/ lunes 3 de mayo de 2021

Espacio de Reflexión

“La justicia es la perpetua y constante voluntad de dar a cada uno su derecho”.

Ulpiano, Jurista de origen Fenicio, recordado por se trabajo de compilar los ideales jurídicos y sus aportes al Derecho Romano. Así, es recordado Ulpiano quien defendió la idea del derecho Público, el cual jamás podría estar cambiado por pacto de particulares.

La refundación, la innovación, la transformación social de un país, no puede, ni debe, violentar el orden Constitucional, sin pagar el precio del enfrentamiento o, estallido social, para luego ser reprimido, Eso sería un crimen de Estado.

La vida pública, la que es de todos, de la sociedad y de las autoridades que nosotros hemos elegido, debe, como ha sido, estar enmarcada en la ley y, no en lo que con tanta oratoria engolada que se ha dicho, para que las normas jurídicas, estén por debajo de la justicia. Es a través de la norma jurídica, que se consigue la justicia, jamás en sentido inverso.

Desde luego, todos queremos que se nos haga justicia pero, cual o, para quien. Cada persona tiene un concepto de lo que es justicia y, siempre será a favor de la individualidad o, de quienes se defiende, aún a costa de torcer la verdad. Muy a tono con nuestra realidad. Inmortalizarse es un anhelo de muchos. ¿Pero a que precio?

La Constitución Política de nuestro País, hoy más que nunca ha estado a prueba y, bajo los embates de los políticos que se ven desbocados, pero muy contenidos, por nuestra Ley Fundamental, hasta ahora. No se trata de colores de partidos o ideologías particulares afines a ellos; se trata de tener un fundamento bajo el cual se rige el llamado Estado de Derecho y que, debería ser general, impositivo, permanente en tanto no sea cambiado por los cursos legales. Mexico lo tiene y debe ser respetado para conseguir justicia a través del orden normativo. La Republica Mexicana, el Gobierno, las instituciones autónomas, entre mucho, hoy están a prueba de ambiciones de transformar nuestra vida social y la relación entre quienes vivimos en este País, pero igualmente, con el gobierno que, polariza en beneficio de la perpetuidad del poder adueñándose de la propiedad de todos los mexicanos: nuestro País, al menos así pretendido.

No recuerdo más populismo que en nuestros días que, se viven con zozobra, miedo, porque no, la violencia no para y la paz prometida no llega. Promesas que nunca se cumplirán, compra de votos por el dinero sucio o, de todos, vamos, se negocia con el hambre del Pueblo regalando limosnas que insultan la integridad, pero igualmente la dignidad de las personas, pues quienes sufren pobreza, no la deberían padecer pero, parece que así les es conveniente a muchos electoreros.

Lo hemos comentado muchas veces. En ninguna parte de la historia, desde la aparición del ser humano, jamás, una sola persona ha construido nada en la soledad, vamos ni la casa donde se habita. Lo que hemos construido, los que habitamos un país cualquier, lo hemos hecho entre todos.

Ha sido los ideales comunes, lo que nos impulsan, nada es concesión graciosa de de los gobiernos. Somos los ciudadanos que, puestos de acuerdo, conquistamos con las resistencias de quienes gobiernan pero que, entendemos, como debe ser, nuestra contención de justicia, está en la ley, no en el deseo individual.

Basta de engañar a la población con la elección de la justicia por encima de la ley. ¿o, lo que se busca es enfrentar a la ciudadanía, peleando cada quien por su justicia hasta matarse unos con otros?

@jaimechalita

“La justicia es la perpetua y constante voluntad de dar a cada uno su derecho”.

Ulpiano, Jurista de origen Fenicio, recordado por se trabajo de compilar los ideales jurídicos y sus aportes al Derecho Romano. Así, es recordado Ulpiano quien defendió la idea del derecho Público, el cual jamás podría estar cambiado por pacto de particulares.

La refundación, la innovación, la transformación social de un país, no puede, ni debe, violentar el orden Constitucional, sin pagar el precio del enfrentamiento o, estallido social, para luego ser reprimido, Eso sería un crimen de Estado.

La vida pública, la que es de todos, de la sociedad y de las autoridades que nosotros hemos elegido, debe, como ha sido, estar enmarcada en la ley y, no en lo que con tanta oratoria engolada que se ha dicho, para que las normas jurídicas, estén por debajo de la justicia. Es a través de la norma jurídica, que se consigue la justicia, jamás en sentido inverso.

Desde luego, todos queremos que se nos haga justicia pero, cual o, para quien. Cada persona tiene un concepto de lo que es justicia y, siempre será a favor de la individualidad o, de quienes se defiende, aún a costa de torcer la verdad. Muy a tono con nuestra realidad. Inmortalizarse es un anhelo de muchos. ¿Pero a que precio?

La Constitución Política de nuestro País, hoy más que nunca ha estado a prueba y, bajo los embates de los políticos que se ven desbocados, pero muy contenidos, por nuestra Ley Fundamental, hasta ahora. No se trata de colores de partidos o ideologías particulares afines a ellos; se trata de tener un fundamento bajo el cual se rige el llamado Estado de Derecho y que, debería ser general, impositivo, permanente en tanto no sea cambiado por los cursos legales. Mexico lo tiene y debe ser respetado para conseguir justicia a través del orden normativo. La Republica Mexicana, el Gobierno, las instituciones autónomas, entre mucho, hoy están a prueba de ambiciones de transformar nuestra vida social y la relación entre quienes vivimos en este País, pero igualmente, con el gobierno que, polariza en beneficio de la perpetuidad del poder adueñándose de la propiedad de todos los mexicanos: nuestro País, al menos así pretendido.

No recuerdo más populismo que en nuestros días que, se viven con zozobra, miedo, porque no, la violencia no para y la paz prometida no llega. Promesas que nunca se cumplirán, compra de votos por el dinero sucio o, de todos, vamos, se negocia con el hambre del Pueblo regalando limosnas que insultan la integridad, pero igualmente la dignidad de las personas, pues quienes sufren pobreza, no la deberían padecer pero, parece que así les es conveniente a muchos electoreros.

Lo hemos comentado muchas veces. En ninguna parte de la historia, desde la aparición del ser humano, jamás, una sola persona ha construido nada en la soledad, vamos ni la casa donde se habita. Lo que hemos construido, los que habitamos un país cualquier, lo hemos hecho entre todos.

Ha sido los ideales comunes, lo que nos impulsan, nada es concesión graciosa de de los gobiernos. Somos los ciudadanos que, puestos de acuerdo, conquistamos con las resistencias de quienes gobiernan pero que, entendemos, como debe ser, nuestra contención de justicia, está en la ley, no en el deseo individual.

Basta de engañar a la población con la elección de la justicia por encima de la ley. ¿o, lo que se busca es enfrentar a la ciudadanía, peleando cada quien por su justicia hasta matarse unos con otros?

@jaimechalita

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