/ lunes 26 de octubre de 2020

Espacio de reflexión

El país, cualquiera en el Mundo, pertenece a quienes viven en su continente. Quienes los presiden, lo deberían hacer para todos y apostar a la unidad bajo su liderazgo políticamente democrático.

Las promesas, lo hemos dicho se cumplen o, deberían cumplirse cuando se hacen pero, muchas o, demasiadas veces no se cumplen. Lo que nos está pasando en la vida gregaria de nuestro País, es muy complicado y deberíamos tener mucho cuidado pues las polarizaciones aumentan y lo que habría que ver es, a quien le está sirviendo tanto encono y odio entre nosotros porque, a quienes vivimos y trabajamos en este nuestro Mexico, no nos sirve de nada.

La anulación de las instituciones, principalmente las que no se prestan o, no van a la transformación de Mexico, son desaparecidas o, estranguladas con recursos para que se paralicen hasta su extinción.

Así como se suspendió el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, acusado de enorme corrupción que nunca se comprobó pero, si así hubiese sido, ¿no era suficiente detectar y terminar la parte corrupta? Con el sistema de consultas a mano alzada, se decido construir otro aeropuerto, perdiendo, en el primero, dinero y trabajo de los mexicanos y, con ello una enorme promesa de fuentes de empleo, amén de las que ya había.

Igualmente se decide la construcción de una refinería cuando, las energías limpias asisten a una mejor forma de vida sustentable para el ser humano, creo, para compensar lo que se perdió en fuentes de empleo y, un ferrocarril que genera mucha polémica en cuanto al daño ecológico y que, promete ser un gran negocio.

Recientemente desaparecen 109 fideicomisos y se promete que el dinero llegará en forma directa a los beneficiarios, pero que también ese dinero es necesario para compra vacunas COVID, lo mismo que se había dicho de lo que se haría con las estancias infantiles. Los pescadores, ganaderos y campesinos, la ciencia, la tecnología, entre muchos han perdido si no se cumple lo prometido.

Se detiene la vida institucional de cuanto se dice que es corrupción pura y lo único que se atina hacer, sobre todo con lo que trata de dinero, es suspender todo para refundar nuestro País. La carga de la prueba es para quien acusa, según la ley.

Tendría que ser una refundación que nos merecemos especialmente en concordancia con las oportunidades que demanda la juventud en educación y, estas, están en el mundo digital.

Electricidad, conectividad, escuelas dignas, maestros bien pagados, recuperación de nuestra salud, reactivación de nuestra economía, abatimiento de impunidad, inclusión, pluralidad y, mucho más es lo que nos hace falta.

Nada de lo que se apunta es posible en un país tan dividido y polarizado. Certeramente, debería ser el líder político quien convocando a la unidad, podríamos ir venciendo las adversidades pero, en nuestro País, parece que ello no pasará.

Intereses de dinero público y poder, en un año preelectoral, se cruzan en el camino del bien común y permitimos que nos martiricen estos tiempos electorales. No perdamos nuestras relaciones familiares y sociales por pleitos electorales.

Solo una sociedad trabajadora y unida puede lograr que nos valla mejor.

@jaimechalita

El país, cualquiera en el Mundo, pertenece a quienes viven en su continente. Quienes los presiden, lo deberían hacer para todos y apostar a la unidad bajo su liderazgo políticamente democrático.

Las promesas, lo hemos dicho se cumplen o, deberían cumplirse cuando se hacen pero, muchas o, demasiadas veces no se cumplen. Lo que nos está pasando en la vida gregaria de nuestro País, es muy complicado y deberíamos tener mucho cuidado pues las polarizaciones aumentan y lo que habría que ver es, a quien le está sirviendo tanto encono y odio entre nosotros porque, a quienes vivimos y trabajamos en este nuestro Mexico, no nos sirve de nada.

La anulación de las instituciones, principalmente las que no se prestan o, no van a la transformación de Mexico, son desaparecidas o, estranguladas con recursos para que se paralicen hasta su extinción.

Así como se suspendió el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, acusado de enorme corrupción que nunca se comprobó pero, si así hubiese sido, ¿no era suficiente detectar y terminar la parte corrupta? Con el sistema de consultas a mano alzada, se decido construir otro aeropuerto, perdiendo, en el primero, dinero y trabajo de los mexicanos y, con ello una enorme promesa de fuentes de empleo, amén de las que ya había.

Igualmente se decide la construcción de una refinería cuando, las energías limpias asisten a una mejor forma de vida sustentable para el ser humano, creo, para compensar lo que se perdió en fuentes de empleo y, un ferrocarril que genera mucha polémica en cuanto al daño ecológico y que, promete ser un gran negocio.

Recientemente desaparecen 109 fideicomisos y se promete que el dinero llegará en forma directa a los beneficiarios, pero que también ese dinero es necesario para compra vacunas COVID, lo mismo que se había dicho de lo que se haría con las estancias infantiles. Los pescadores, ganaderos y campesinos, la ciencia, la tecnología, entre muchos han perdido si no se cumple lo prometido.

Se detiene la vida institucional de cuanto se dice que es corrupción pura y lo único que se atina hacer, sobre todo con lo que trata de dinero, es suspender todo para refundar nuestro País. La carga de la prueba es para quien acusa, según la ley.

Tendría que ser una refundación que nos merecemos especialmente en concordancia con las oportunidades que demanda la juventud en educación y, estas, están en el mundo digital.

Electricidad, conectividad, escuelas dignas, maestros bien pagados, recuperación de nuestra salud, reactivación de nuestra economía, abatimiento de impunidad, inclusión, pluralidad y, mucho más es lo que nos hace falta.

Nada de lo que se apunta es posible en un país tan dividido y polarizado. Certeramente, debería ser el líder político quien convocando a la unidad, podríamos ir venciendo las adversidades pero, en nuestro País, parece que ello no pasará.

Intereses de dinero público y poder, en un año preelectoral, se cruzan en el camino del bien común y permitimos que nos martiricen estos tiempos electorales. No perdamos nuestras relaciones familiares y sociales por pleitos electorales.

Solo una sociedad trabajadora y unida puede lograr que nos valla mejor.

@jaimechalita

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