminan constantemente por nuestro cuerpo y nuestra mente causando dolor, dolor que tal vez se mitiga con el tiempo pero florece ante el mínimo acontecimiento que remueve los fragmentos de aquella ocasión en que el vaso se resbalo y rompió, sin importar si han transcurrido dos horas o treinta años. Por eso, es útil ante situaciones que no logramos entender o aceptar, el detenernos y recordar de dónde hemos venido y como sembramos el camino, sabiendo que aunque no todo es perfecto, la vida es como un juego y debo sacar el mayor provecho a través del amor, la aceptación y el respeto, pues el pasado ahí está, con o sin fragmentos y mientras más ame, mientras más dé, mientras más esté consciente de mis experiencias, más sabre perdonar en primera persona y a otras personas y solo asi podre sacar experiencias nuevas con provecho.. Y aunque confieso: he leído mucho, tal vez en ocasiones demasiado y en otras muy poco; he leído siempre desde la cabeza, acumulando información con la intención de saber, “saber” en el sentido de poder no repetir literalmente lo que he leído, sino aplicarlo, sin embargo no niego que algunas cosas se me han escapado de la cabeza y se me han ido al corazón, por eso ahora es mi corazón quien lee y tal vez lee más lento que mi mente y busca en las frases aquello que le evocan algo o le llevan a un caminosintiendo, observando, reflexionando, despojando a las frases de las palabras para quedarse con la esencia de aquello que le permita recoger los fragmentos perdidos durante los años, sabiendo que la auténtica enseñanza proviene de entrar en el inconsciente y sacar a la luz lo que ya hay dentro, reconociendo que lo que hay dentro no es sólo “malo”, como parece cada vez que se encuentra con los fragmentos sino que lo “bueno” también está ahí y todo nos lleva a lecciones aprendidas que tardamos en comprender, pues convencida estoy que todos tenemos lo mismo en la esencia, en el origen, sólo que unos lo han desarrollado más que otros, tal vez porque le han prestado más atención, o bien, porque han puesto menos trabas para que se manifieste al buscar la verdad a través del crecimiento espiritual para que las heridas que los fragmentos crearon cambien los condicionamientos que nos gobiernanhaciéndonos más conscientes de nuestra grandeza y dones, por eso, aunque consciente estoy de lo que como persona puedo ser y hacer, me inquieta mi país, mi familia y los gobernantes que en ocasiones pareciera ser que no tienen consciencia de su gente, ni de sus actos y olvidan que se debe buscar el bien común y como en la familia se debe unir y no dividir, se debe amar y no reclamar, se debe aceptar y no juzgar y se debe sumar y no dividir y mientras éste, mi país se define, espero que nosotros como país podamos resolver las situaciones que nos aquejan sin romper mas platos ni esparcir fragmentos que no podamos componer, mientras esto sucede agradezco su lectura deseándoles una excelente semana con menos exabruptos esperando sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx Gracias