/ miércoles 4 de mayo de 2022

Eureka

Dos riesgos fatales

Es urgente una revisión y acciones inmediatas ante dos riesgos inminentes en la capital potosina: las instalaciones de la “Terminal de Almacenamiento y Despacho de Petróleos Mexicanos (Pemex)” ubicada en el Fraccionamiento Españita y las condiciones de la Avenida Salvador Nava, en sus puentes y donde se unen tramos.

Es necesario tener presentes los hechos históricos lamentablemente sucedidos en este país; cuando se olvidan, se repiten. En 1984, aquel fatídico 19 de noviembre, ocurrieron las explosiones de San Juan Ixhuatepec, mejor conocido como “Explosiones de San Juanico”, de las plantas de almacenamiento y distribución de Pemex. Nunca se conocieron los datos exactos, pero el hecho fue que instalaciones de combustible estaban en medio de zonas muy habitadas, hoy se habla de miles de muertos y heridos.

Con el paso de los años, de los lustros y de las décadas, lo mismo puede suceder en nuestra capital potosina. Las instalaciones de Pemex cerca del estadio “Alfonso Lastras”, son un riesgo mortal y latente, ¿qué hacer en estos casos?: lo primero es tener visión, informar, chequear, darse unas vueltas por el entorno.

Toda persona con mínimos conocimientos de protección civil sabe que tanques con dimensiones inmensas, llenos de las sustancias de la empresa Pemex, no pueden ya estar en medio de zonas muy habitadas, aunque hayan llegado primero. ¿De quién es la responsabilidad? De las autoridades municipales: lo accidentes no nacen, “se hacen” y esto lo conocemos con toda investigación científica.

Otro tema es el de las pésimas condiciones de la Diagonal Salvador Nava, transítela, apague la música y verá como se sienten, desde todo vehículo, unos pequeños bordecitos, como topes, en donde se juntan bloques de los puentes elevados y de otras uniones. No soy ingeniera, pero urge una revisión de la estructura de manera periódica y permanente, sobre todo cuando es la principal vía de la capital.

Ayer se cumplió un año de la caída de la línea 12 del metro en la Ciudad de México, lo cual provocó muertos, lesionados y daños a las familias; las y los líderes deben delegar; pero, nunca dejar de supervisar la protección civil de las y los ciudadanos, ni tener el exceso de confianza, es incorrecta la frase: “eso nunca va a pasar”.

Hace unas semanas una persona murió por la caída de un árbol en el Río Santiago, se repitió ese refrán “Muerto el niño, cerrado el pozo”; luego del hecho se podaron los árboles, ¡qué bueno!, por los que transitamos; pero, no elimina la muerte.

Finalmente, déjeme felicitarnos a las y los periodistas, ayer 3 de mayo, la Unesco establece como el “Día Mundial de la Libertad de Prensa”, establecido desde 1993 y retomado por muchos países en el mundo, este año con el lema: “Periodismo bajo asedio digital”. No lo olvide, el desarrollo de esta actividad, depende de la complejidad de los contextos en los cuales se desarrolla.

Espero su comunicación

E-mail: lizyuaslp@gmail.com


Dos riesgos fatales

Es urgente una revisión y acciones inmediatas ante dos riesgos inminentes en la capital potosina: las instalaciones de la “Terminal de Almacenamiento y Despacho de Petróleos Mexicanos (Pemex)” ubicada en el Fraccionamiento Españita y las condiciones de la Avenida Salvador Nava, en sus puentes y donde se unen tramos.

Es necesario tener presentes los hechos históricos lamentablemente sucedidos en este país; cuando se olvidan, se repiten. En 1984, aquel fatídico 19 de noviembre, ocurrieron las explosiones de San Juan Ixhuatepec, mejor conocido como “Explosiones de San Juanico”, de las plantas de almacenamiento y distribución de Pemex. Nunca se conocieron los datos exactos, pero el hecho fue que instalaciones de combustible estaban en medio de zonas muy habitadas, hoy se habla de miles de muertos y heridos.

Con el paso de los años, de los lustros y de las décadas, lo mismo puede suceder en nuestra capital potosina. Las instalaciones de Pemex cerca del estadio “Alfonso Lastras”, son un riesgo mortal y latente, ¿qué hacer en estos casos?: lo primero es tener visión, informar, chequear, darse unas vueltas por el entorno.

Toda persona con mínimos conocimientos de protección civil sabe que tanques con dimensiones inmensas, llenos de las sustancias de la empresa Pemex, no pueden ya estar en medio de zonas muy habitadas, aunque hayan llegado primero. ¿De quién es la responsabilidad? De las autoridades municipales: lo accidentes no nacen, “se hacen” y esto lo conocemos con toda investigación científica.

Otro tema es el de las pésimas condiciones de la Diagonal Salvador Nava, transítela, apague la música y verá como se sienten, desde todo vehículo, unos pequeños bordecitos, como topes, en donde se juntan bloques de los puentes elevados y de otras uniones. No soy ingeniera, pero urge una revisión de la estructura de manera periódica y permanente, sobre todo cuando es la principal vía de la capital.

Ayer se cumplió un año de la caída de la línea 12 del metro en la Ciudad de México, lo cual provocó muertos, lesionados y daños a las familias; las y los líderes deben delegar; pero, nunca dejar de supervisar la protección civil de las y los ciudadanos, ni tener el exceso de confianza, es incorrecta la frase: “eso nunca va a pasar”.

Hace unas semanas una persona murió por la caída de un árbol en el Río Santiago, se repitió ese refrán “Muerto el niño, cerrado el pozo”; luego del hecho se podaron los árboles, ¡qué bueno!, por los que transitamos; pero, no elimina la muerte.

Finalmente, déjeme felicitarnos a las y los periodistas, ayer 3 de mayo, la Unesco establece como el “Día Mundial de la Libertad de Prensa”, establecido desde 1993 y retomado por muchos países en el mundo, este año con el lema: “Periodismo bajo asedio digital”. No lo olvide, el desarrollo de esta actividad, depende de la complejidad de los contextos en los cuales se desarrolla.

Espero su comunicación

E-mail: lizyuaslp@gmail.com