/ jueves 17 de septiembre de 2020

Eureka


Leona Vicario, la Mujer fuerte de la Independencia


Los seres humanos buscamos referentes para nuestra vida a través de las historias de alguien más, sea de una persona muerta o viva. Por supuesto son horizontes que nos permiten caminar, Leona Vicario es de estos personajes extraordinarios por tener una vida sustentable en lo profesional y personal, murió a los 53 años, larga duración para aquellos años de 1842. Una mujer que me ha inspirado en más de tres décadas.


Su nombre completo fue María de la Soledad Leonora Camila Vicario Fernández de San Salvador, una mujer adelantada a su época, destacada por no traicionar al Movimiento de Independencia, con una autoestima elevada y por decisión personal, le apostó a ser esposa y madre, sin limitarse a tener un desarrollo profesional.


Leona Vicario no lleva el peso de los hombres de la Independencia como un Miguel Hidalgo o José María Morelos y Pavón, porque la historia en aquellos años era escrita por sin perspectiva de género. Existían, por supuesto, hombres muy progresistas quienes demostraron su apertura ante mujeres como Leona Vicario, mencionemos al esposo, el independendista Andrés Quintana Roo.


Ella tenía la posibilidad de estar en una situación de “confort” económico. Supongo, a partir de lo leído, que aún en aquella época la satisfacción de la mujer no obedecía solamente a su entorno cultural, si no en una búsqueda interna de equilibrio entre los intereses personales, la conciencia y los desafíos de un pueblo como México. Apoyó el movimiento de Independencia con sus acciones y recursos económicos.


A ella le fue arrebatada su herencia en el movimiento, pero no se quedó inmóvil, después de años la recuperó a través de su gestión de la justicia. Algunas de sus palabras son, en una carta enviada a Lucas Alamán, un empresario y político: “… no sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: ellas son capaces de todos los entusiasmos y los deseos de la gloria y la libertad de la patria no les son unos sentimientos extraños, antes bien, suelen obrar en ellas con más vigor…”


Fue también periodista y escribió para medios como “El Federalista”. Como la llaman: “Mujer Fuerte de la Independencia”, porque inició con el movimiento y permaneció después de éste, una mujer que nunca fue doblegada, siempre leal, sólo el argumento sólido y la justicia la convencían, sin dejar de preocuparse por su imagen, mujer bella en su interior y exterior; igual cocinaba, estaba en el campo, participaba en los lugares donde se tomaban las decisiones del país, publicaba sus ideas, entre muchas otras facetas.


Leona Vicario, una mujer que inspira con su vida, con sus hechos, con su congruencia, más allá de una comodidad económica, buscó la sustentabilidad en su conciencia, en su vida, en su ámbito profesional y en lo económico.


Leona Vicario la madre, la esposa, la luchadora de la Independencia de México, la periodista y la MUJER. Murió en su hacienda, sin dejar de ser la mujer madre, tampoco la mujer política y periodista, grande entre los grandes.


Ya para terminar, en este septiembre del 2020 siga cuidándose de los contagios de la Covid-19. Ojalá me escriba a lizyuaslp@gmail.com.



Leona Vicario, la Mujer fuerte de la Independencia


Los seres humanos buscamos referentes para nuestra vida a través de las historias de alguien más, sea de una persona muerta o viva. Por supuesto son horizontes que nos permiten caminar, Leona Vicario es de estos personajes extraordinarios por tener una vida sustentable en lo profesional y personal, murió a los 53 años, larga duración para aquellos años de 1842. Una mujer que me ha inspirado en más de tres décadas.


Su nombre completo fue María de la Soledad Leonora Camila Vicario Fernández de San Salvador, una mujer adelantada a su época, destacada por no traicionar al Movimiento de Independencia, con una autoestima elevada y por decisión personal, le apostó a ser esposa y madre, sin limitarse a tener un desarrollo profesional.


Leona Vicario no lleva el peso de los hombres de la Independencia como un Miguel Hidalgo o José María Morelos y Pavón, porque la historia en aquellos años era escrita por sin perspectiva de género. Existían, por supuesto, hombres muy progresistas quienes demostraron su apertura ante mujeres como Leona Vicario, mencionemos al esposo, el independendista Andrés Quintana Roo.


Ella tenía la posibilidad de estar en una situación de “confort” económico. Supongo, a partir de lo leído, que aún en aquella época la satisfacción de la mujer no obedecía solamente a su entorno cultural, si no en una búsqueda interna de equilibrio entre los intereses personales, la conciencia y los desafíos de un pueblo como México. Apoyó el movimiento de Independencia con sus acciones y recursos económicos.


A ella le fue arrebatada su herencia en el movimiento, pero no se quedó inmóvil, después de años la recuperó a través de su gestión de la justicia. Algunas de sus palabras son, en una carta enviada a Lucas Alamán, un empresario y político: “… no sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: ellas son capaces de todos los entusiasmos y los deseos de la gloria y la libertad de la patria no les son unos sentimientos extraños, antes bien, suelen obrar en ellas con más vigor…”


Fue también periodista y escribió para medios como “El Federalista”. Como la llaman: “Mujer Fuerte de la Independencia”, porque inició con el movimiento y permaneció después de éste, una mujer que nunca fue doblegada, siempre leal, sólo el argumento sólido y la justicia la convencían, sin dejar de preocuparse por su imagen, mujer bella en su interior y exterior; igual cocinaba, estaba en el campo, participaba en los lugares donde se tomaban las decisiones del país, publicaba sus ideas, entre muchas otras facetas.


Leona Vicario, una mujer que inspira con su vida, con sus hechos, con su congruencia, más allá de una comodidad económica, buscó la sustentabilidad en su conciencia, en su vida, en su ámbito profesional y en lo económico.


Leona Vicario la madre, la esposa, la luchadora de la Independencia de México, la periodista y la MUJER. Murió en su hacienda, sin dejar de ser la mujer madre, tampoco la mujer política y periodista, grande entre los grandes.


Ya para terminar, en este septiembre del 2020 siga cuidándose de los contagios de la Covid-19. Ojalá me escriba a lizyuaslp@gmail.com.